El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, explicó en diálogo con Infobae la puesta en marcha en Rosario, a partir del próximo lunes, de una reforma clave en materia de lucha contra el delito. En la ciudad donde la violencia narco pega con más fuerza, el gobierno nacional pondrá en marcha la aplicación del sistema acusatorio, que le da más poder a los fiscales en la persecución de actividades ilegales del ámbito federal.
Se trata de un cambio clave que el gobierno de Javier Milei estima que permitirá tener procesos penales más rápidos para investigar y condenar delitos graves, como narcotráfico, lavado de dinero, contrabando, secuestros, entre otros. El Código Procesal Penal Federal, que se reformó hace casi 10 años y sólo rige en dos de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires, empezará a regir desde el próximo lunes en la ciudad que ostenta los índices de criminalidad más altos.
En la entrevista en uno de los pisos del Ministerio de Justicia, Cúneo Libarona se sinceró: “Acá están los ascensores rotos, pero prefiero que esa plata vaya a computadoras para el interior del país, que arreglar los ascensores. Ya tendré tiempo arreglarlos, pero por ahora nuestro mayor esfuerzo está dado en esto”. Cuando dice “esto” se refiere a la implementación del sistema acusatorio.
¿Pero qué implica el nuevo sistema? Según explica el Gobierno de manera oficial “es el mecanismo por el cual el Ministerio Público Fiscal investiga los delitos y, de resultar una persona vinculada como presunta responsable, se la acusa, se la juzga y, de resultar culpable, se le aplica una pena. La fiscalía lleva a cabo la investigación de un hecho, y de encontrarlo ilegal, presenta la acusación ante un juez”.
El cambio de un régimen a otro se iniciará a partir de un acto que convocará a representantes del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial, y del Legislativo, tanto de la Nación, como de la provincia. Será el lunes, a las 15, en la Facultad de Derecho de la Universidad del Litoral. Estarán allí los ministros Cúneo Libarona, y Patricia Bullrich, de Seguridad; el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, el presidente de la Cámara de Casación Federal, Mariano Borinsky, el Procurador General de la Nación, Eduardo Casal; y la titular de la Defensoría General, Stella Maris Martínez, entre otros 150 invitados.
Entrevista con el ministro Cúneo Libarona
–El lunes se pone en marcha en Rosario el Código Procesal Penal reformado. Le pido una primera mirada sobre el tema y qué significa.
–El sistema procesal que hoy nos rige -salvo en las provincias de Salta y Jujuy, donde está el nuevo régimen- es obsoleto, oscuro, tarda muchísimos años en los expedientes y dificulta el acceso a la justicia y a la celeridad y la eficiencia que tienen que tener la justicia. Los jueces tienen una herramienta fundamental que es la ley procesal, que no funciona.
Hoy estamos en esta situación ridícula: la Cámara de Casación, que es el Tribunal Superior, tiene causas en apelación de Salta y Jujuy con un Código y el resto del país con otro código. Es decir, que aplica dos leyes distintas. Es ilógico que de la misma ley, hay artículos que están en vigencia y se aplican, y hay otros artículos que no están en vigencia. Es algo que costaría hacerle entender a un ciudadano común.
Lo que buscamos es el cambio de la Argentina. Ese es el objetivo de Javier Milei y de todo el gabinete. En mi área, Justicia, lo que busco es un cambio en la Justicia, tener una Justicia efectiva, rápida, que se reconcilie con la sociedad. En ese marco, hay un plan de que se llama Plan por Una Justicia Eficaz. Un pie muy importante de ese plan es la designación de jueces. Otro es el Código Penal, otro es el juicio por jurados, pero tal vez el más importante es implementar en todo el país el nuevo Sistema Procesal.
–¿En qué consiste?
–Ahora cambian los roles. Tenemos un fiscal que cumple su función de fiscal e investiga, toma las denuncias, tiene posibilidades de desechar muchas denuncias, recurrir a métodos alternativos, conciliación, reparación integral, y la defensa. Y un juez, que es un tercero imparcial, donde tiene las dos partes para analizar. El juez decide las medidas invasivas: allanamientos, interceptación de teléfonos, detenciones, prisiones preventivas. Esto es mucho más rápido.
Muchas causas sin trascendencia quedan bajo la órbita del fiscal, de modo que lo que llega a juicio, con oralidad, mediación tienen que estar el fiscal, los jueces y las partes. Es mucho menos engorroso. Eso va a agilizar. Antes llegaban en Salta y Jujuy muchísimos expedientes y hoy les llegan 20 juicios por año, que son muy fácil de realizar. Los juicios no demoran más de tres años. Entonces la persona víctima de un delito, la sociedad y el imputado reciben una respuesta de la Justicia al conflicto penal de una manera rápida y eficaz.
