Uno de los gremios estatales, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), rechazó el 9,1% de aumento que ofreció este miércoles el Gobierno nacional en la paritaria para la Administración Pública Nacional. Ese incremento corresponde a un retroactivo del 2% para el mes de abril y un 7% acumulativo para mayo. La otra entidad gremial que agrupa a los empleados estatales, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) aceptó el acuerdo que se firmó en la sede de la Secretaría de Trabajo de Avenida Callao 114.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, sostuvo que “la caída del salario desde que asumió esta gestión ha sido estrepitosa. Esta propuesta es inaceptable. Lo que ofrecen ni siquiera se corresponde con los datos de inflación oficial. No podemos ser cómplices de este recorte brutal de nuestros ingresos”. Según sus cálculos la pérdida del poder adquisitivo fue del 22,4% en el último año.
En abril no se había convocado a discutir un aumento para el sector que los trabajadores venían exigiendo ante una inflación acumulada que ya supera el 50% en lo que va del 2024. Fue de 20,6% en enero, del 13,2% en febrero, del 11% en marzo y del 8,8% en abril, de acuerdo a la información que proporcionó el INDEC.
Los incrementos acordados en enero, febrero y marzo por la la Administración Pública Nacional fueron tres en este año: 16% en enero, 12% en febrero y 8% en marzo, siendo estos dos últimos rechazados por ATE y aceptados por el otro gremio signatario del convenio 214/06.
Las paritarias en el convenio 214/06 comprenden el periodo que va de junio de 2023 a mayo de 2024, por lo que el sector público nacional cerró su año de negociación con un aumento del 200,9%. Teniendo en cuenta que la inflación proyectada para mayo, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, sería de 7,5%, la caída del salario real para los estatales pasaría a ser de un 22,4%.
En noviembre, a seis meses de iniciada la paritaria, de acuerdo a fuentes de ATE el acuerdo había quedado 3,4% por encima de la evolución de los precios hasta ese momento. Pero a partir de diciembre todos los acuerdos “quedaron sistemáticamente por debajo de la inflación, consolidando la pérdida real del poder de compra”, aseguran.
Para Aguiar “con el correr de los meses, el ajuste en el sector público se consolida y cada vez es mayor. Con esta paritaria y cuando empiece el mes de junio, decenas de miles de estatales aparecerán como nuevos pobres. Son los propios datos oficiales los que muestran que desde que asumió este Gobierno los salarios han caído en picada. A partir de ahora el ingreso promedio en la Administración Pública apenas alcanza para cubrir la mitad del costo que tiene la canasta familiar básica”.
“Hemos decidido rechazar la oferta porque nuestro sindicato no puede ser cómplice semejante destrucción de los salarios. Este grave recorte en los sueldos rápidamente se va a disparar a las provincias y municipios. Debemos darle continuidad y profundizar nuestro plan de lucha en todo el país”, señaló Aguiar.
En la reunión en Trabajo la representación de ATE estuvo compuesta por Flavio Vergara, Secretario de Convenios Colectivos de Trabajo, y por Vanina Rodríguez, Secretaria de Formación, junto a Julia Scarensi, Luciano Fernández y la representante jurídica, Mariana Amartino. Por parte del Gobierno, participaron Enrique Pinedo, subsecretario de Evaluación Presupuestaria, y Rosana Reggi, subsecretaria de Transformación del Estado y Función Pública.
La puja salarial se da en medio de un achicamiento de la planta estatal que impulsa la administración libertaria. En varias de las empresas públicas se vienen produciendo despidos, no renovación de contratos, reubicación de personal por eliminación de ministerios, secretarías e institutos y también otros recortes de gastos como las horas extras o los viáticos. Además, está en marcha un plan de privatización de entidades en poder del Estado que activó las alarmas entre los gremios.
Por eso ATE realizó huelgas en determinados sectores desde que Milei es presidente. UPCN, en cambio, el gremio que encabeza Andrés Rodríguez, si bien se sumó a algunos de los reclamos, adoptó una posición más conciliadora, que en general va en línea con las propuestas salariales del oficialismo.