De cara a la manifestación estudiantil y de referentes de las universidades prevista para este martes en defensa de la educación pública y en reclamo de un mayor presupuesto, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich adelantó que prevé aplicar el protocolo antipiquetes y advirtió por posibles “provocaciones”.
Para la funcionaria de Javier Milei, la movilización de mañana está orquestada por “una universidad pública de una burocracia extrema, donde muchos hacen de la universidad un ‘quiosco’ para ellos”. En declaraciones a LN+, se preguntó: “¿Cuánto le llega a cada estudiante del presupuesto universitario?, ¿Cuál es la relación entre la cantidad de estudiantes que entran a la universidad y los que se reciben?, ¿Cómo se calcula el precio por estudiante? ¿La cantidad de plata que se le da? ¿El valor del estudiante?”
“Las universidades argentinas tienen que sacudirse. Tenemos que meternos más en los problemas de la realidad”, agregó. A diferencia de gran parte de La Libertad Avanza, Bullrich aclaró que está “totalmente a favor de la educación pública gratuita”. No obstante, señaló que hay que “pensar cómo hacemos para tener una mejor relación entre estudiante que entra y estudiante que se recibe”, destinar “menos plata para la burocracia y más plata para los profesores, para los estudiantes y para la investigación”.
“Las universidades se miden en el mundo por la calidad de las carreras que tienen y por la calidad de las investigaciones que producen en la ciencia que sea. Esa es la discusión, no más presupuesto para más burocracia”, insistió.
En ese sentido, dijo esa discusión no se quiere dar porque “hay intereses de muchos que vienen viviendo de esas capas y capas y capas de burocracia estatal”.
La ex candidata a presidente planteó que “hace muchos años necesitamos una nueva refundación de la Universidad de Buenos Aires y de otras universidades”. “Necesitamos que estén a la altura de las circunstancias, del cambio que la Argentina necesita. Eso necesitamos. ¿Y esta Universidad de Buenos Aires está más preocupada por las burocracias internas, por cuántas secretarías tiene, por cuántos ñoquis tiene?”, cuestionó.
“Quiero que los alumnos de las universidades públicas argentinas pidan que se rindan cuentas, que pregunten cuánto vale la educación y cuánto se queda en la burocracia”, manifestó.
Bullrich enfatizó que “nadie quiere cerrar la universidad pública”, que ese es “un discurso mentiroso”, y señaló que el Gobierno “quiere que no vivan los vivos de la universidad pública”. “No somos hoy la mejor universidad de América Latina. La UBA está alrededor del número 50, no está número uno. Queremos ser número uno. Bueno, para ser número uno, el presupuesto tiene que estar adaptado a las necesidades reales de la educación”, agregó.
Consultada por si va a aplicar el protocolo antipiquetes en la manifestación de este martes, contestó que dependerá de “la cantidad de gente que va”, pero que buscará implementarlo porque “pensamos que en esta marcha sinceramente puede haber una provocación”.
En ese sentido, apuntó a la participación de la CGT, la Izquierda, y la CTA. “Puede haber una provocación”, insistió. Para Bullrich buscarán “generar una situación para movilizarse de acá a la eternidad”. “Vamos a tener cuidado”, aclaró.
El martes 23 de abril, la Marcha Federal Universitaria movilizará a las universidades públicas de todo el país en reclamo de un mayor presupuesto, dado que los fondos para educación superior hoy se encuentran en un piso histórico, según un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Aunque el Gobierno nacional anunció el jueves una propuesta de mejora –un 70% en mayo para gastos de funcionamiento, que se suma al 70% otorgado en marzo, junto con una partida extraordinaria de $14.400 millones para los hospitales universitarios–, desde las universidades afirman que el monto solo cubre la mitad de la inflación acumulada y sostendrán la medida del martes.
Anoche, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti aclaró que “no va a haber piquetes ni bloqueos de calles, van a haber gente dirigiéndose a un lugar”. “Se está haciendo el esfuerzo por generar el menor trastorno posible”, expresó.