“Si el peronismo no tiene la pelotas para prepararse y dar una batalla con La Cámpora, está terminado”, sentenció el ex ministro de Seguridad Aníbal Fernández. Esa frase filosa reabrió la interna que carcomió los cimientos del gobierno de Alberto Fernández durante más de tres años.
Pero no fue la apreciación que más molestó en la agrupación ultra K. Porque, en definitiva, es parte de una discusión política en la que se exponen las diferencias internas del pasado reciente. En el camporismo entienden que el ex funcionario pasó un límite en sus apreciaciones sobre Máximo Kirchner y que “perdió los códigos”.
Fernández apeló a un verso del folclorista José Larralde para castigar a Kirchner, con el que a hace tiempo que no se lleva bien, más allá que durante la entrevista en Radio con Vos, aseguró que no tenía problemas con él. “Hasta parece mentira, pero es cosa señalada, que de una sangre pareja sale la cría cambiada”, dijo en referencia a las diferencias entre el líder camporista y sus padres. Esa frase fue un puñal que despertó la ira en la organización política.
No fue lo único que dijo el ex ministro. También aseguró que La Cámpora les hizo “todas las chanchadas posibles” a Alberto Fernández y Axel Kicillof, que Máximo Kirchner “ni por casualidad es un dirigente con estatura”, que se “la pasaban todo el día tirando piedras” y que en la política la agrupación hizo “cosas qu son dañinas”. Fue contundente e incisivo.
La única dirigente que le respondió en público fue la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. “Hubiese sido bueno leerte diciendo esto Aníbal Fernández, y no atacando a compañeros. Nosotros siempre vamos a ser respetuosos y dar oportunidades, como cuando nadie te tenía en cuenta y fue MK quien pensó en vos para YCRT”, escribió en su cuenta de X, junto al recorte de una nota del diario Perfil, que fue modificada.
El título de la nota era: “Aníbal Fernández contra Máximo Kirchner: si el peronismo no tiene pelotas para dar una batalla contra La Cámpora, está terminado”. Mendoza cambió el nombre de Kirchner por el de Javier Milei y el de agrupación por la Ley Bases. Finalmente quedó: “Aníbal Fernández contra Javier Milei: si el peronismo no tiene pelotas para dar una batalla contra la ley Bases, está terminado”. Un sentido que no tuvo.
Pero el pase de factura no terminó ahí. “Lo que dijo Aníbal es una falta de respeto a Máximo, pero también a Néstor y a Cristina. Se ve que no le anda el espejo retrovisor. No mira para atrás. Cuando todo el sistema político, económico, mediático y eclesiástico lo apuntaba por la acusación maliciosa de estar involucrado en la causa de la efedrina, nosotros estuvimos ahí, con la banderita, bancándolo”, sentenció un influyente dirigente del camporismo. Y agregó: “Lo bancamos en un momento muy duro. Se ve que se olvidó”.
En el organización aseguran que en el 2019, cuando se estaba armando el gobierno del Frente de Todos, Máximo Kirchner y La Cámpora consideraron que Aníbal Fernández tenía que estar en la nómina de posibles funcionarios, debido a su experiencia y su capacidad para defender la gestión, y que fue el entonces presidente Alberto Fernández el que lo descartó. “Decía que tenía mala imagen y eso no le servía al gobierno”, indicaron.
En el camporismo también se acordaron del pasado reciente. Aunque terminó habiendo una lista de unidad que respaldó la candidatura presidencial de Sergio Massa, hasta un día antes del cierre de listas, Daniel Scioli mantuvo firme su candidatura para competir en una interna con el ex ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, parte de la mesa chica de la organización ultra K.
En ese momento, Fernández se había convertido en el apoderado de Scioli y había lanzado múltiples dardos contra el camporismo, en el medio de una disputa por los avales y los requisitos para presentar la lista en la interna de la coalición oficialista. “Es raro que nos cuestione más a nosotros que a Daniel, que terminó siendo funcionario de este gobierno”, explicó un dirigente del núcleo duro de La Cámpora.
Un nombre propio que integra las filas del kirchnerismo duro recordó una frase que ya había dicho Máximo Kirchner tiempo atrás, en un discurso en la cancha de Argentinos Juniors. “Si la tiene tan clara, que presente una lista en el PJ, arme alianzas, gane y conduzca. Y ahí todos iremos detrás de él”, señaló. Desde la organización ahora impulsan la competencia para saldar internas y resquemores del pasado. En un sector del peronismo desconfían de esa convocatoria y advierten que hubo “afiliaciones masivas” de militantes camporistas.
En La Cámpora no se desviarán demasiado de la política de comunicación que les pidió Cristina Kirchner algunas semanas atrás en Quilmes. El foco importante es la Ley Ómnibus, la caída del poder adquisitivo, el aumento de las tarifas y el daño de la política económica a algunos sectores del sistema productivo. Le respondieron a Fernández para que el silencio no sea cómplice. Piña por piña, reproche por reproche.