“Otra vez sopa”: dirigentes bonaerenses disidentes criticaron con ironía a Cristina Kirchner mientras hablaba en Quilmes

El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y el ex jefe municipal de Hurlingham, Juan Zabaleta, publicaron sarcásticas imágenes contra la ex presidenta, que hablaba por primera vez en meses para cuestionar a Milei y bajar línea en la interna peronista y kirchnerista

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Cristina Kirchner no había terminado de dar su discurso en Quilmes cuando dos dirigentes del conurbano que se distanciaron del kirchnerismo durante los años del gobierno de Alberto Fernández publicaron en redes sociales dos imágenes -una foto y un video- similares. Si bien no la mencionaron, representaron un fuerte cuestionamiento a la ex mandataria. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, y Juan Zabaleta, ex jefe comunal de Hurlingham y aliado del ex presidente se mostraron a sí mismos tomando sopa, en una muestra de hartazgo con la conducción de la ex mandataria.

Los dirigentes publicaron la foto y el video prácticamente al mismo tiempo, cuando Cristina Kirchner aún hablaba en el recién inaugurado polideportivo Néstor Kirchner junto a la intendenta afín, Mayra Mendoza. Las acompañaron con epígrafes parecidos. ”¿Vos querés seguir tomando sopa?” y “¡Otra vez sopa!”, dijeron.

Las frases y las imágenes aludieron directamente a la ex jefa de Estado. Por si cabía dudas, Gray se fotografió enfrente de un televisor que transmitía a Cristina Kirchner. Usaron la expresión popular que se aplica para indicar frustración o decepción por encontrarse con algo repetitivo o no deseado. Es decir que, de manera casi directa, dieron a entender que un discurso de Cristina Kirchner, que no aparecía en público en un acto desde el año pasado, fue un evento poco agradable que, según su mirada, debería ser evitado en el futuro.

Las críticas de Zabaleta y Gray no sorprenden. Ambos se enfrentaron a Máximo Kirchner durante la administración del Frente de Todos -devenido Unión por la Patria-, sobre todo en la discusión por el liderazgo del PJ bonaerense del que formaban parte o, en el caso del segundo, conducían. De hecho el último llevó su discusión por la presidencia del partido a nivel local a la Justicia, pero perdió apoyo de sus pares en el camino y quedó prácticamente solo.

En tanto, Zabaleta fue ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández y mantuvo una pelea sostenida a nivel nacional con Cristina Kirchner, que lo vapuleó en distintas ocasiones, y con el camporista Damián Selci en su distrito. De hecho, en el último tramo de la anterior administración nacional, dejó la cartera nacional para regresar a hacerse cargo del municipio de Hurlingham, que había quedado en manos de La Cámpora, y evitar que se lo arrebataran, cosa que terminó ocurriendo en las elecciones.

Hoy, ambos se posicionaron así en la vereda opuesta de la liga cercana a CFK, liderada a nivel local por su hijo, y por la referente de La Cámpora que hoy actuó como anfitriona, Mayra Mendoza. Hay otros roces más sutiles en la fuerza opositora, que tienen como protagonistas a Máximo y a Axel Kicillof. Pero hoy el gobernador de la Provincia de Buenos Aires decidió dejar los resquemores a un lado y asistir al evento quilmeño, donde se sentó en la primera fila y aplaudió.

Todos esperaban que la ex vicepresidenta interviniera para calmar las aguas de la interna, que está desatada después de la derrota electoral -que hoy no estuvo presente- contra Javier Milei del año pasado. Cristina Kirchner sostiene su protagonismo en el arco opositor, a pesar de que en el último tiempo ese lugar fue ocupado por Kicillof, uno de los más duros entre los gobernadores peronistas.

Reapareció con definiciones imponentes y puso en juego su capacidad de marcar agenda, tanto con sus críticas contra el gobierno libertario como en la pelea opositora. “Hay que dejar de salir a discutir pelotudeces, discuten para cambiar la vida a los dirigentes y hay que estudiar para cambiarle la vida a la gente”, dijo. Y llamó a hablar del ajuste de Milei en los medios, en lugar de referirse a las discusiones políticas propias. De todas formas, los más fervientes disidentes del conurbano bonaerense, Zabaleta y Gray, la desafiaron con sus mensajes, de manera sardónica, preguntando a la dirigencia y a la militancia si quieren que los siga conduciendo Cristina Kirchner. La respuesta del electorado se conocerá con el tiempo.

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