Mediante un comunicado, el sindicato La Fraternidad, que agrupa a los maquinistas que conducen los trenes, anunció que el jueves 30 reducirá la velocidad de las formaciones a 30 kilómetros por hora durante 24 horas, en reclamo por la falta de actualización salarial para el sector.
Firmado por el secretario general del sindicato, Omar Maturano, la original medida de fuerza la difundieron esta tarde “ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo salarial que permita compensar las pérdidas de poder adquisitivo de nuestros salarios y la falta de inversión en material rodante e infraestructura ferroviaria”.
“No queremos aumento del sueldo, queremos empatar la inflación”, había dicho el dirigente gremial en el canal A24 el domingo por la noche, donde también había expuesto las dificultades que afronta el sector. El gremio sostiene que durante la gestión de Javier Milei hubo un recorte del 59% del presupuesto ferroviario y que existen problemas para conseguir insumos básicos para el normal funcionamiento de las distintas líneas que circulan por el AMBA.
“No hay una inversión ni una política para el modo ferroviario. Nosotros trabajamos sin insumos, atando algunas veces con alambre algunos objetos y así salimos con los trenes. Y yo le pondría un sinónimo, que estamos trabajando con bajas condiciones de seguridad”, denunció Maturano.
La medida de fuerza de La Fraternidad será la segunda en el año, ya que el 21 de febrero se produjo una paralización total de actividades también para obtener una mejora en los salarios. En esta ocasión, el lunes se produjo un acuerdo por el pago de deudas en concepto de bono de presencialidad y por el Día del Ferroviario con Trenes Argentinos–SOFSE y Belgrano Cargas y Logística.
El 11 de mayo hubo un accidente ferroviario en Palermo cuando una formación de la línea San Martín que iba hacia la terminal en Retiro embistió a una locomotora y un coche furgón que estaban sobre la misma vía. Esa colisión dejó más de 60 personas heridas de distinta consideración y demostró la precariedad del sistema luego de sistemáticos robos de cables y de la falta de inversión en infraestructura.
Cuando consultaron a Maturano por la posibilidad de que de que esta situación pueda darse nuevamente en el el corto plazo, el dirigente afirmó que este sábado que pasó, 25 de mayo, justamente “hubo un semichoque. Le decimos así cuando está a punto de chocar y no choca en el Sarmiento. Se equivocaron en la vía libre, el conductor frenó y no hubo accidente. Había cuatro señales apagadas”.
Una investigación de Infobae luego del choque que ocurrió a la altura de la calle Dorrego permitió comprobar la falta de arreglo del material rodante, la ausencia de controles básicos de seguridad y ausencia de adecuado mantenimiento de las formaciones. Con respecto al mismo período de 2023 en el primer cuatrimestre del año se produjo un recorte del 60% en el presupuesto, de acuerdo al análisis realizado por el área de Justicia Fiscal de la organización no gubernamental Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
“¿A cuánto estamos de una nueva privatización? Bueno, eso de privatización y concesión son dos palabras diferentes. La privatización es directamente vender, vender el suelo ferroviario, vender la infraestructura, vender las formaciones, y eso ya, el que compra eso, no lo compra por el ferrocarril o por la empresa para el servicio, sino lo compra para negocio inmobiliario, eso está clarito. La concesión es otra cosa porque no vende la soberanía, no vende las tierras, y únicamente tenés que dar el servicio que te debe imponer un órgano regulador y debe depender del Estado Nacional, dar concesión, publicitaciones y todo eso”, describió Maturano sobre las intenciones de la administración Milei que se apoya en el déficit operativo de los ferrocarriles para impulsar cambios.
Para achicar ese déficit, el Gobierno dispuso retiros voluntarios en la que considera que es la estructura donde más empleados están de más, sobre todo en las gerencias que crecieron durante las últimas dos gestiones, tanto la de Mauricio Macri como la de Alberto Fernández. “Somos 36.000 y serán 6.000 los que se van con retiro voluntario, que es una mentira, algo tapado como lo hicieron en los noventa. No tienen plata para indemnizaciones, seguramente se van a pagar en cuotas. Me parece que estamos acostumbrados a ser un gremio de resistencia”, admitió el dirigente gremial.