El Gobierno vivió como un triunfo político la media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación de la Ley Bases y de la Ley de Medidas Fiscales. Javier Milei celebró el respaldo parlamentario a través de una publicación en su cuenta de X. “Quiero agradecer la enorme tarea de todos los Diputados que, entendiendo el momento histórico, decidieron acompañar nuestro proyecto”. Se trató de un punto de inflexión que consolidó, entre otros puntos, la relación política de La Libertad Avanza con el PRO.
Para la Casa Rosada era imposible imaginar el escenario legislativo de ayer sin el apoyo del partido amarillo. El bloque presidido por Cristian Ritondo votó todos y cada uno de los artículos de ambas leyes en sintonía con el oficialismo. Actuó como partido de Gobierno, aunque hay legisladores del bloque que rechazan esa etiqueta.
Milei conoce esa situación y lo evidenció en otra publicación que destinó al partido que preside Mauricio Macri. “Quiero agradecer a los Diputados del PRO, especialmente a Cristian Ritondo y Silvia Lospennato, por el compromiso demostrado y el trabajo realizado para hacer realidad la media sanción de la Ley Bases en la Cámara Baja”, reconoció el Jefe de Estado.
En idéntico sentido se pronunció luego el ex Presidente. “Quiero agradecer y felicitar a los diputados del PRO por mantener su palabra y acompañar la Ley Bases. Es un orgullo verlos votar con coherencia, honestidad intelectual y compromiso con este momento histórico de la Argentina”, celebró Macri a través de su cuenta de X. También elogió luego a Miguel Ángel Pichetto y Rodrigo De Loredo por apoyar al Gobierno pese a las “difíciles internas de sus bloques”. Gestos políticos bien calculados: en dos tuits, Macri le envió una señal al Gobierno respecto al apoyo unánime del PRO, con un bloque unido, y al respaldo parcial de las bancadas dialoguistas divididas por disputas intestinas.
Como aliados clave para la gobernabilidad de Milei, en el PRO evalúan que salieron “fortalecidos” de la sesión de hoy. El bloque mantuvo la unidad y actuó a la par de La Libertad Avanza. No sólo eso, sino que garantizó un trabajo central para construir la mayoría que aprobó ambas leyes y ofreció sus principales espadas legislativas para articular en términos políticos y en técnica parlamentaria.
Empero, Milei logró que la opinión pública enmarque la aprobación de la Ley Bases como una cucarda propia. Y, en efecto, lo es. ¿Pero qué hay del PRO, partido sin el cual el Presidente no podría imponer su agenda política en el Congreso? Es la pregunta que sobrevuela en los corrillos políticos amarillos.
Mauricio Macri afronta la principal encrucijada en ese sentido. El ex Presidente instó a los legisladores de su bloque a respaldar el articulado de Milei. A la par, se prepara para iniciar un operativo supervivencia, con el objetivo de que el PRO no pierda autonomía ante La Libertad Avanza. ¿Cómo hace el PRO para apoyar siempre al Gobierno sin ser parte de él y, llegado el caso, cómo diferenciarse sin ser considerado oposición?
Patricia Bullrich, la otra referente del partido, tiene esa pregunta resuelta. Distanciada de Macri en lo político, es parte del Gobierno, trabaja para que el PRO actúe como oficialista y arma electoralmente para lograr la confluencia de su espacio con el partido de Milei. “Vamos camino a una convergencia inexorable con La Libertad Avanza”, analizó un diputado nacional de buena sintonía con la Ministra de Seguridad de la Nación y enfatizó: “Me siento plegado al Gobierno y tenemos que actuar así como PRO. De hecho, Patricia está en el Gabinete”.
En contraste, el grupo de legisladores del PRO que no responden a Bullrich se despegan de esa mirada. Evalúan que deben dar un respaldo constante a Milei, aunque conservando independencia. “Al haber aprobado Bases y paquete fiscal, nos libera para discutir con el Gobierno ley por ley. Acompañarlos pero con una identidad propias-que podamos diferenciarnos en algunas cosas-, con un bloque amalgamado y de muchísima experiencia como el nuestro”, matizó un legislador avezado del PRO, cercano a Macri.
Pese a los disensos en la construcción de poder entre Macri y Bullrich, el PRO se mantiene amalgamado como bloque en la Cámara de Diputados. Los legisladores más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta, que tienen algunas posiciones ideológicas lejanas a Milei, actúan también en sintonía con el resto de la bancada amarilla. Son los casos de Silvia Lospennato, María Eugenia Vidal y Álvaro González.
Durante el tratamiento de la Ley Bases, el rol del PRO fue sustancial. Ritondo articuló constantemente con Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y se movió a la par del oficialismo para garantizar el éxito político de la sesión y la aprobación del articulado.
