La comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados se reunió hoy por primera vez para analizar los cuatro proyectos que ya obtuvieron dictamen en la comisión de Previsión Social más una nueva iniciativa que presentó María Eugenia Vidal en representación del PRO. Si bien tanto los sectores “dialoguistas” como el peronismo coincidieron en la importancia de avanzar lo más rápido posible para poder llevar al recinto un proyecto que mejore las jubilaciones y las pensiones, no lograron llegar a un texto consensuado. No obstante, diferentes actores que participan de las negociaciones reconocieron que las posiciones no son tan lejanas y es probable que se llegue a un dictamen común en el plenario convocado para el miércoles de la semana que viene.
Al inicio de la reunión, el titular de la comisión, José Luis Espert, detalló el impacto de cada una de las iniciativas, según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso. En ese sentido, señaló que la reforma que el Gobierno impuso por decreto tendrá un costo equivalente al 0,31% del PBI. El DNU estipula una actualización de los haberes en base al Índice de Precios del INDEC, más una compensación extra del 12,5% en reconocimiento de la inflación de enero.
En tanto, remarcó que el dictamen conjunto de la UCR y Hacemos Coalición Federal tendrá un impacto del 0,43% del PBI. Mientras que el proyecto de Unión por la Patria representa un gasto del 1,86% del PBI y el del FIT, de 8 puntos del PBI.
“Nosotros vemos crítico que el déficit cero se mantenga, para derrumbar el peor impuesto para los pobres, que es la inflación. Ninguno de estos proyectos contempla eso. Ninguno de estos proyectos contempla la fuente de su financiamiento”, planteó Espert.
El dictamen de la UCR y Hacemos Coalición Federal propone garantizar un haber mínimo en base a la canasta básica del adulto mayor (que rondaría los $250.000) y una actualización mensual en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, los dialoguistas proponen aumentar la compensación -o “empalme”- con un 8,1% adicional, dado que el DNU otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero (mes que queda fuera de la actualización por IPC).
A su vez, se incluyó de forma anual (en marzo) un adicional del 30% de la variación entre el RIPTE (promedio de los salarios) y el IPC para habilitar la posibilidad de mejorar las jubilaciones en contextos de crecimiento económico. Así el IPC no se convertirá en un un techo para los haberes.
Por su parte, el PRO presentó hoy un nuevo proyecto bastante similar al de UCR/HCF que también contempla una actualización por IPC y un adicional anual del 30% de la variación entre el RIPTE y el IPC. La principal diferencia fue la propuesta de pagar la compensación del 8% en 12 cuotas mensuales.
“Nos permitimos presentar un proyecto que permita equilibrar la necesidad de conservar el déficit cero como la necesidad de que los jubilados no pierdan con la inflación”, dijo María Eugenia Vidal. El proyecto del PRO no cuenta con dictamen de la comisión de Previsión Social ya que hace dos semanas decidieron no firmar ningún dictamen.
“Nuestro proyecto es muy similar al de la diputada Vidal, salvo el pago en cuotas y el reconocimiento de la deuda de ANSES con las cajas provinciales no transferidas”, lamentó Nicolás Massot, de Hacemos. Por otro lado, desde ese espacio insistieron en que el Gobierno haga recortes en los gastos tributarios (como los regímenes especiales o de promoción) para no utilizar la jubilaciones como variable de ajuste.
“Si todo el mundo pagara las mismas alícuotas de los impuestos, Argentina tendría hoy 2 puntos del PBI de superávit. Pedirla a la AGN y a la Oficina del Presupuesto del Congreso un informe sobre la magnitud fiscal del gasto tributario (cada ítem, cada régimen, cuánto pesa en el PBI)”, solicitó Massot.
En tanto, Unión por la Patria propone incluir en el mínimo el bono de $70.000, con lo cual el piso mínimo rondaría los $241.000. No obstante, la principal diferencia gira en torno a la fórmula previsional: el peronismo propone rehabilitar la fórmula del gobierno de Alberto Fernández que combinaba la recaudación y los salarios. Sin embargo, como esa fórmula demostró perjudicar a los jubilados en contextos de alta inflación, incluirá un piso en base al IPC, una suerte de cláusula gatillo.
En concreto, los haberes se actualizarán todos los meses por IPC “a cuenta” de la fórmula del gobierno anterior. Entonces cada tres meses se hará un corte para determinar si la actualización por inflación supera o es menor a la que hubiera dado la fórmula. Si es menor, se compensará la diferencia. Además, una compensación inicial del 30% por la inflación de enero y de diciembre.
“Nuestra voluntad es avanzar lo más rápido posible con el dictamen. En términos generales todos los proyectos van en la misma dirección”, explicó Itaí Hagman. Y arremetió contra la propuesta de Vidal: “La propuesta de las 12 es casi insultante”.
Según pudo saber Infobae, diferentes sectores de la oposición, principalmente UxP y UCR/HCF buscaron sin éxito llegar a un texto común pero acordaron seguir negociando con el objetivo de firmar el dictamen la semana que viene. Las principales diferencias giran en torno al piso de compensación (20.6% para los dialoguistas y 30% para los peronistas) y el rol del Fondo de Garantía de Sustentabilidad a la hora de saldar deudas con las cajas provinciales no transferidas.
“Basta de jugar con los tiempos. Los ingresos de los jubilados no son un chicle, los fondos de las universidades no son un chicle. Basta de jugar con los tiempos cuando es en contra de los trabajadores. En cambio cuando llegan leyes de otros sectores ahí sí son rápidos”, dijo Germán Martínez, jefe del bloque peronista.