Durante el acto que encabezó anoche el presidente Javier Milei lanzó una de las frases que repite insistentemente en sus últimas apariciones públicas: “Voy a mandar 3 mil reformas más”. Sus declaraciones se deben a las trabas que la nueva versión de la Ley Bases enfrenta en la Cámara de Senadores. Pese a las negociaciones y los cambios que se realizaron, la medida no logra llegar a un dictamen y en la Casa Rosada comenzaron a mostrar cierto fastidio.
El primero en salir a hablar fue el ministro del Interior, Guillermo Francos. Durante una entrevista radial expresó: “Es insólito que después de cinco meses el Congreso no le haya dado una ley al Presidente”. En esa misma línea se molestó porque, según su mirada, “estamos cerca pero siempre aparecen temas que complejizan la aprobación del dictamen en el Senado”.
Según pudo reconstruir Infobae, en los pasillos de Casa Rosada las miras apuntan a los senadores, ya que en la Cámara de Diputados la Ley Bases obtuvo medida sanción. De hecho, en los cálculos del Gobierno, a esta altura del mes ya debía estar aprobada para firmar el Pacto de Mayo en Córdoba, como lo anunció Milei ante la Asamblea Legislativa. Frente a la evidente dilatación y falta de acuerdos con la oposición, el acto se suspendió. “No hay Pacto de Mayo porque no va a estar la Ley Bases. Se puede hacer el 20 de junio, o el 9 julio. Quince días más, menos, un mes más, no va a mover el amperímetro”, dijo el mandatario hace unos días.
“Avanzamos hasta donde pudimos”, se consuelan entre los funcionarios pero advierten: “Que no le aprueben leyes es como darle espinaca a Popeye, a Milei lo fortalecen”. Es que en los planes del líder de La Libertad Avanza, como él mismo adelantó, la apuesta está en fortalecerse hacia el 2025, cuando el Congreso renueve un importante número de bancas.
A las quejas de Francos se sumó José Luis Espert, el diputado libertario que participó anoche del lanzamiento del libro del Milei en el Luna Park. “No le busquen el pelo al huevo dejensé de joder, la Ley Bases tiene que salir lo más pronto del Senado, no hay que hacerle el juego al kirchnerismo”, se quejó y apuntó contra la UCR.
De hecho, Espert cuestionó que el radicalismo “vote con el kirchnerismo a favor del FONID” (fondo de incentivo docente), y recordó que “las provincias ya tienen la plata para pagarle a los docentes, pero no lo quieren hacer”.
Además criticó a los gobernadores por la Ley de Bases: “Eso de que les dicen a los diputados ‘hagan esto’ pero después hay negociar de nuevo por los senadores...negocien una sola vez, flaco”.
En las últimas 72 horas, el Gobierno dio sobrados gestos de apertura para llegar a la instancia de dos nuevos textos en el Senado, tras recolectar solicitudes de cambios de todos los bloques dialoguistas. El problema es que, mientras todo esto ocurría, ayer el plenario de comisiones se reunía y debatía las iniciativas con el objetivo irreal de avanzar. Si bien algunos conocían los retoques, el resto estaba a ciegas.
Como anticipo de lo que luego se consumó en la tarde de ayer, un par de legisladores clave que integran las comisiones partieron y desconectaron sus teléfonos, según el caso. Mientras tanto, el titular de la de Asuntos Constitucionales, el peronista disidente Edgardo Kueider, apareció con casi 30 reclamos. Minutos más tarde lo superó el titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Lousteau. A él se sumaron también los 20 de su compañero de bancada, el chaqueño Víctor Zimmermann.
La postura de Kueider significó un golpe de nocaut a las pretensiones oficialistas: exigió que se quitaran capítulos enteros de las leyes, como el de procedimientos administrativos y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
En tanto, Lousteau puso sobre la mesa el tratamiento de temas ajenos: “No podemos no incluir la recuperación de haberes jubilatorios, la actualización del financiamiento universitario o un plan de educación. No podemos no incluir la finalización de obra pública que tiene el 90% de avance y que se va a echar a perder”.
Lo que se empieza a delinear en el Congreso es que, como adelantó este medio, ante la falta de respuestas sobre cómo combatir a La Libertad Avanza, gran parte de la oposición hará esfuerzos para que no avancen leyes que la Casa Rosada considera clave y se cumpla la advertencia de asesores económicos sobre potenciales nuevos impuestos, en caso de fracasos para sancionar leyes.