Silvana Giudici, secretaria parlamentaria del bloque del PRO, contribuyó junto a Ritondo para ordenar la sesión, reunir votos en artículos claves y pulir la redacción del texto normativo. Lospennato, en tanto, se acercó a Menem al ser designada vicepresidenta tercera de la Cámara y contribuyó con su experiencia en técnica legislativa y de los vericuetos parlamentarios.
“Nosotros desde el PRO le dimos letra a los funcionarios del Gobierno para retocar capítulos como hidrocarburos, el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones o defensa de la competencia”, reveló una legisladora del bloque de Ritondo a este medio.
El PRO se movió a la par de los libertarios Nicolás Mayoraz, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Santiago Santurio, de Legislación General, José Luis Espert, de Presupuesto, y de Gabriel Bornoroni, titular del bloque de La Libertad Avanza. Damián Arabia, diputado de íntima confianza de Patricia Bullrich, fue otro de los legisladores que desempeñó un rol clave en la articulación política con el oficialismo para mantener la cohesión con el PRO.
Mientras que diputados como Diego Santilli, Daiana Fernández Molero, Alejandro Finnochiaro, Germana Figueroa Casas y Martín Maquieyra aportaron su expertise técnica en materias como economía, defensa a la competencia, hidrocarburos, educación o temas reglamentarios y constitucionales.
Ese rol del PRO también fue central para construir consenso con los gobernadores y con los bloques dialoguistas. Contribuyeron en la articulación con la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Fedral (HFC), dos bancadas claves para lograr los votos de aprobación. Por la otrora coexistencia en Juntos por el Cambio, desde el PRO tienen afinidad política con el grueso de los dirigentes de esos bloques.
“Cuando nos juntábamos con el bloque de Pichetto y la UCR era un aquelarre. Se contrariaban y venían a llevarse retazos de la Ley”, detalló una diputada del PRO y amplió: “Nosotros estuvimos para bancar y aportar”. Aunque como contó Infobae, esos idas y vueltas no estuvieron exentos de tironeos o matices.
El martes de la semana pasada, los bloques dialoguistas se reunieron en la Cámara de Diputados con la bancada oficialista y funcionarios del Gobierno para destrabar puntos sensibles del articulado. “Ritondo se hartó de los idas y vuelta y le puso los puntos a Martín Menem”, develó un legislador del PRO sobre el jefe de los diputados amarillos.
Ritondo se molestó por los desencuentros internos entre los libertarios, y porque el presidente de la Cámara baja permanecía en su despacho aquella tarde sin dar directivas para encauzar la reunión previa a discutir una normativa impulsada por la Casa Rosada. “Muchachos, cuando se ordenen ustedes nos avisan y venimos”, soltó el jefe de la bancada del PRO en el cónclave de bloques dialoguistas con el oficialismo. “Agreguen un artículo que diga que le pagan la coparticipación a la Ciudad y listo”, ironizó luego Ritondo. La broma preocupó a José Rolandi, vicejefe de Gabinete de la Nación, que inmediatamente se descontracturo cuando comprendió que era en chiste.
Al margen de esa anécdota, el PRO mantiene excelente sintonía con los libertarios en la Cámara de Diputados. Esa cohesión se notó, incluso, cuando una parte del radicalismo, la Coalición Cívica y el bloque de Miguel Ángel Pichetto lograron aprobar los artículos que regulan los impuestos al tabaco.
El tema tenía fuerte presión por parte de las principales tabacaleras del país. Especialmente, de Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, que resistía el aumento de impuesto. La moción implicó incorporar artículos que establecieron un aumento en la tasa del Impuesto Interno a los cigarrillos del 70% al 73%. Además, eliminó el mínimo para equiparar a todo el mercado tabacalero.
Para evitar el tema, Balcarce 50 había decidido discutir el capítulo “tabacos” más adelante. El argumento oficial fue que no se trataría ningún asunto vinculado a productos regionales. El PRO se concertó a La Libertad Avanza y votó para rechazar la incorporación de esos artículos. Hubo unidad, salvo seis diputados. Aníbal Tortoriello apoyó la iniciativa. Según le indicaron a Infobae en el PRO, el legislador rionegrino votó a favor “por error”. Mientras que Marilú Quiróz, Fernández Morlero, Alejandro Bongiovanni, Ana Romero y Álvaro González figuraron como ausentes en la votación.
Cabe aclarar que González no participó de la sesión porque estaba abocado a un tema de salud personal. Sin embargo, Molero, Quiróz y Figueroa Casas sí estuvieron en la sesión.
Es en este escenario político en el que Macri afronta la encrucijada: conducir al PRO a una alianza política con Milei sin que su partido sea absorbido por La Libertad Avanza. Se enfrenta a la resistencia de Bullrich, que se mueve para consolidar la fusión con los libertarios. Es un doble juego de difícil resolución, donde al final del camino ambos espacios terminarán, inexorablemente, en un frente electoral.