Con el objetivo de reforzar el sistema de defensa, el Gobierno de Javier Milei aprobó el gasto que demandará la compra de 16 aeronaves F-16 a Dinamarca.
A través de la Decisión Administrativa 252/2024, publicada este lunes en el Boletín Oficial, la cartera a cargo de Luis Petri, comunicó la aprobación del gasto derivado del contrato entre Defensa y la Organización de Adquisición y Logística del Ministerio de Defensa Danés “para la adquisición del Sistema Armas F-16, el que incluye 16 aeronaves monoplazas, 8 aeronaves biplazas, componentes y servicios, por un monto total de USD 301.200.000 a pagar en 5 cuotas anuales”.
Entre los fundamentos de la compra, el Poder Ejecutivo mencionó que la República Argentina “requiere por su gran extensión territorial y litoral marítimo un Sistema de Defensa Nacional con capacidad de reacción inmediata y alcance suficiente para la reacción ante amenazas que se desplacen por el aeroespacio”
“La Fuerza Aérea Argentina ha realizado un proceso de análisis y selección de diferentes aeronaves y concluyó que el Sistema de Armas F-16, Fighting Falcon, y la propuesta formulada por el organismo competente del Reino de Dinamarca constituyen la mejor solución para el Instrumento Militar Argentino”, se informó.
De acuerdo a la decisión administrativa que lleva las firmas de Petri y del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el gasto de los más de 300 millones de dólares “se imputará a la Jurisdicción 45 - MINISTERIO DE DEFENSA, Subjurisdicción 23 -ESTADO MAYOR GENERAL DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA”.
Encolumnado detrás de la agenda geopolítica estadounidense, el Gobierno argentino avanzó con la compra de las aeronaves con el apoyo explícito de la Casa Blanca.
En diversas reuniones, Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joe Biden, el secretario de Estado Antony Blinken y William Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), plantearon a Milei y a sus funcionarios su preocupación por China y su ofensiva en América Latina.
La administración demócrata planteó que Beijing no debía acceder a los minerales raros que tiene la Argentina y tampoco tenía que actuar como vendedor de tecnología militar a las Fuerzas Armadas. Sullivan, Blinken y Burns sabían que Xi Jinping ofrecía 34 aviones de guerra F17 a precio de ganga, y recomendaron que la operación china sea rechazada para siempre, informó Infobae a fines de marzo.
Milei aceptó la sugerencia de la Casa Blanca, y a cambio el Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y el Pentágono ofrecieron una alternativa que implicaba al Reino Unido y a Dinamarca. Argentina podía acceder a 24 aviones F16 -en principio eran 34 naves de combate- que fueron fabricados por Lockheed Martín y estaban en posesión de la Fuerza Aérea danesa.
La firma del contrato se concretó hace dos semanas en Copenhague. Petri encabezó la delegación de Argentina y formalizó el acuerdo, mientras que el presidente siguió el acto por videoconferencia. En principio iba a ser el propio Milei el que viajara a Dinamarca para firmar en persona el acuerdo; sin embargo, decidió cambiar intempestivamente su agenda luego del ataque de Irán a Israel.
Por instrucción de Milei, tras la firma del contrato, Petri voló a Bruselas, Bélgica, a una reunión con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para reflotar el proceso de incorporación como “socio global”.
En la misma sintonía, días atrás el gobierno de Estados Unidos anunció que enviará a la Argentina un subsidio de 40 millones de dólares, con el objetivo de reforzar la seguridad nacional del país. “El FMF (Financiamiento Militar Extranjero) es un subsidio de asistencia en seguridad reservado para socios importantes. Permite que Argentina compre artículos de defensa, entrenamiento y servicios de Estados Unidos, a través de fondos de asistencia gratuita, y mejore la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses. Este subsidio favorecerá el esfuerzo de modernización militar de Argentina, contribuyendo a la compra argentina de los jets de combate supersónicos F-16″, explicó el texto del cuerpo diplomático.
El F-16 es un avión de origen norteamericano que se destaca en una función de combate aéreo y por la maniobrabilidad y el radio de combate (la distancia que puede volar para entrar en combate aéreo, permanecer, luchar y regresar).
Tienen 14,8 metros de largo, 9,8 metros de ancho y una altura de 4,80 metros. Sin armazón en las cabinas permiten una excelente visibilidad a los pilotos. “Lo que hace que el F-16 sea tan especial, además de su configuración más liviana, es que puede localizar objetivos en todas las condiciones climáticas. También puede detectar aviones que vuelan a baja altura en el radar terrestre, lo que significa que puede defenderse mejor y sorprender a cualquier oponente que pueda estar intentando volar bajo para evadir la detección”, describió The National Interest.
Si bien desde la revista norteamericana consideran que la aeronave cuenta con “tecnología obsoleta”, aseguran que “hay planes para convertir algunos F-16 en sistemas no tripulados, extendiendo potencialmente su vida operativa y adaptándolos a las demandas de la guerra moderna donde los sistemas no tripulados desempeñan un papel cada vez más destacado”.
El acuerdo firmado por Argentina incluye la entrega de cuatro simuladores de vuelo, ocho motores y la garantía de repuestos para las aeronaves durante cinco años. Además, el contrato prevé la capacitación de los pilotos y los mecánicos que trabajarán en este sistema de armas. Llegarán al país a fin de año.