Mauricio Macri asumió el jueves como presidente del PRO y pidió “volver al origen” para “recuperar la identidad”. Patricia Bullrich encabezó el sábado un acto con dirigentes amarillos y de La Libertad Avanza en el que alentó la fusión de ambos espacios, defendió el gobierno de Javier Milei y cuestionó a los que “especulan”. El PRO está virtualmente fracturado y la lesión no encuentra sutura fácil. La elección de 2023 dejó secuelas que aún persisten, tanto que los referentes amarillos no encuentran su lugar en el escenario público. Algunos exacerban el “mileísmo” en sangre, otros hacen una defensa cauta el programa libertario y están aquellos que adoptan una postura crítica del Presidente de la Nación y se alejan de la Casa Rosada.
El fin de semana escenificó la división que vive el PRO. Horas después de la asunción de Macri al frente del partido, Bullrich desembarcó en Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría. La excusa fue participar del lanzamiento de la mesa de Apertura Republicana, pata liberal del PRO bullrichista, en provincia de Buenos Aires. Se trata del espacio que lidera Juan Curutchet, director del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El encuentro contó con la participación de Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio urbana y armador político de La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires. Se trata de un dirigente de íntima confianza de Javier y Karina Milei.
Con Bullrich y Pareja, el evento devino en un acto político que formalizó la construcción conjunta entre el PRO y La Libertad Avanza que tuvo como puntapié la provincia de Buenos Aires. Es algo que sucede desde hace poco más de un mes. El subsecretario de Integración Socio urbana tiene orden de Karina Milei para articular políticamente con el PRO bullrichista. Desde hace semanas que se producen reuniones entre los operadores políticos de la ministra de Seguridad, como Pablo Walter, con Pareja y su equipo. Luis Guillón ofreció el escenario para visibilizar la alianza.
Un actor sobresaliente de ese proceso es Diego Valenzuela, intendente del PRO que tras las elecciones de 2023 se acercó a Bullrich. Es un dirigente resistido por el macrismo. El jefe comunal se enfoca en fortalecer su figura en Tres de Febrero y la tercera sección electoral como proyección provincial hacia adelante. Tiene excelente relación con Milei. Fue compañero de facultad del Presidente, su relación tiene más de dos décadas, y es de los pocos intendentes que visitó la quinta presidencial de Olivos.
El bullrichismo arma con Milei de cara a 2025
Por parte del PRO, quienes también orbitan la mesa del bullrichismo además de Valenzuela, Walter y Curutchet son Ramón Lanús, intendente de San Isidro, quien también tiene buen vínculo con Macri, Daniela Reich, legisladora bonaerense y presidenta del PRO en provincia, Juan Pablo Allan, titular de ANMaC, Gerardo Millman, Florencia Retamoso, Carlos Pirovano, interventor del INCAA, Héctor Huici, subsecretario de Comunicaciones y Conectividad de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, y Luis Parodi.
Ese grupo resiste la jugada del macrismo para quedarse con la presidencia del PRO en provincia de Buenos Aires. Es una idea que busca colocar a Cristian Ritondo al frente del partido. Tiene anuencia del propio Macri, de Diego Santilli y un grupo de referentes amarillos. Bullrich busca bloquear esa movida para controlar el sello bonaerense. El sábado en el acto de Luis Guillón defendió a Daniela Reich al señalar que “tiene mandato hasta 2026″.
Son múltiples las acciones que ejecuta Bullrich para desafiar el liderazgo de Macri en el PRO. Un gesto sutil en ese sentido fue una publicación en redes sociales de Damián Arabia, diputado nacional y dirigente de la mesa chica de la ministra de Seguridad. Posteó una foto con Karina Milei con la descripción “con El Jefe”. El legislador fue electo vicepresidente 2° del PRO. No obstante, no fue convocado por el ex Presidente a la reunión de mañana en sus oficinas. En política nadie olvida nada.
Quien se mueve en provincia de Buenos Aires con anuencia de Macri es Néstor Grindetti. El jefe de Gabinete de CABA convocó a su mesa política este fin de semana en Lanús, municipio que gobernó hasta el año pasado. Se encontraron Adrián Urreli, legislador bonarense y su histórico armador político, Diego Kravetz, secretario de seguridad porteño, y un grupo de dirigentes de la tercera sección electoral del “grindettismo”. El presidente del Club Independiente tiene un armado en Buenos Aires tras su candidatura a gobernador y articula de cara a 2025. No tiene aún ninguna definición concreta, aunque siempre tiene un ojo puesto en la provincia más grande del país.
Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta, otro de los referentes históricos, permanece en el PRO, pero con un perfil bajo. Tras un viaje académico a Estados Unidos, el ex alcalde porteño continúa recluido de la arena pública, aunque con una agenda privada de reuniones política muy activa. Su foco apunta al centro ideológico, lejos de Milei y de Bullrich.
