La presión de Miguel Ángel Pichetto sobre el Gobierno, más la de otros aliados en el Congreso, hizo que el Gobierno diera marcha atrás y aceptara eliminar del capítulo laboral de la Ley Bases los artículos más irritativos para el bloque Hacemos Coalición Federal y otros sectores de la oposición dialoguista, que son los mismos que rechazaba la CGT, como anticipó Infobae.
El giro libertario tuvo otra motivación: una negociación de último momento entre dirigentes de la CGT y el influyente asesor presidencial Santiago Caputo para hablar sobre la propuesta laboral.
Ahora, al final de una jornada de fuertes peleas que hicieron tambalear las leyes que más le interesan al Gobierno, se encaminaría el acuerdo para que el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados emita dictamen este jueves de la Ley Bases y del proyecto fiscal para tratar las dos iniciativas en el recinto entre lunes y martes y así poder sancionarlas antes del anunciado Pacto de Mayo.
Según el nuevo borrador corregido por el oficialismo, que ya circula entre los diputados, la propuesta de modernización laboral del Gobierno era de 58 artículos y ahora quedó sólo en 17. Ese número da la idea de la fuerte reducción del capítulo laboral de la Ley Bases que promueve la Casa Rosada.
Ya no quedan tantos rastros del DNU frenado por la Justicia en el nuevo borrador que permitió el acuerdo entre el oficialismo y la oposición: directamente excluyeron los artículos sobre las cuotas solidarias, la ultraactividad de los convenios colectivos, la reglamentación del derecho de huelga en los servicios esenciales como la educación y cambios en el régimen del teletrabajo, entre otros.
También sacaron la penalización de las asambleas de trabajadores que terminan convirtiéndose en medidas de fuerza encubiertas y el artículo que consideraba los bloqueos sindicales como “grave injuria laboral como objetiva causal de extinción del contrato de trabajo”. En este último rubro, se mantiene el artículo que alivia las penas contra quienes bloqueen una empresa: el DNU 70 decía que esa acción será reprimida con 3 a 6 años de prisión y el borrador, con 6 meses a 3 años de prisión.
Otro artículo eliminado, que figuraba en el DNU y el anterior borrador, era el que ponía en jaque dos puntos de la Ley de Contrato de Trabajo: el principio de que en caso de duda se debe aplicar la norma más favorable al trabajador y la irrenunciabilidad, es decir, la habilitación a que los empleados renuncien de manera voluntaria a derechos adquiridos que surgen de leyes o convenios colectivos.
El Gobierno también accedió a quitar del nuevo borrador de la Ley Bases los cambios en el régimen de teletrabajo que estaban en sintonía con la postura empresarial y la derogación del Régimen del Viajante de Comercio, dos de los artículos que estaban en el DNU 70.
Quedaron, en cambio, aquellos que no objeta el sindicalismo: la modificación de las multas por trabajo no registrado o mal registrado, la reducción de 8 a 6 meses del período de prueba de los trabajadores (podrá ampliarse hasta 8 meses en las empresas de 6 y hasta 100 trabajadores, y hasta 1 año en las empresas de hasta 5 trabajadores) y la habilitación a que empresarios y sindicalistas acuerden en la negociación colectiva una nueva indemnización basada en el Fondo de Cese Laboral de la UOCRA.
De esta forma, la CGT ya no tiene argumentos para seguir objetando la modernización laboral que pretende el Gobierno, que incluso dejó de hablar de “reforma laboral” a pedido de los dirigentes gremiales. Antes de este viraje libertario, un jefe cegetista advirtió que “el borrador de la modernización laboral es igual que el DNU que rechazamos y suspendió la Justicia”, por lo que “el paro es inamovible y será contundente”. ¿Podrá suspenderse ahora la huelga del 9 de mayo?
Uno de los protagonistas de las negociaciones de la reforma laboral es el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien mantenía contactos reservados con la dirigencia gremial para tratar de llegar a un acuerdo, aunque sus gestiones entraron en crisis cuando el oficialismo blanqueó un borrador de la Ley Bases que incluía prácticamente el mismo contenido que el capítulo laboral del DNU.
Ese nuevo texto, al que supuestamente se llegó consensuando sus artículos con el PRO, un sector de la UCR y otros bloques opositores de Diputados, no sólo fue rechazado por la CGT sino también por Pichetto, jefe de la bancada de Hacemos Coalición Federal, que esta mañana dijo que no votaría ese proyecto que quiere el Gobierno y señaló que que una reforma integral del sistema laboral debe ser discutido en un debate más profundo con representantes del sector sindical y empresario.
“Cuando te sorprende un domingo por la noche el señor Cordero, secretario de Trabajo, y vienen con 60 artículos... no, eso no lo voy a votar. Eso nunca estuvo en el diálogo, eso es un ataque sorpresivo por la noche de decir ‘bueno, los muchachos están flexibles, metámosle la reforma laboral’”, afirmó el diputado opositor en una entrevista con el periodista Jorge Fontevecchia en Net TV. Al final del día, la sorpresa fue la decisión del Gobierno de acceder a los planteos de Pichetto y de la CGT para darle forma a un proyecto de reforma laboral light que pudiera aprobarse en el Congreso.