El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, viajó a la ciudad santafesina de Rosario para firmar junto a su par, Maximiliano Pullaro, un convenio que continúa y extiende el trabajo conjunto entre ambos estados locales en la lucha contra el delito y las bandas criminales. Una firma que implica el intercambio de información e inteligencia interfuerzas, a modo de continuidad del envío de patrulleros que Buenos Aires cedió en comodato durante el mes de marzo. Sin embargo, la foto tiene su correlato político y se da en medio de la negociación por la Ley de Bases y la intención del gobierno nacional de conseguir el Pacto de Mayo con la presencia de los gobernadores que suscriban a la iniciativa que se debate en el Senado de la Nación.
Pullaro agradeció lo que fue el envío de 80 patrulleros y tres minibuses que Buenos Aires cedió a Santa Fe en marzo de este año e incluso le reconoció a Kicillof que “recibió muchas críticas, incluso de nuestra propia coalición” y que “seguramente pagó un costó político”, por ello. En todo momento, durante la conferencia de prensa que se llevó adelante en el Salón Blanco de la sede de Gobierno en Rosario, ambos mandatarios pusieron sobre la mesa las diferencias entre sí que tienen respecto al llamado del Pacto de Mayo y el contenido de la Ley Bases.
Algo similar a lo que había ocurrido días atrás cuando Kicillof visitó Chubut para, también, firmar la cesión de 15 ambulancias de alta complejidad que Buenos Aires prestará en comodato al gobierno de Nacho Torres. A diferencia de Pullaro, el gobernador patagónico sí plantea de manera más elevada ciertas diferencias con el gobierno de Javier Milei. Claro que ninguno a la altura de lo que es el posicionamiento de Kicillof.
“Un pacto suele ser un acuerdo entre partes que no están en la misma sintonía, entonces resignan algunas cuestiones y en otras llegan a un punto en común y entonces firman un pacto. A mí nadie me consultó ninguno de los puntos del Pacto de Mayo”, planteó Kicillof. Seguidamente amplió: “Entonces no es un pacto, en todo caso sería un contrato de adhesión donde uno tiene que ir y acompañar algo que ha sido elaborado por alguien con el que no estamos de acuerdo”, en relación al gobierno de Milei. La posición de Buenos Aires es determinante.
No así Santa Fe. Es que Pullaro remarcó que “nosotros estamos dispuestos a ir a dialogar, pero entendemos que sería importante anexar a los puntos que propone el presidente de la República -porque eso en definitiva es un pacto- el fortalecimiento del sistema productivo. Para quienes vivimos en el interior productivo es muy importante que podamos decir cómo se sale de esta situación y para nosotros se sale con más campo, con más industria, con más comercios, innovación. Queremos discutir el sistema productivo. Si eso existe, Santa Fe va a estar con mucho gusto”.
Sí hubo coincidencias en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y el rol de las provincias al respecto. “Necesitamos avanzar en la coordinación de jurisdicciones. Esto pasa por arriba de la pertenencia política. Una frontera no es impedimento para que el narcotráfico o el delito se expanda. Menos lo va a hacer la pertenencia partidaria em cada uno de los gobernadores”, sostuvo el bonaerense.
Pullaro reforzó la idea al remarcar que “quedó algo muy claro con la decisión que tomó el gobierno de la provincia de Buenos Aires y es que no hay diferencias políticas ni banderías. Hay una sola línea trazada, quién está de un lado y quién está del otro. Acá estamos todos del mismo lado. Entendemos que no le tenemos que dar ni un centímetro de ventaja a estas organizaciones que se llevan con su violencia la vida de los inocentes. Nos ayudaron a salir de una situación sumamente difícil”. El mandatario santafesino también informó que se avanzó en la adquisición de 100 móviles y se licitaron otros 800 más.
“Agradecemos al gobierno de la provincia de Buenos Aires que, ante hechos de inusitada gravedad que está atravesando Santa Fe, ha priorizado la seguridad y protección de nuestra ciudadanía, dejando de lado cualquier reparo político partidario”, dijo el ministro de Justica y Seguridad santafesino, Pablo Cococcioni; mientras que su par bonaerense, Javier Alonso, aseguró que “estamos frente a una problemática en la que no puede haber ningún tipo de divisiones: vamos a seguir profundizando el trabajo mancomunado para diseñar estrategias que nos permitan combatir al crimen organizado en ambas provincias”.
Por su parte, en el marco de la lucha contra el narcotráfico, el gobernador bonaerense también puso en funciones la base DRI Zona Norte Interior; anclada en la ciudad de San Nicolás. Se trata de la 6° División de Respuesta Inmediata de la UTOI y contará con 136 efectivos entrenados para combatir la narcocriminalidad de la zona, contribuyendo al escudo de seguridad Norte. También, se entregaron 10 patrulleros y 10 motos destinados a la base.
A Kicillof lo acompañaron el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; y el asesor general del Gobierno, Santiago Pérez Teruel.
Kicillof, entre la gestión y la construcción
Además de encabezar las firmas de gestión con Pullaro, el mandatario bonaerense también aprovechó la ida a Rosario para mantener un encuentro con referentes del PJ de Rosario, en una secuencia espejada a lo que hizo días atrás durante su paso por Chubut.
El gobernador bonaerense trabaja en una construcción opositora que en el corto plazo tiene como objetivo la resistencia a la Ley Bases en el Senado y la concreción de una gran movilización del peronismo y demás sectores para el día que el proyecto se trate en el recinto. En lo que respecta el mediano y largo plazo, la figura de Kicillof entrará indefectiblemente en la discusión de candidaturas hacia 2027, toda vez que no tiene reelección en Buenos Aires y cuenta con un capital político que lentamente viene subiendo el perfil.
Durante el encuentro que tuvo con dirigentes peronistas de Chubut, habló de “industricidio” y -como viene remarcando en diferentes intervenciones- planteó que el gobierno nacional “desertó” de sus responsabilidades. El dato, acaso novedoso, fue que más allá de la coyuntura por la Ley Bases y el DNU, también sugirió trabajar en un programa económico para el futuro; si es que el peronismo regresa al gobierno en 2027. “Tenemos que seguir estando cerca de la gente para representar sus necesidades y brindar las respuestas que necesitan para vivir mejor”, posteó luego sobre el encuentro con dirigentes chubutenses en su cuenta de X.