En tanto, Bullrich se convertirá en julio en presidenta de la Asamblea del PRO, órgano que define las alianzas electorales. Ganó peso político en el Gobierno y se mueve cerca de Javier y Karina Milei. Se apalanca en ese respaldo para horadar la conducción de Macri y forzar una fusión del partido amarillo con La Libertad Avanza. Ese proceso es el que se institucionalizó el sábado en Esteban Echeverría.
Macri conserva aún ascendencia en la arena política nacional. El ex Presidente de la Nación cuenta con una agenda internacional potente y mantiene vínculos aceitados con todo el establishment. Milei lo respeta y lo escucha esporádicamente. Conoce que el jefe del PRO aún tiene llegada a la opinión pública y, acaso lo más filoso: capacidad de daño.
Macri reconfigura la brújula del PRO
Macri tiene control sobre un puñado importante del diputados nacionales, así como excelente canal de diálogo con un grupo de gobernadores e intendentes. Milei no lo subestima, aunque ejecuta una astuta estrategia de neutralización. Lo escucha pero se reserva para él las decisiones. Es decir, no toma casi ningún consejo -o pedido- del ex Presidente.
El titular del PRO respalda en general el rumbo económico del Gobierno, aunque tiene ciertos matices en la ejecución de algunas políticas. El jueves formalizó su asunción frente al partido que fundó en un Zoom de 19 minutos. Pidió allí “volver al origen”. Trabajará para que su sello recobre identidad y no pierda autonomía ante al auge libertario. Macri espera para hacer una aparición pública una vez que el Congreso apruebe la Ley Bases. Algunos dirigentes de su entorno deslizan, incluso, que en el segundo semestre iniciará un operativo para marcar ciertas diferencias con la Casa Rosada. De momento, persiste la cautela.
Con ese espíritu, Macri convocó para mañana a una reunión a sus oficinas en Vicente López. Los citados son un grupo selecto de dirigentes de la “mesa directiva del PRO”. Están invitados los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri; los intendentes Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (Mar del Plata); los diputados nacionales Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal; el concejal de Santiago del Estero Facundo Pérez Carletti, que fue electo secretario general del PRO nacional; y estarán también otros referentes del macrismo como Fernando De Andreis, asesor de confianza del ex Presidente.
Macri aprovechará el encuentro para hacer un repaso de la situación política en cada provincia y municipio, recoger inquietudes de gobernadores e intendentes, realizar un panorama de la situación en el Congreso y la economía. Y lo más importante: definir lineamientos a seguir como PRO a partir de su asunción. El jueves pasada, cuando formalizó su mandato partidario, la cuenta oficial de X del partido volvió a publicar, después de meses de inactividad, una frase sugestiva: “Volvimos”. Implicó reproches de algunos bullrichistas que hicieron sus descargos en el grupo de WhatsApp del Consejo Directivo amarillo.
La semana pasada, Macri tuvo una aparición pública en un evento que organizó la Embajada de Estados Unidos. Se mostró junto a Marc Stanley, embajador norteamericano, y a Nacho Torres. La foto generó ruido en el PRO. Es que tuvo lugar el día antes en que el gobernador de Chubut recibió en su provincia a Axel Kicillof.
En una especie de operativo de “deskirchnerización”, el gobernador de Buenos Aires, que atraviesa una fuerte interna con Máximo Kirchner y La Cámpora, comienza a moverse por el país para construir una identidad propia. Y así aterrizó en Chubut para firmar un convenio de cooperación en salud. Le entregó a la provincia patagónica ambulancias para fortalecer la flota sanitaria de Rawson.
El hecho motivó en el enojo de los intendentes del PRO. Es que el martes, los 17 intendentes amarillos le habían enviado una nota a Kicillof exigiendo que “haga efectivo” el pago comprometido por el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal. Alegaron que la segunda cuota de ese programa debió ser remitida el 30 de abril. Y en medio de esa puja, el gobernador bonaerense apareció en Chubut entregando ambulancias a un gobernador de ese partido.
Torres se desmarca de esas críticas. Intenta mantener autonomía estratégica, se mueve cerca de Macri, tiene buena interlocución con funcionarios del Gobierno nacional, aunque conserva una postura crítica cuando considera que debe diferenciarse. El gobernador de Chubut pretende que la Mesa Nacional del PRO se reúna pronto en su provincia y le llevará la propuesta mañana al ex Presidente.
Dos gobernadores se reunirán esta semana con el Papa
El chubutense es uno de los que asistirá al Pacto de Mayo, aunque como el resto de los gobernadores, aún no recibió invitación. Ante esa indefinición, Torres viajará el miércoles a Italia junto a Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén, para participar de una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano. Regresarán el 24, un día antes de la fecha para el acuerdo de gobernadores con Milei en Córdoba. Si es que ese evento, finalmente, se hace. El Gobierno ya amagó, a través de Guillermo Francos, con hacerlo el 20 de junio, Día de la Bandera, en Rosario. Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, se enteró de esa posibilidad por los medios y no está al tanto de organización alguna en ese sentido.
A seis meses del Gobierno de Milei, el PRO sigue en ebullición política. Con Macri y Bullrich distanciados, la interna suma episodios y se profundiza cada día más.