El Gobierno enviará este jueves una delegación de funcionarios nacionales, científicos y expertos a la base de observación espacial que China tiene en una zona desértica de Neuquén, tras las crecientes dudas y especulaciones en torno a su funcionamiento y el objetivo final de las actividades que se desarrollan en esas instalaciones que dependen de las Fuerzas Armadas de ese país.
Como había anticipado Infobae esta mañana, también habrá una recorrida similar el viernes en la estación espacial que tiene la Unión Europea en Malargüe, Mendoza. En ambos casos, tendrán las visitas los objetivos de “evaluar el estado operativo, la seguridad y el cumplimiento de los estándares establecidos para estas infraestructuras”.
La decisión, que fue confirmada a este medio de fuentes oficiales, la tomó la Jefatura de Gabinete, que había quedado a cargo por orden del presidente Javier Milei de atender los pedidos que se venían planteando desde la Argentina y también de Estados Unidos. La visita la ordenó Nicolás Posse, que mañana estará en Washington manteniendo reuniones con funcionarios encumbrados de la Casa Blanca
Las estaciones espaciales de la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC) en Neuquén y la Agencia Espacial Europea en Malargüe, Mendoza -la Deep Space 3- son dos de las actividades de observación espacial que la Argentina lleva adelante hace la década pasada. Las visitas, que no tendrán la característica de “inspección”, ya que los acuerdos firmados durante el gobierno kirchnerista con el régimen comunista de China no la contempla.
Según informó el Gobierno, la comitiva estará compuesta por representantes de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología; la Secretaría de Estrategia Nacional; la Cancillería; así como expertos de ENACOM y Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). La misma estará presidida por Alejandro Cosentino, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, quien estará acompañado por el secretario de Estrategia Nacional, Jorge Antelo, hombre de confianza de Posse.
“El propósito de esta visita es evaluar el estado operativo, la seguridad y el cumplimiento de los estándares establecidos para estas infraestructuras, además de fortalecer la transparencia y las relaciones entre Argentina y sus contrapartes europeas y chinas, en el marco de los acuerdos de cooperación vigentes. Es importante destacar que esta será la primera visita oficial realizada por el actual gobierno”, informó el Gobierno.
Y agregó que “la coordinación de esta visita se llevó a cabo en estrecha colaboración con ambas agencias, quienes han mostrado una disposición ejemplar y han brindado todas las facilidades necesarias”, al tiempo que resaltó que el gobierno argentino “considera esta visita como una oportunidad para revitalizar las cooperaciones con ambas contrapartes y dar inicio a un mayor intercambio y presencia por parte de Argentina en las estaciones espaciales”.
La decisión de enviar a los funcionarios, expertos y científicos se tomó después de semanas de especulaciones y sospechas en torno a la actividad que desarrolla la base espacial China, que se remontan a mucho antes de la llegada de Milei a la Presidencia de la Nación, y que fueron mencionadas en los diversos contactos que funcionarios libertarios tuvieron con enviados del gobierno de Biden.
El tema se puso al tope de la agenda con la llegada de la jefa del Comando Sur de EEUU, general Laura Richardson. Quien puso en palabras las dudas en torno al funcionamiento de ese enclave chino fue el embajador Marc Stanley: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”, dijo semanas atrás el diplomático norteamericano y agregó: “Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”.
La preocupación principal de Estados Unidos es clara y no admite matices: sospecha que esa estación, que está conectada con China continental y el Ejército del régimen, tiene capacidad para realizar tareas de espionaje o de seguimientos vinculados a la defensa, pese a que en lo que se conoce de la letra de los compromisos bilaterales se resalta que está prohibida cualquier actividad militar.
Tras el recrudecimiento de las sospechas y las especulaciones en torno al funcionamiento de la estación, el gobierno nacional primero dijo que realizaría una inspección, luego una inspección científica, después pasó a ser una “visita científica” y finalmente Milei dijo en una entrevista que impulsaría una auditoría. “Se va a auditar como corresponde. Los chinos dicen que no hay nada ¿cuál es el problema entonces?”, le dijo Milei a Alejandro Fantino.
Las dos estaciones
La estación espacial china está ubicada en Bajada del Agrio, sobre la ruta provincial 33, en Neuquén. Se empezó a construir en 2014 bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y la gobernación de Jorge Sapag, el último caudillo del clan Sapag, que manejó con un estilo feudal durante más de 50 años los destinos de la provincia, y que fue un fervoroso defensor de la base. Se terminó en 2017. Es un predio de unas 200 hectáreas que le cedieron a China por un lapso de 50 años, sin pago de impuestos.
Según un informe técnico que prepararon en Neuquén a instancias del ex gobernador Omar Gutiérrez, un alfil de Sapag, CLTC destinó más de 50 millones de dólares en la construcción de la estación, que estuvo a cargo de la empresa constructora ESUCO. CONAE y la provincia del Neuquén, según el contrato vigente, quedaron habilitadas para tener un uso garantizado de 10% del tiempo diario de la Estación, como así también el funcionamiento permanente de una dependencia de la Provincia.
En tanto, la CONAE informa que la Deep Space 3 – Malargüe (DS 3) es la antena más moderna para seguimiento de misiones de exploración del espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA), instalada en la provincia de Mendoza por acuerdo entre la Argentina y la ESA, mediante la cooperación espacial vigente entre la agencia europea y la comisión argentina.
Según se indica en la web oficial, la comunidad científica argentina dispone de tiempo de uso de la antena de exploración del espacio profundo DS3 para investigaciones en radioastronomía entre otras aplicaciones. Contar con estas capacidades instaladas en nuestro país significa el acceso al uso de tecnología de punta para investigaciones científicas, teniendo en cuenta que la estación de Malargüe es la más moderna de la Red de Espacio Profundo de la agencia europea.