Javier Milei continúa con gestos en su política exterior para consolidar el alineamiento con Estados Unidos, Israel y buena parte de la Unión Europea. En plena tensión en el sistema internacional por el ataque que Irán aplicó contra Tel Aviv el fin de semana, el Presidente argentino refuerza su alianza con las potencias occidentales. Ayer se concretó la firma de un contrato para comprar 24 aviones F-16 norteamericanos en Dinamarca. En idéntico sentido, instruyó a su ministro de Defensa, Luis Petri, a ejecutar una misión diplomática en Bélgica para que Argentina sea admitida como “socio global” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El propio Petri lideró ayer la delegación argentina que formalizó la adquisición de los caza norteamericano para fortalecer la flota de la Fuerza Aérea del Ejército nacional. Tras un largo día de reuniones con Troels Lund Poulsen, su par danés, y representantes de la Armada de ese país, el funcionario y su comitiva emprendieron esta mañana un vuelo con destino a Bruselas.
La delegación nacional desembarcará en la capital belga para desplegar reuniones en la sede de la alianza militar de las potencias occidentales, que lideran Estados Unidos, Francia, el Reino Unidos y Alemania. La OTAN es un sistema de defensa intercontinental creado a mediados del siglo XX. Tiene 32 estados miembros y 15 países que son aliados con el estatus de “socio global”. Esa es la posición que busca alcanzar Milei ahora, con el auspicio de Washington.
Argentina adquirió el carácter de “aliado extra OTAN” durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. El país llegó incluso a tener una oficina en Bruselas, como tienen las naciones que integran la alianza militar. No obstante, por las oscilaciones en la política exterior de la Casa Rosada en las últimas décadas, la alianza quedó vetusta.
Milei pretende exhumar ese acuerdo con un salto de status. La cualidad de “socio global” le permitirá a la Argentina profundizar sus aptitudes defensivas, acceder a equipamiento para las Fuerzas Armadas, modernizar los entrenamientos y obtener información de utilidad para los movimientos geopolíticos.
Con ese fin, Petri estará mañana en la sede de ese organismo multilateral. El ministro tiene previsto tener una reunión con Mircea Geoana, secretario general adjunto de la OTAN. En tanto que luego mantendrá un cónclave también con Javier Colomina Piriz, secretario general adjunto para Asuntos Políticos y Política de Seguridad. El funcionario estará escoltado por Juan Battaleme, secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa y asesor clave en política exterior del ministro, y por Javier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina.
Para continuar con idéntica línea geopolítica, luego de la misión en la OTAN, Petri tomará un vuelo con destino a Oslo, la capital de Noruega. El motivo es intentar destrabar la compra de cuatro aviones noruegos que había iniciado la administración de Alberto Fernández. Se trata de aeronaves P-3 Orion que se utilizan para la videovigilancia marítima.
Para Balcarce 50 resulta de un acuerdo clave, porque son aviones destinados para custodiar las 200 millas de la plataforma marítima argentina. Es una zona que exige especial control para evitar la pesca ilegal así como también la presencia de cualquier barco que pueda implicar una amenaza para el país o esté vinculado al crimen organizado.
La adquisición de los cuatro P-3 Orion implicará un desembolso de USD 60 millones de dólares. La presidencia de Alberto Fernández, antecesor de Milei, no cumplió con los plazos establecidos y Petri buscará destrabar la negociación para allanar la compra de los aviones. El Ministerio de Defensa espera que en mayo los P-3 Orion estén en Argentina.