El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, compartió ayer un acto Fernando Espinoza, en un guiño político de cercanía al intendente de La Matanza que fue procesado por abuso sexual.
El mandatario estuvo al frente de una actividad en la localidad de Lomas del Mirador para entregar móviles a la guardia urbana municipal y firmar la segunda cuota del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal. Lo acompañaron la vicegobernadora y ex intendenta municipal, Verónica Magario, y los ministros bonaerenses de Seguridad, Javier Alonso, y de Economía, Pablo Julio López.
Kicillof no hizo referencia a la causa penal que salpica a Espinoza durante el evento, que se realizó en el Polideportivo Alberto Balestrini. El mandatario cuestionó la política de ajuste del presidente Javier Milei e intentó mostrar una gestión enfocada en la seguridad, al señalar que el delito no se puede prevenir “sin inversión, sin patrulleros, sin tecnología, sin equipamientos, sin profesionalización, sin formación de la policía”.
La actividad estaba programada previamente al procesamiento a Espinoza. Si bien la participación de Kicillof fue en un guiño político en sí mismo al intendente, mientras todas las miradas se posan ahora en el avance de la causa, lo cierto es que la actividad tuvo bajo perfil, ya que no fue difundida oficialmente por el gobierno provincial.
El intendente fue acusado por un hecho ocurrido el 10 de mayo de 2021, cuando la mujer denunciante tenía 32 años y había empezado a trabajar en una relación laboral “en negro” como secretaria.
Según la víctima, Espinoza le insistía en cenar juntos y ella dijo acceder porque se sentía “presionada”. Ella ubicó la situación de abuso sexual en un tercer encuentro, en la que habría sido tocada sin autorización en sus pechos, por encima de la ropa. “Quedate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien”, le habría dicho el matancero en ese episodio, según la denunciante. La mujer dijo que se resistió y que el alcalde matancero se fue enojado de su casa.
La denuncia se radicó hace tres años y estuvo a punto de cerrarse por pedido de la fiscalía porque la víctima se había ido del país y no había impulsado la acción. Pero tras idas y vueltas, la jueza a cargo del expediente, María Fabiana Galletti, ordenó el procesamiento de Espinoza por “abuso sexual simple” y “desobediencia” porque quiso acercarse a la joven después de que radicara la denuncia y pesara una orden de restricción.
“El relato de la víctima, asegurando haber sufrido esos tocamientos impúdicos sobre su cuerpo sin autorización, se encuentra respaldado con las conclusiones de los especialistas en la materia que la entrevistaron durante el desarrollo de la pesquisa”, dijo la magistrada en la causa.
Luego de conocerse la novedad judicial, el municipio de La Matanza dio a conocer un comunicado sobre la situación del intendente peronista. “Debe dejarse sentado sin lugar a ninguna duda que se está ante una denuncia absolutamente falsa, tal como fue entendido por los fiscales en las dos ocasiones anteriores en las que pidieron el sobreseimiento de Fernando Espinoza en esta misma causa. La primera ocasión fue en agosto de 2022, primer pedido de sobreseimiento de la Fiscalía, y la segunda en diciembre de 2023, segundo pedido de sobreseimiento de la Fiscalía, tras la incorporación de peritajes psicológicos a la denunciante”, se detalló.
“Sin embargo, en ambas ocasiones y a pesar de que la denunciante no apeló en ninguno de los dos casos, el expediente se mantuvo abierto- se expresó desde la oficina de prensa del municipio-. Teniendo en cuenta que estamos ante una medida judicial que no está firme, este es un dato a considerar. Y ahora, sin incorporación de nuevas pruebas ni nuevos testimonios, precisamente en este momento del país, con los mismos elementos de juzgamiento y en el mismo expediente, sorpresivamente se sigue tramitando la causa”, señaló el texto emitido por la comuna.
En el marco de la causa, la jueza Galletti rechazó la versión de Espinoza: “La hipótesis defensista se basó en negar que la víctima cumplió tareas en el Municipio, pero luego se reconoció que sí trabajó y por el breve lapso de 15 días aunque indicando que no se formalizó el empleo porque ‘ella no realizó los trámites habilitantes’ (cuestión que, de acreditarse, sólo pondría en evidencia de algún modo la informalidad en la modalidad laboral). También, se intentó negar la concurrencia del imputado al departamento de la víctima alegando que todo lo denunciado era falso, pero luego Espinoza reconoció que sí concurrió a su domicilio pero sólo para dialogar por ‘cuestiones de trabajo’ (habiendo comenzado a trabajar desde hacía pocos días en su municipio), y que se trató sólo de una oportunidad no recordando cuándo (y no 3, como aseguró la víctima)”.
La jueza puntualizó en su fallo, dictado la semana pasada, que hay pruebas de que Espinoza estuvo en el domicilio de la denunciante por el resultado de las pericias sobre las antenas telefónicas, y si bien reconoció que “hay inconsistencias” en el relato de la mujer, el descargo “no resulta suficiente para desligarlo de la responsabilidad” de las acusaciones.