En medio de la ola de adhesiones sindicales al paro general de la CGT de este jueves, un grupo de dirigentes gremiales decidió no sumarse a la huelga y criticar la metodología de protesta contra el gobierno de Javier Milei, aun cuando algunos también cuestionan las políticas oficiales.
Dante Camaño, titular de la seccional Capital de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA); Facundo Lancioni Kaprow, secretario general del Sindicato SEducA (Sindicato de Educadores Argentinos), y Marcelo Peretta, líder del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) son tres de esos gremialistas que muestran sus profundas diferencias con la CGT y toman distancia de la forma elegida para reclamar.
El más experimentado de los dirigentes “anti-paro” es Camaño, al frente de la seccional porteña Gastronómicos desde 1985 y peleado a muerte con Luis Barrionuevo, su ex cuñado. Militante del Peronismo Republicano, apoyó a candidatos de Juntos por el Cambio e integró la lista de postulantes a diputado nacional de esa coalición por CABA en las últimas elecciones. Ya dio la nota en el 1° de mayo, cuando, en forma simultánea con la movilización de la CGT por el Día del Trabajador, organizó un locro en su sindicato del que participaron la vicepresidenta Victoria Villarruel y funcionarios porteños y dirigentes del PRO como Waldo Wolff y Jorge Triaca, entre otros.
Ahora, en diálogo con Infobae, se mostró contundente al rechazar la medida de fuerza de la CGT: “No comparto el paro. Hace un año estábamos igual o peor porque ni siquiera había esperanza y nadie dijo de hacer un paro. Los motivos que tienen son como los de la marcha que vimos hoy (se refiere a la manifestación piquetera en zona norte) y a esos tipos no les preocupa la reforma laboral ni el Impuesto a las Ganancias porque fueron llevados por gente que vive del curro de la pobreza”.
Camaño aseguró que “algunos dirigentes sindicales confunden los derechos sindicales con los derechos laborales, que son dos cosas diferentes”. “Una cosa es lo que le pasa a los trabajadores y otra a los sindicalistas. Yo no confundo eso”, agregó. Y cuando se le preguntó acerca de por qué la CGT realiza el paro, contestó con una definición polémica: “No tengo ni idea. Este paro es de una CGT que está cooptada por la izquierda. O sea, venimos a terminar como en la década del 70, pero al revés. En vez de llamarnos burocracia sindical y combatirnos para matarnos, como mataron a Kloosterman, Vandor, Rucci y a tantos otros, la izquierda ahora se mete en la CGT y le vende su discurso”.
Peretta, por su parte, es un gremialista que se define como “peronista liberal” y fue el eje del armado sindical de Patricia Bullrich. Incluso fue quien le presentó a Milei a la actual ministra de Seguridad, aunque ahora está en una postura crítica del Gobierno, cuya gestión considera una “oportunidad perdida” porque el Presidente “se convenció de que la economía financiera es mejor que la economía real” y “está tan obnubilado por los empresarios que les entregó la Secretaría de Trabajo”.
“(Milei) Aumentó más impuestos que Alberto Fernández y todo el kirchnerismo y la propuesta ahora es seguir aumentando los impuestos; este no es un gobierno liberal, es un gobierno empresarial”, enfatizó el jefe del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, que incluso fue el promotor del amparo judicial que frenó la desregulación de la actividad farmacéutica incluido en el DNU 70.
De todas formas, Peretta cuestiona la huelga general de este jueves: “El paro no soluciona el problema que tiene la Argentina. Hay que hablar con los diputados y senadores, que son los representantes del pueblo y de las provincias, para convencerlos de una verdadera reforma sindical y laboral. Y al otro día del paro no cambia nada y se genera más grieta porque el Gobierno va a exponer aún más a los sindicalistas que no hicieron nada en el gobierno de Alberto y ahora salen a parar, y del otro lado hay dirigentes que no se sienten escuchados y van a tener más bronca aún”.
Lancioni Kaprow, el más joven de los gremialistas “anti-paro” consultados, lidera un sindicato docente con más fuerza en el distrito porteño y desde hace años se diferenció de sus pares que paralizan a menudo las escuelas con medidas de fuerza que afectan a los alumnos y a sus familias. “Los paros destruyen al sistema educativo”, se animó a decir en 2021, en la pandemia, cuando defendía la presencialidad de los docentes en las aulas y casi todos los sindicalistas predicaban lo contrario.
Hoy, el titular de SEducA es otro de los críticos del paro de la CGT: “Nosotros no vamos a adherir porque estamos convencidos de que los docentes tienen que estar en las aulas dictando clases y, sobre todo, porque esta convocatoria al paro no está clara”. ¿Qué significa que no esté clara? “Si es por la Ley Bases, está en el Senado y todavía no salió, y además la economía se estabilizó -señaló-. En el rubro salarial, los docentes en Capital están mejor que hace dos años. El poder adquisitivo se está recuperando. El año pasado, en la Ciudad conseguimos 185% de aumento y hoy un docente que recién se inicia cobra unos $800.000, sin paritaria nacional docente, que era la que bajaba el piso”.
