El vínculo entre el gobierno bonaerense y el PRO en la provincia de Buenos Aires está roto. El gobernador, Axel Kicillof, buscó al inicio de semana conseguir una foto potente con todos los intendentes, en un acto donde le pidió a los jefes comunales que lo acompañen en el reclamo que mantiene hacia el gobierno de Javier Milei por el recorte de fondos. Se llevó aplausos, menos del PRO que no asistieron al encuentro.
El partido que hoy a nivel provincial preside la senadora bonaerense por la Primera sección electoral, Daniela Reich, cuestionó el convite que hizo el mandatario. El acto en cuestión fue la firma para ejecutar la segunda cuota del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal; una masa de recursos que originalmente -en diciembre del año pasado- era de $116 mil millones, a distribuirse entre los 135 distritos bonaerenses y de libre disponibilidad. Se trató de un acuerdo que los intendentes trazaron con el Ejecutivo que requería de los votos en la Legislatura para aprobar la Ley Fiscal Impositiva y la prórroga de las emergencias en distintas áreas de gobierno.
“La segunda cuota del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal se debió haber transferido el 30 de abril. No consideramos necesario concurrir a ningún acto político ni firmar ningún convenio para depositar los recursos comprometidos por ley”, cuestionaron los intendentes del PRO tras el acto que encabezó Kicillof, que terminó juntando a 90 intendentes entre los del peronismo, la Unión Cívica Radical y de los espacios vecinalistas.
En el comunicado que hicieron correr los intendentes del PRO, también advierten que “en otros municipios los fondos ya fueron depositados, pero no es el caso de los municipios gobernados por el PRO”. El comunicado de los intendentes fue reforzado por uno similar que lleva la firma de los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.
Infobae consultó a fuentes del Ejecutivo bonaerense, que informaron que efectivamente no hubo transferencia a los municipios que no participaron del acto. La explicación es que se precisa de la firma convenio y que en el pago de la primera cuota -en el mes de febrero- no fue necesaria una rúbrica porque se trató de un adelanto, comprometiéndose que a partir de la segunda cuota -la que se suscribió días atrás- sí hay que completar el proceso administrativo. “Ya los convocamos nuevamente para que vengan a firmar”, plantearon desde el entorno de Kicillof.
Entre el cruce de versiones se decanta que la cuestión es política. El PRO gobierna en 16 municipios y el vínculo con el gobierno bonaerense es diferente al llevan los intendentes de la Unión Cívica Radical y con el Ejecutivo. Incluso, tiempo atrás, Kicillof mantuvo una reunión privada con todos los intendentes del radicalismo.
Este miércoles, el mandatario bonaerense estuvo en Rawson, Chubut. Allí se mostró con una de las cartas del PRO como es el gobernador Nacho Torres, una de las figuras -quizá-con más proyección que tiene el partido de Macri. Kicillof y Torres firmaron el convenio para que Buenos Aires le ceda 15 ambulancias de alta complejidad a Chubut. En sus discursos hubo agradecimientos mutuos. Kicillof fue más enfático en su crítica al gobierno nacional. Torres reclamó mayor federalismo y pidió dejar de lado las diferencias para trabajar en conjunto. Todo, en medio de la discusión por la Ley Bases en el Senado de la Nación.
En el PRO bonaerense la decisión de ceder en comodato 15 ambulancias a Chubut, también fue cuestionada. “Nadie niega la importancia ni puede estar en contra de la solidaridad y el vínculo entre las provincias en la Argentina, pero Kicillof no puede regalar los recursos de los bonaerenses cuando dice que la Provincia está en crisis”, planteó el jefe del bloque PRO en la Cámara de Diputados bonaerense, Agustín Forchieri.
“El mismo gobernador que dice que la salud y la seguridad están en crisis en la Provincia, entrega patrulleros y ambulancias a provincias. Kicillof juega a ser Papa Noel con los recursos de los bonaerenses”, agregó. El problema no es con Torres, sino con el mandatario bonaerense.
El cortocircuito entre el Ejecutivo y los legisladores e intendentes del PRO también empantana algunas negociaciones legislativas y en las que Kicillof tiene sumo interés; como son los proyectos de ley para la creación de un laboratorio provincial para la fabricación de medicamentos e insumos hospitalarios. Además de otro proyecto para la creación de una empresa de emergencias de carácter provincial. Ambas iniciativas contemplan la figura de una sociedad anómica del estado.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, ya hizo su exposición informativa tanto en Diputados como en el Senado de los proyectos. En ambas reuniones estuvo escoltado por el Asesor General de Gobierno, Santiago Pérez Teruel. En ambas cámaras legislativas, los bloques del PRO adelantaron que no acompañarán las iniciativas.
Lo que le sigue al oficialismo es allanar el camino con otras fuerzas opositoras. Allí la intención es el acompañamiento de la UCR y de los bloques que se desprendieron de un inicial espacio de La Libertad Avanza, pero que ya se mueve con autonomía a las decisiones de Javier Milei, tanto en Diputados como en el Senado.
En lo que respecta a las iniciativas de Salud la posición del radicalismo aún no está definida. Si bien no es tajante como el PRO, tampoco manifestó su acompañamiento. Una muestra fue el planteo del senador de la UCR, Alejandro Cellillo, quien en las últimas horas aseguró que “el gobierno provincial no ha demostrado ser eficiente en materia de salud. Y, si bien ambas iniciativas tienen cuestiones positivas y atendibles, la urgencia es resolver la crisis del IOMA. No es momento de creación de empresas. Menos aún de estructuras estatales que carezcan de control y auditorías”.
Además de estos proyectos en dos semanas, la Suprema Corte de Justicia bonaerense quedará con tres integrantes de los siete originales. En junio se efectiviza la salida de Luis Genoud. El máximo tribunal de justicia bonaerense estará compuesto solo por Fernando Soria, Hilda Kogan y Sergio Torres. Ante la falta de miembros, precisará de fueros inferiores para dictaminar.
Hay cuatro lugares vacantes. En la Legislatura aguardan que el Ejecutivo abra una negociación por ese asunto. Por el momento, Kicillof no lo tiene en agenda inmediata. Según supo este medio, es probable que forme parte de una conversación sobre el fin de año cuando haya que discutir, en principio, la Ley Fiscal Impositiva 2025; porque lo hace el Presupuesto está atado al devenir y proyección del gobierno nacional, cuya transferencias de recursos hacia Buenos Aires y el resto de las provincias están pisadas.
“Sería bueno que acompañen los reclamos que la Provincia le está haciendo al gobierno de Javier Milei, que incumple todo tipo de normas y acuerdos y frente a eso no dicen nada”, plantean en Gobernación sobre la relación que mantienen con el PRO.