Esto, a su vez, nos demanda un esfuerzo tremendo en la creación de estructuras. En el Ministerio de Justicia estamos haciendo un esfuerzo enorme para financiar, con un apoyo logístico y de capacidad del Consejo de la Magistratura y del doctor Horacio Rosatti; de la Procuración, con Eduardo Casal; y de la Defensoría Oficial, con Stella Maris Martínez, y obviamente de la Casación, que es el Tribunal Superior con competencia en todo el país, para mejorar lo que nos encontramos de estructura judicial. Estructura me refiero a edilicio, tecnología, laboratorios. Por ejemplo, hemos comprado para la Procuración unos aparatos que permiten abrir los teléfonos, ver las comunicaciones, que es una prueba fundamental en la actualidad, en los años que estamos viviendo, de los procesos penales.
–Hay una complejidad que tiene la ciudad de Rosario que tiene que ver con el narcotráfico. ¿Cómo la gente de esa ciudad vería mejorada su situación con este sistema que se pone en marcha a partir del lunes?
–El nuevo sistema le va a dar herramientas necesarias para hacer un enfrentamiento a este enorme mal, que es el narcotráfico, en forma mucho más efectiva, transparente, clara y rápida. Desde el fortalecimiento que tienen los fiscales, que son especialistas y están capacitándose, que están estudiando muchísimo el tema del narcotráfico y lavado de dinero, a la Unidad de Investigación Financiera que se instaló en Rosario. El ciudadano rosarino va a entender que no hay un expediente escrito en un juzgado que lo lleva un empleado, que está tirado en un casillero, de mi época de Tribunales, sino que hay un fiscal que tiene todo digitalizado y con herramientas y tecnología, puede llevar a cabo una investigación rápida y eficaz.
–Usted tiene una enorme experiencia litigando, ¿en qué van a percibir abogados, defensores e incluso también para las víctimas el cambio de sistema?
–Los abogados van a tener que trabajar muchísimo más, igual que los fiscales y en forma personal. La sociedad -y si hay jurados mejor- va a ver en forma directa la labor de la Fiscalía. Va a ver en forma personal cómo se está trabajando, y va a sentir la sociedad en general -en el caso del narcotráfico no tenés una víctima en particular, porque el bien jurídico es la salud pública; y en el caso de la corrupción, está la administración pública, el patrimonio del Estado- pero la sociedad va a ver que su clamor por una Justicia rápida, efectiva, seria y eficaz se está dando.
Por eso es increíble el paso histórico de poder instalar este sistema procesal que es el que rige en Estados Unidos, Inglaterra, que ustedes ven en las películas.
–Habló del tema de corrupción, esto en materia de persecución de delitos contra la administración pública y de hechos ilegales cometidos por funcionarios. ¿En qué va a cambiar con respecto al al sistema anterior?
–Hasta ahora hay una cosa ridícula que es que la investigación la podía hacer un fiscal o un juez. La delegaban, iba y venían. Ahora los fiscales especialistas son los que se van a ocupar del tema. Tenés muchos mejores jugadores -para decirlo en términos futbolísticos- que van a cumplir un rol en defensa de la sociedad y en defensa del patrimonio del Estado, que están mucho más preparados.
Rosario tenemos un ejército de fiscales muy idóneos que se han capacitado. La Procuración destinó mucho esfuerzo a eso. Vas a tener un muy buen equipo preparado para darle enfrentamiento a los grandes males delictivos que atacan a la sociedad.
–Usted hablaba de lo ilógico del sistema actual y sin embargo el sistema actual rige en la mayor parte del país.
–Sí, es ridículo...
–¿Tiene la intención de que esto se proyecte a otras provincias? Trascendió que esto podría aplicarse primero en alguna repartición de la provincia de Buenos Aires.
–Es una idea que lanzó alguno de los integrantes del equipo que está trabajando en esto. A mi juicio tenemos que ir más despacio antes de llegar a la provincia, porque es un tema de criminalidad muy compleja. Tenemos otras zonas del país que lo necesitan también, Cuyo, que tiene mucho contrabando en la Cordillera, y que lo necesita. Tenemos los medios, la estructura, ya fuimos a Cuyo, que es Mendoza, San Juan y San Luis, y cada departamento tiene distintas sedes: Mendoza, San Rafael; San Luis, Villa Mercedes, no es solamente la capital.