“Este es un paro para desgastar a Milei”, sostuvo Lancioni Kaprow, quien puso un ejemplo de su definición: “Al paro de la CGT de enero adhirió la CTA y (Roberto) Baradel, pero, en ese momento ¿qué docente se iba a sumar si estábamos de vacaciones, como marca nuestro convenio? Y en la provincia de Buenos Aires, que gobierna Axel Kicillof, no hicieron ningún paro y en la ciudad de Buenos Aires ya hicieron 7, aunque los docentes no le dan importancia y van a trabajar igual”.
Para este dirigente, los trabajadores todavía confían en el Gobierno, pese a la crisis económica. “Claro que hay confianza -resaltó-. Si hoy hubiera elecciones, claramente gana Milei otra vez. ¿O hay alguna duda de que no hay oposición? Hay una esperanza del trabajador, aunque lamentablemente cada vez somos menos los que estamos en el ámbito laboral y estos sindicalistas que promueven el paro son parte de la casta. ¿Cuándo defendieron al trabajador? Son cómplices de esta decadencia”.
Camaño también cree que los trabajadores respaldan mayoritariamente a Milei, aunque le apuntó como responsables de la crisis a la inflación, la falta de precios de referencia, los subsidios y la “tremenda” carga fiscal que existe. “Necesitamos cosas muy profundas y va a llevar muchos años solucionarlas -indicó-. Ahora se está tomando conciencia de que no podemos seguir viviendo como una vieja loca que gasta con la tarjeta porque en algún momento hay que pagar. No podemos seguir emitiendo, emitiendo y emitiendo y mantener millones de planes sociales y 9 millones y medio de jubilados si no hay aportes. No llegamos acá por lo que hizo este loco (por Milei). Este loco recién llegó y se encontró con todo esto que venimos haciendo desde hace más de 50 años”.
Para Peretta, en cambio, Milei “es una oportunidad perdida” porque “antes decía que los cambios verdaderos no se pueden hacer en 5 minutos, pero ahora lo puso a (Luis) Caputo para hacer economía financiera y pretender cambiarla de la noche a la mañana y por eso va a terminar mal”.
Consideró que el Presidente “se convenció de que es mejor la economía financiera que la real, pero la economía real es producir y trabajar, con baja de los impuestos y baja de retenciones al campo para que exporten”. Y agregó: “Sin embargo, ahora no se tocan las retenciones, no se tocan los impuestos sino que se aumentan, e inclusive se quiere volver al Impuesto a las Ganancias. Eso ahoga la economía y desestimula la producción. Para colmo se sigue emitiendo dinero y contrayendo deuda”.
En cuanto a la reforma laboral impulsada por el Gobierno, y recortada a la medida de varios reclamos de la CGT, los tres sindicalistas “anti-paro” no se pusieron de acuerdo. Camaño dijo que está “a mitad de camino”, aunque criticó a los dirigentes “que son empresarios, riquísimos y demagogos, que te hablan de los derechos, pero no te dicen que los derechos no se aplican, son papel mojado”.
Por eso opinó que el rumbo elegido por Milei es el correcto, aunque expresó sus dudas acerca de si podrá instrumentar los cambios necesarios porque “va a haber millones de tipos en la calle y no se puede gobernar todos los días con millones de tipos en la calle”. Añadió que “hay mucha gente que no trabaja, el mundo cambió totalmente y muchos dirigentes no se quieren dar cuenta”.
Peretta, por su parte, calificó la modernización laboral libertaria como un “no cambio” y destacó: “No pienso como la CGT, por más que pueda coincidir en la crítica al Gobierno de que esto no es una reforma. Alfonsín se equivocó. De la Rúa se equivocó. Macri se equivocó. Ahora va a ser exactamente lo mismo. Esta reforma laboral no incluye la competencia de los sindicatos chicos con los grandes. ¿Por qué mantienen el unicato sindical y no permiten que todos puedan participar? No lo hacen porque se no se atreven y, además, porque le entregaron todo a la UIA. Nunca pasó que el Secretaría de Trabajo esté en manos de la patronal. Es como poner el zorro en el gallinero”.
En cambio, Lancioni tiene un opinión positiva. “La reforma laboral es necesaria -dijo-. El mundo laboral necesita que la gente entre y salga. Ahora todo está estancado. La gente sale, pero no entra. Yo prefiero que entre y salga porque aunque salga, a la larga van a entrar más. Hoy no están entrando al mundo laboral sino al mundo del plan. Por eso la reforma es un desafío interesante”.