Expertos en política internacional, referentes libertarios, funcionarios y ex presidentes de la región participaron este jueves por la tarde del encuentro Freedom Matters (La libertad importa) que se realizó en la Legislatura porteña. El evento organizado por el Instituto por la Libertad Económica Adam Smith, en colaboración con la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y la Fundación Liberty Plus, tuvo como lema “La defensa del libre mercado: Argentina y la amenaza del socialismo del siglo XXI”, donde se abordó - en esta primera parte- la influencia cubana en Venezuela y la presencia de Rusia Latinoamérica.
El primer panel estuvo destinado a abarcar “Los orígenes, la evolución y la expansión del modelo cubano en la región”. María Werlau presentó y desarrolló varias teorías de su libro “La intervención de Cuba en Venezuela”, que cuenta con más de 800 fuentes que confirman que Fidel Castro logró penetrar en distintas áreas de importancia estratégica del país petrolero a lo largo de los años.
La investigadora, fundadora, directora ejecutiva del proyecto Archivo Cuba —que promueve los derechos humanos con investigaciones e información— y autora de múltiples trabajos sobre diversos temas relacionados con la isla, brindó detalles sobre las herramientas que desarrolló Cuba para influir en la región y aseguró: “Fueron los que les abrieron las puertas a China, Rusia e Irán. Con presencia y apoyo económico y militar, Fidel manipuló a Chávez y luego eligió a Nicolás Maduro para que mantuviera su receta en Venezuela”.
Durante su exposición, Werlau denunció que Cuba desplegó su aparato de inteligencia, propaganda y sus “metodologías perversas”, según definió, que incluyen redes de narcotráfico desde la década del ‘60. También hizo mención al adiestramiento de muchos jóvenes venezolanos en Cuba, la creación de la milicia, los colectivos, los grupos paramilitares. “Todo esto era parte de un gran plan. También cómo Cuba controló las comunicaciones y las fuerzas armadas venezolanas”, describió.
En segundo lugar expuso Orlando Avendaño, un periodista que es perseguido e investigado por el régimen de Maduro por supuesta “instigación” al odio y llamado a la rebelión. La denuncia se basó en publicaciones en sus redes sociales de hace un tiempo en las que se mostró con el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, y manifestó su respaldo a la opositora María Corina Machado.
En sintonía con Werlau, el periodista aseguró que “Fidel apoyó a las guerrillas comunistas en Venezuela y que hubo financiamiento encubierto”. Y agregó: “Los líderes comunistas financiados por Cuba se convirtieron en intelectuales, referentes de la izquierda que empezaron un proceso de adoctrinamiento. Los grupos subversivos empezaron a formar cuadros con jóvenes que tenían potencial, dispuestos a inscribirse en el proceso de lucha: los motivaba el discurso de clases y fueron susceptibles la doctrina”.
Según detalló, el más popular de esos líderes comunistas fue Douglas Bravo. “Bravo conoció a Chávez y empezaron a ir a sesiones donde se transmitía la doctrina encubiertas por el nacionalismo. Se constituyó el discurso bolivariano: que es marxismo disfrazado de nacionalismo. Estos jóvenes influidos y frustrados con el país por la desigualdad conspiraron desde las Fuerzas Armadas”, agregó.
Juan Claudio Lechín, economista y escritor boliviano, fue el encargado del cierre del primer panel y detalló cómo del modelo de Fidel trasladó sus sistema en Venezuela bajo tres premisas: la existencia de un fascismo electoral, un caudillo mesiánico y carismático y la importancia del movimiento social”.
“Fidel ofrecía (a Venezuela) una nueva cosmovisión mesiánica con intelectuales y periodistas de respaldo, su transnacionalidad de inteligencia político militar, su incomparable experiencia política, una red de relaciones diplomáticas, militares y culturales en todo el globo y articular su ascenso al gobierno en su país para garantizarles su permanencia en el poder”, aseguró.
El segundo panel denominado “La Guerra no convencional en América Latina” fue inaugurado por Fabián Calle, politólogo y especialista en relaciones internacionales, quien desarrolló los ejemplos de la presencia de Rusia en la región y, de hecho, los describió como una población con un “profundo racismo” y justificó: “Parten de una superioridad. No hay imperio si no hay racismo”.
Calle también mencionó los cambios que existen desde el Siglo XV cuando en el mundo se consideraba que se vivía en una multipolaridad y, en cambio, desde 1945 hasta 1989 “no hay duda que el mundo era bipolar. Ya desde 1989 al 2015 el mundo fue unipolar no hay debate, todos seguimos a EEUU”.
“Pero ahora, Lula en Brasil y Boric en Chile creen que estamos en un mundo multipolar, otros creemos que es bipolar entre EEUU y China. Rusia es un Estado que molesta y busca reconocimiento pero que no está a la altura de esas potencias. Argentina es el único país grande de Sudamérica que cree que el mundo es bipolar”, agregó y valoró que el presidente Javier Milei se haya plegado a EEUU en materia de seguridad.
Ricardo Ferrer Picado, analista de Seguridad Estratégica del Center for Secure Free Society, expuso sobre la convergencia del crimen organizado transnacional con el terrorismo en confluencia autocrática. En su alocución - en la que hizo una diferenciación entre lo que significa la democracia y autocracia- alertó que Argentina se encuentra en una “zona gris donde no hay paz ni guerra pero hay redes de terrorismo y países vecinos con estados autoritarios”.
Por último, María Eugenia Talerico, experta en temas de integridad financiera y ex vicepresidente de la Unidad de Información Financiera, desarrolló la importancia de la coordinación en la inteligencia financiera. “Los liderazgo a cargo de los países es indispensable para que funciones las agencias en coordinación y atacar las amenazas, por eso es importante el liderazgo de Milei su alineamiento claro con la seguridad nacional”, expresó. Del panel también participó de forma virtual Enrique García, ex espía del régimen cubano, quien dio detalles sobre los servicios de inteligencia, el armamento esencial del modelo cubano.