El bloque de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados no logró alcanzar el quórum para poder llevar una sesión especial, en la que se buscaba tratar proyectos que establecen el financiamiento de las universidades nacionales, volver a poner en vigencia el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y modificar la movilidad jubilatoria.
En la previa a la sesión, la UCR tuvo una reunión de bloque. “La mitad quiere bajar y la mitad no”, reconoció una fuente radical. Finalmente, legisladores de diversos bloques (la izquierda, provinciales y de Hacemos Coalición Federal) se hicieron presentes en el recinto, pero no fue suficiente y alcanzaron los 124 legisladores, a solo 5 del quórum.
La legisladora Paula Penacca pidió 15 minutos de tolerancia, pero el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dijo que “le habían encomendado” hacer respetar el reglamento y le negó la extensión del plazo.
El mismo pedido realizó el diputados Nicolás del Caño del Frente de Izquierda, pero Menem se mantuvo en su postura.
Algo similar sucedió con los diputados de Hacemos Coalición Federal. Por su parte, los “lilitos” anticiparon que no daban quórum, pero el diputado Maximiliano Ferraro se hizo presente aunque llegó tarde, una vez que había caído la sesión; el resto de los legisladores se debatía entre bajar o no al recinto. Finalmente, buena parte del bloque también se ausentó.
Por el radicalismo estuvieron presentes Melina Giorgi, Danya Tavela, Mariela Coletta; Natalia Sarapura, Jorge Rizzotti; Facundo Manes; Carla Carrizo; Manuel Aguirre; Fabio Quetglas; Pablo Juliano; Marcela Coli; Pedro Galimberti; Marcela Antola; Fernando Carbajal
En este escenario, el grupo que responde a Manes aportó 8 diputados, Evolución 6, uno que responde al titular de la UCR bonaerense. Todos vinculados al mundo universitario y científico.
A ellos se les sumaron los dos santacruceños, Sergio Acevedo y José Luis Garrido, del bloque Por Santa Cruz. Por el lado de HCF bajaron los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón y la cordobesa Natalia De la Sota y Juan Brugge.
A este grupo se le sumaron los cinco legisladores del bloque del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Christian Castillo, Romina del Pla y Nicolás Vilca.
Quienes esperaron detrás de los telones fueron los legisladores del PRO y de La Libertad Avanza. Ambos bloques ya habían anticipado que no iban a participar.
El temario previsto para hoy incluía 37 proyectos que plantean diferentes versiones del financiamiento para las Altas Casas de Estudios y la forma de calcular la movilidad de las jubilaciones. Sin el quórum, se habilitó una sesión para expresiones en minoría.
La estrategia de Martínez era llevar los proyectos al recinto y forzar que el oficialismo los trate en comisión. Como ninguno tiene despacho, de la única forma que podría avanzar en la Cámara es si consigue los dos tercios de los votos, algo poco probable. Es por eso que busca emplazar a las comisiones con fecha y hora para debatirlos. En especial la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que comanda el libertario José Luis Espert, y que, obviamente, no muestra mucho interés en sumarlo al temario.
En total, el temario incluía 7 proyectos para garantizar los fondos para las universidad, que van desde el incremento de fondos, la modificaciòn sobre los bonos de crédito fiscal y garantía de recursos para las universidades nacionales de la Ley del Conocimiento, hasta tarifas especiales de gas y luz y la declaración de la emergencia presupuestaria del sistema universitario; y uno para la obra social de los empleados de las Altas Casas de Estudios nacionales.
También otros 7 que apuntan al restablecimiento de la vigencia del Fondo Nacional de Incentivo Docente desde el 1 de enero de este año y por hasta cuatro años; algo que el Gobierno nacional decidió derogar de hecho, ya que le quitó todo el financiamiento.
Por último, 13 proyectos de ley para modificar el artículo 32 respecto de la fórmula de cálculo de la movilidad de las jubilaciones y pensiones. En ese sentido, hoy se publicó en el Boletín Oficial que la mínima tendrá un aporte de un bono de $70.000, la misma cifra con la que se ajustan las jubilaciones desde diciembre de 2023. Desde esa fecha hasta marzo se acumula una inflación del 90 por ciento.