Tenemos la capacidad que ya están tomando en Cuyo la capacitación, el estudio edilicio, el estudio tecnológico, para avanzar ahí y luego avanzaremos por la Patagonia. Ya estuvimos en Neuquén, en Bariloche, en General Roca y viajé también a Ushuaia.
–¿La provincia por ahora no?
–Por ahora la provincia de Buenos Aires no.
–¿Y la ciudad de Buenos Aires?
–Y la ciudad está en estudio. Hay que ir despacio. Esto es un cambio tremendo para los operadores.
–En cuatro meses, casi cinco, ya están poniendo en marcha Rosario.
–Sí, tardé bastante.
–Dijo que hay que ir despacio, pero en el caso de Rosario aceleraron.
–Tardé bastante, tardé bastante.
–... Y eso que para el sistema judicial se apuraron.
–Depende para quién. Para lo que es Mariano Cúneo, tardé bastante. Todo mi plan 2024 abarca llegar bastante lejos. Fíjense que esto lleva siete años de demora. No se volvió a mover.
–¿Por qué?
–Preguntémosle a los antecesores.
–¿Alguna hipótesis?
–Será por cuestiones políticas o cuestiones de presupuesto. Acá están los ascensores rotos, pero prefiero que esa plata vaya a computadoras para el interior del país, que arreglar los ascensores. Ya tendré tiempo arreglarlo, pero por ahora nuestro mayor esfuerzo está dado en esto.
Yo divido la criminalidad del país y las zonas en tres: muy conflictivas, conflictivas y sencillas. Yo estoy yendo a las zonas muy conflictivas, no estoy para otra muy conflictiva después. Estoy para hacer una intermedia como es Cuyo, y después para hacer una sencilla, como creo que es la criminalidad de la Patagonia y Ushuaia. Luego sí, en 2025, vamos a ir abarcando zonas más conflictivas.
–¿Que puede ser la provincia de Buenos?
–Puede ser provincia de Buenos Aires, pero no nos olvidemos del Norte, Posadas. La provincia de Misiones está muy mal, Chaco necesita que lleguemos, Tucumán nos pide que lleguemos. Hay muchísimo trabajo y camino por hacer. Esto demanda un esfuerzo tremendo. No es solamente viajar a las provincias, sino que es estar, hablar, ocuparnos de la compra de los aparatos, de la tecnología. Por suerte tenemos una mesa coordinadora que funciona muy bien y tenemos apoyo de todos.
Y lo más importante: tenemos las ganas y el sacrificio de los jueces, fiscales y defensores. Es impresionante cómo nos reciben en provincias, en distintas: desde el viento de Ushuaia hasta el calor que pasé en Neuquén. Pero todos consustanciados en el cambio importante que estamos haciendo.
Desde el ámbito académico, los mejores penalistas y procesalistas del país, todos salieron a defender las bondades del sistema y los argentinos podemos lograrlo, podemos. Confío mucho en la capacidad de los jueces y fiscales, con lo cual rápido, con los medios necesarios que hemos conseguido, con el apoyo del Tesoro, con el empuje que me da el Gabinete, Patricia Bullrich, obviamente el presidente Milei, estamos decididos a llevar a cabo este desafío, que para mí es histórico.
–Cuando usted llegó al Gobierno, los fiscales le advertían que sin plata era imposible. Usted decía “con imaginación se puede”. ¿Cuánto cuesta poner en marcha el sistema acusatorio en Rosario?
–Acá me cuesta muchos millones de dólares, pero los tenemos.
–En esto sí hay plata...
–Necesito la plata para cambiar la estructura. Si me preguntan ¿tengo plata para hacer un Polo Judicial? No, pero tengo la plata para hacer una estructura muchísimo mejor, dar la mejor tecnología y dar los aparatos necesarios. Pido, busco. El ministro Luis Caputo me ayuda, los ahorros que generamos acá va todo a una cuenta de las Naciones Unidas, que es la que administra el dinero y hace los pagos.
Encontré causas de secuestros por todo el país, con bienes para rematar. Vamos con el remate a través del ABE, que es el que maneja los bienes del Estado. Va el 70%, va todo directo a la cuenta de implementación. Todo nuestro esfuerzo está dado ahí.
–Mencionaba el tema de los fiscales. Con la puesta en marcha de este sistema, los fiscales van a tener un rol muy importante.
–Importante. Porque el soporte del sistema son los fiscales.
