El presidente Javier Milei rechazó hoy que exista un atraso cambiario en la Argentina y cuestionó a los economistas que sostienen la necesidad de apreciar el dólar, mientras que sostuvo que se está “cada vez más cerca de abrir el cepo cambiario” y defendió el programa de ajuste, del orden de los 15 puntos que, afirmó, está llevando a cabo. “Es el más gran de la historia de la humanidad”, afirmó.
Al hablar ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), dijo que la Argentina va hacia un régimen de “competencia de monedas” en el que cada uno elegirá en qué divisa hacer las transacciones. Y sostuvo que eso irá llevando a que “cada vez se utilice menos el peso, y cuando casi se deje de usar, iremos hacia una dolarización y a eliminar el Banco Central, para que los políticos corruptos no puedan volver a robar emitiendo dinero”.
Sobre las chances de terminar con el cepo cambiario, el jefe del Ejecutivo sostuvo que “está en nuestros planes abrirlo lo antes posible, pero tardamos porque lo hacemos a mercado, no lo hacemos de prepo, por la fuerza. Esa es una característica de este gobierno, que respeta a rajatabla la propiedad privada”
“No soy un comunista, soy un liberal libertario, y creo que ustedes son los creadores de riqueza”, les dijo Milei a los empresarios que participaron del encuentro que se desarrolló en un hotel del centro porteño. El escenario sirvió para que el jefe de Estado brindara un fuerte respaldo a su equipo económico, tanto al ministro Luis Caputo como al titular del Banco Central, Santiago Bausili.
El Presidente había iniciado su discurso con fuertes cuestionamientos a los economistas y a la “fatal arrogancia” que les adjudicó a los especialistas que plantearon la existencia de atraso cambiario. “Están pretendiendo saber cosas sobre las que no tienen la más pálida idea”, se quejó el presidente, en un almuerzo en el hotel Alvear en el que se encuentran los principales presidentes de las cámaras empresariales y medio Gabinete Nacional.
Milei cargó contra sus colegas de profesión que cuestionan el valor establecido y les dijo que hacen “análisis berretas” y son unos “chantas”.
“Si bien vengo en carácter de Presidente, dado lo intenso que está el debate sobre si hay atraso cambiario, no puedo dejar de ser economista. Así es que me parece relevante tener este debate porque desde mi punto de vista, sacando raras excepciones, lo que están diciendo la mayoría de los analistas está mal; por ende voy a mostrar por qué lo que dicen está mal”, dijo Milei.
“Porque la verdad que, si no se hacen las salvedades, en rigor son unos chantas. Pero si las hacen, ¿para qué hacen este análisis si está mal?”, enfatizó. Milei ironizó ante los empresarios, y dijo que “como verán, vine un poco más sangriento que de costumbre”. Enseguida, agregó, “estamos haciendo un ajuste del 15% del Producto Bruto, imposible, nada”, manifestó el primer mandatario.
Presencia oficial
Gran parte del Gabinete acompañó al Presidente durante la exposición desde la mesa principal. Estuvieron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el ministro del Interior, Guillermo Francos; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la canciller Diana Mondino; el ministro Caputo; y el titular del BCRA Bausili, para quien Milei pidió un aplauso por haber bajado el déficit de la autoridad monetaria.
“Parece interesante este debate porque desde mi punto de vista lo que están diciendo la mayoría de los analistas está mal”, dijo Milei. Aseguró que “unos cuantos han currado durante años con estos análisis berretas y ahora necesitan justificar, o como le erraron en diciembre y enero quieren forzar la realidad para clavar sus puntas”.
“Si yo voy a definir atraso, quiere decir que estoy comparando contra algo, quiere decir que tengo que conocer el vector de precios completo”, pero sostuvo que eso no es posible. “¿Creen que pueden hacer esa cuenta y definir que hay atraso?”, cuestionó y sumó una nueva pregunta: “¿Eso significa que no pueden hacer nada? No. Podrían haber formas o mecanismos indirectos para creer que hay un desequilibrio”.
“Nosotros estamos terminando con el problema de los pases, que está encaminado. Arreglando el problema de los puts, algo que el Fondo Monetario Internacional le permitió un camino de financiamiento indirecto al gobierno anterior y que hizo la vista gorda y miró para otro lado y nos dejaron el pufo a nosotros”, afirmó en una abierta crítica al organismo internacional de crédito.
