La canciller de Argentina, Diana Mondino, finalizó su gira por China con una agenda diplomática centrada en afianzar la relación comercial con el régimen asiático y promover inversiones para el país. El eje principal de la visita oficial fue la renovación del swap de monedas, cuyo próximo vencimiento equivale a 4.900 millones de dólares y resultan claves para fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA).
En el último tramo del paso por Beijing, la jefa de la diplomacia argentina se reunió con Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de Xi Jinping. Estuvo escoltada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, el secretario Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, Marcelo Cima, y el jefe de Gabinete del Palacio San Martín, Federico Barttfeld.
Durante el encuentro con el canciller chino, Mondino coincidió en la importancia de fortalecer la cooperación en “temas de interés mutuo”. El Gobierno consideró que la reunión fue “fructífera” y se desarrolló con un “diálogo franco”. En ese sentido, deslizaron que “se destacaron las coincidencias y se respetaron las diferencias”.
El cónclave sirvió para enfriar tensiones políticas producto de los dardos verbales que Javier Milei había propinado contra el régimen comunista durante la campaña electoral y en los primeros días de gestión. El Presidente aplicó un giro de política exterior que alineó a Argentina en el plano geopolítico con Estados Unidos, Israel y las potencias occidentales. El Palacio San Martín ejecuta las relaciones diplomáticas en ese marco y procura no comprometer ningún punto sensible en materia estratégica, de defensa y seguridad internacional, ante el gobierno de Xi Jinping.
El Gran Salón del Pueblo sostiene el interés de expansión comercial en América Latina. Washington sigue de cerca esos pasos y exige a la Casa Rosada que Argentina impida el avance chino en temas que alteren el equilibrio de poder geopolítico. Especialmente, un punto que enciende alarmas es la construcción de las represas que ejecuta China en el sur argentino. Por decisión de Milei, las obras están paralizadas desde principios de año y Xi Jinping quiere reactivarlas.
Uno de los puntos tensión de los últimos días, en ese sentido, fue la inspección que solicitó la Casa Rosada a la base china en Neuquén. El objetivo de esa operación fue cerciorarse de que se trataba efectivamente de un centro destinado a la investigación científica sin ningún otro fin que afecte la seguridad nacional o comprometa asuntos estratégicos en materia geopolítica.
La visita se concretó el 18 de abril. Tanto la Embajada de China en Buenos Aires como la Cancillería informaron que había finalizado la visita a las estaciones de espacio profundo de la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC) en Neuquén. La Casa Rosada consideró que la visita fue “valiosa” y señaló que sirvió para “favorecer el intercambio tecnológico en materia espacial, en el marco del compromiso mutuo en los usos pacíficos de la tecnología espacial”.
Según supo Infobae, el tema se ratificó durante la reunión con el canciller Wang Yi. Argentina manifestó su voluntad de que se mantenga el intercambio comercial con Beijing. No obstante, Mondino sostiene la prerrogativa de Milei para aplicar equidistancia en asuntos que comprometan el vínculo geopolítico con la Casa Blanca.
Antes de la visita al canciller chino, Mondino estuvo en la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), donde dialogó con el vicepresidente de la entidad, Zhao Chenxin. El principal tema abordado fue los mecanismos bilaterales vigentes en materia de financiamiento a proyectos de infraestructura. Ese organismo tiene interés en destinar fondos para inversiones en áreas como transporte, energía, minería e infraestructura.
De ese modo, Mondino concluyó la misión en China. La segunda parte de su gira diplomática seguirá en Europa para visitar Francia, Bélgica y Portugal. El primer destino será París, donde participará en la reunión del del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la OCDE. La canciller irá en carácter de “observadora”. Argentina pretende iniciar gestiones para acceder a ese organismo que reúne a los países desarrollados.
El proceso implica cumplir con una serie de pasos y metas en materia institucional y económica. Puede extenderse por un plazo de cinco a seis años. Mondino la Hoja de Ruta para avanzar hacia ese objetivo de manos de Mathias Cormann, secretario general de OCDE, con quien mantendrá una bilateral. La delegación argentina estará en Francia entre el 2 y 3 de mayo.