El Gobierno se siente confiado. Sabe que va a tener que pasar momentos conflictivos, pero entiende que finalmente va a conseguir la media sanción del proyecto de Ley Ómnibus, que incluye una reforma laboral bastante light respecto a lo que buscaba y una reforma fiscal más en línea con lo que dice necesitar.
El lunes a las 11 de la mañana comenzará la sesión que promete durar no menos de 40 horas. El Gobierno, que suele ufanarse de que no se negocia, cedió en muchos terrenos para enterrar cualquier tipo de posibilidad de enfrentar un nuevo fracaso en el Parlamento. En esas negociaciones entregó varias partes del proyecto original, no sólo en cuestiones simbólicas como puede ser la que refería a las “togas” de los jueces, sino en puntos clave como las privatizaciones, que pasaron de más de 40 empresas a sólo 8, y algunas bajo la posibilidad de concesión y no de venta.
La votación va a tener dos partes: una en la que el oficialismo se va a sentir más cómodo, que es la de los proyectos en general, y otra cuando empiece la discusión en particular, artículo por artículo, ya que ese panorama es más difuso.
En principio, el oficialismo tiene seguros los 38 votos del bloque de La Libertad Avanza, los 3 del MID, otros 3 de Independencia, 2 de Buenos Aires Libre y los 37 del PRO, lo que le da una base de 83 legisladores. A este pelotón se le suma, para la votación en general, buena parte de los 34 de la UCR, los 22 de Hacemos Coalición Federal, los 8 de Innovación Federal y 1 de Creo. Con este bloque de votos favorables tendría asegurada la media sanción en general, tanto para la ley ómnibus como para la reforma fiscal (la reforma laboral está dentro de la ley ómnibus).
El conflicto comenzará cuando se empiecen a abrir las leyes y se vaya a la votación en particular. Hay algunos artículos que son los que -se sabe- habrá conflicto: entre ellos se pueden mencionar los que refieren a la delegación de facultades, fusiones de organismos, intervenciones, privatizaciones, Ganancias, Régimen Impositivo para Grandes Inversiones (RIGI) y Ley del tabaco.
“Todo dependerá de si la bancada de Unión por la Patria no tiene fugas. “Si ningún diputado de UxP vota en contrario a los que dice el presidente del bloque -Germán Martínez-, algunos de esos puntos saldrán muy finitos o no saldrán”, explicó una fuente conocedora de las sumas y restas que se hacen por estos días.
Un ejemplo de esto es el tema Ganancias. Aseguran que por estas horas hay una mayoría radical que no estaría dispuesta a acompañar el articulado que propone volver a imponer el impuesto con un piso de $1,8 millones para solteros y $2,3 millones para casados.
Por su parte, los “lilitos” -los diputados de la Coalición Cívica- se oponen a las facultades delegadas, algo que tampoco acompañarían algunos diputados provinciales.
Los legisladores que responden a los gobernadores no están de acuerdo con el RIGI porque estipula arancel 0% para las importaciones de insumos. A ellos se le sumaría que otro grupo de diputados que se apoyan en las advertencias del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que dice que la norma tiene fallas de seguridad y podría generar que la Argentina se transforme en una plaza de “blanqueo o lavado de capitales”.
Aunque estos temas podrían naufragar en el Senado -aseguran que, por ejemplo, Ganancias no pasa ya que UP tiene 33 votos y los legisladores patagónicos no lo quieren, por lo que tendrían los votos suficientes para darlo de baja-, la especulación en los pasillos de la Cámara de Diputados es que La Libertad Avanza deberá andar con “pies de plomo” para no cometer ninguna torpeza que le juegue en contra.
“Tienen la ventaja que está extendida la idea de que necesitan las herramientas para gobernar; pero no sólo eso, sino que hay un sector que dice que se las quieren dar, así no tienen ninguna excusa para no gobernar. Sin embargo, también es cierto que hay muchos referentes parlamentarios que están cansados del maltrato y de la soberbia con la que el presidente Javier Milei y algunos de sus diputados -pica en punta José Luis Espert- tratan al Congreso, por lo que la mecha es corta y todo puede pasar”, resumen los que más conocen el humor de los legisladores.