–Están los fiscales en condiciones y sobre todo en un país que tiene experiencias muy tristes, como fue el caso Nisman y fiscales que fueron perseguidos por cuestiones políticas.
–Voy a contar una anécdota. Tantas ganas tienen y tanta preparación tienen que en un curso que dio la Cámara de Casación, el primero, el Zoom resistía 500 personas, pero hubo 700. Hubo que dar un segundo curso. Van a venir profesores de Inglaterra, van a venir de Estados Unidos, van a viajar los titulares de las facultades nuestras a Rosario.
Tienen muchísimas ganas y son muy preparados y entusiasmados. Un gran amigo mío dice “todo es cuestión de ganas”. Yo las palabras que recogí adonde viajé primero, que fue Salta y Jujuy, para ver cómo funcionaba, ellos me decían “sacrificio y esfuerzo”. Yo anoto todo. Entonces anotaba los distritos separados, y todos decían “sacrificio y esfuerzo”. Y en nuestro país el elenco de la Justicia está preparado con sus equipos para realmente trabajar con sacrificio, esfuerzo y sobre todo ganas.
–Hablábamos de los fiscales y ahora me interesa hablar de las víctimas y de los propios delincuentes, no que se le garanticen efectivamente los derechos.
–Muy importante. Las víctimas son el centro de nuestra política criminal y tienen un rol decisivo. Participan, tienen acceso, se filma todo. Hemos comprado las cámaras que fallaron en el anterior sistema. Se filma todos los actos del juicio para que queden documentados. Se graban y la víctima está presente, la víctima ve, la víctima participa. Esto es fundamental. La víctima, para dejar su dolor, tiene que ver Justicia, sino es todo el mundo civilizado no funciona.
–¿Y con respecto a los delincuentes, los que son pasibles de derecho, sobre todo porque hubo una tendencia hasta ahora de una política garantista? ¿Con este sistema, cuál es el cambio y si efectivamente se modifica esa forma de abordar la temática penal?
–Diría lo siguiente: los derechos y garantías vienen escritos de la época de Beccaria, Montesquieu y Thomas Jefferson en Estados Unidos, y están no solamente en la Constitución Nacional, sino en las convenciones internacionales, se respetan. Es la ley lo que nos permite vivir en sociedad. No cabe duda que se respeta.
Nosotros no vamos a traer una política criminal que sea ni garantista ni punitivista. El mandato fue muy claro del ingeniero Nicolás Posse: tiene que ser una Justicia proporcional, una Justicia justa, una Justicia de acuerdo a los lineamientos de la ley. Y en eso los que la van a manejar es un poder independiente, que no tienen interferencia del Poder Ejecutivo o el Ministerio de Justicia.
-En gobiernos anteriores sí...
–En nuestro caso, no he ido a Tribunales, salvo a un encuentro con la Cámara de Casación, no volví nunca más. No va a haber interferencia nuestra. Yo tengo este deber en el Ministerio de Justicia, de darle a los jueces las herramientas estructurales, logísticas, de investigación y legales, la ley, para que ellos puedan trabajar en armonía, libres, independientes de todo designio o connotación política para hacer Justicia. Esa es mi gran obligación. Yo no soy quién para ir a decirles hacé esto, hacé lo otro.
Cuando leo en las redes: “metela presa a Cristina”. Si yo no meto preso a nadie. Yo si meto preso a alguien voy preso yo, porque es delito. Yo soy del Ministerio de Justicia.
–El Gobierno puede hacer mucho para ayudar a la Justicia o puede no hacer nada o puede complicar a la Justicia.
–Podemos darle herramientas jurídicas, técnicas, capacitación, estructura. Pero los jueces deciden. Ojo, yo me crié así y así me formé y me crié en mi casa, cuando era un chico, y era otros años de Justicia -no tan politizada- y en mis años de tribunales.
–¿Quedó algo pendiente sobre el tema del sistema acusatorio que sea importante resaltar en función de que ya se pone en marcha el lunes?
–Argentina necesita un ejemplo, un cambio en la Justicia. Quiero reconciliar a la sociedad con la Justicia, que confíen, que la gente vaya a denunciar con confianza en un poder que yo amo, que es la Justicia. Mi novia es Tribunales, yo me crié ahí y entonces quiero que sea fortalecida. Me gustaría que dentro de unos años nos recuerden a este equipo no como improvisados, sino como enormes trabajadores, a todo el elenco que integramos este Ministerio. Que hemos puesto un esfuerzo enorme en tratar de tener una Justicia mejor.