Querer corregir el tipo de cambio mediante una devaluación para el Presidente “lo único que hace es aumentar la cantidad de pobres indigentes y no resuelve el problema. Porque con esa devaluación lo que yo estoy haciendo es abortar el proceso en el cual yo reasigno los recursos. Es decir, cuando yo limpio todo el sistema, si va a dar cara Argentina en dólares, pero no se no se corrige devaluando, se corrige vía reformas estructurales en el sector no transable, esa vendría a ser la regla, por lo tanto es absolutamente ridículo”.
“Hay un analista político -habla de Ian Bremmer- de Estados Unidos que cuando analizó la llegada al poder de nuestro espacio, muy influenciado por las cosas que se decían acá como el dólar a $10.000, tenía una visión muy negativa. El hombre hace unos días dijo: ‘me equivoqué’”, expresó en otro tramo de su alocución. Bremmer, politólogo, había planteado que la Argentina podría experimentar un “colapso inminentemente”, pero ahora se mostró sorprendido y destacó la gestión actual por los avances económicos.
En su exposición, que abundó en datos técnicos, le dedicó un tramo a una de las promesas que había hecho en la campaña electoral, la baja de impuestos. “La mejor muestra de que los queremos bajar es que no los coparticipamos, porque si los coparticipamos no los bajamos más”, aseguró. “En la medida que la economía empiece a rebotar lo vamos a empezar a bajar”, agregó con énfasis.
Asimismo criticó a quienes le cuestionan el ajuste de las cuentas públicas que viene implementando. Según su visión cuestionan “porque la calidad del ajuste no es óptima. Les voy a decir algo, ‘No, porque tiene mucho de licuadora y tiene tijerita’. Primero, hemos recortado la obra pública, hicimos cero, recortamos las transferencias discrecionales, no paramos de cortar choreos, llevamos la estructura del Estado a la mitad. “No pero es tijerita” ¿Qué tijerita? Estamos recomponiendo tarifas. “Pero es tijerita”, los que decían que encima no se podía ajustar más que un punto. Y después les digo algo: cuando la licuadora se convierte en permanente es motosierra también”.
Allí tuvo elogios para el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo. “A Toto voy a decirle chanchito de yeso: para sacarle un mango hay que romperlo. Y lo avalo. Es irrompible. Es un irrompible, y les voy a decir algo más, si alguien lo quiere romper antes me va a tener que romper a mí, porque yo no voy a entregar el resultado fiscal. Entonces, de vuelta, gasto público decreciente, riesgo país decreciente, las tasas de interés en caída, por lo tanto, no les cierra el modelo. O sea, no hay elemento de teoría económica que fundamente el disparate del atraso cambiario”, indicó.
En el final se refirió a la implementación de una canasta de monedas. “Vamos a alargar la competencia de monedas. En la medida que la economía se expanda, es decir que el sendero de consumo se haga más grande, eso va incrementar la demanda de dinero, pero nosotros no estamos poniendo pesos en la economía. Entonces, ¿Cuál es la consecuencia? Que la economía se va a empezar a monetizar endógenamente por los propios individuos, poniendo, si ustedes quieren, más dólares adentro de la economía, o la moneda que ustedes se les dé la gana”, explicó.
“Por lo tanto vamos a ir a un régimen donde el peso va a quedar fijo y ustedes van a elegir la moneda que ustedes quieran. Todas las monedas van a competir contra el peso. ¿Les gusta el tipo de cambio, la canasta de monedas? Bueno el lugar que lo determina un burócrata, un ponderado, lo van a determinar ustedes mismos con sus decisiones. Es decir se acabó el problema de la apreciación cambiaria. Eso sí: el peso va a estar como una roca. Porque no se mueve pero ustedes van a poder elegir en qué moneda van a ser las transacciones. Y que en la medida que la economía se expanda la cantidad de pesos relativamente va a ser más chica. Y, cuando ustedes se den cuenta, va a ser tan chica la cantidad de pesos que podré dolarizar o la economía o cualquier esquema monetario de esos y eliminar el Banco Central. Y se terminará la posibilidad de que cualquier político ladrón de este país los vuelva a robar con el impuesto”, detalló.