La ex presidenta de Aguas y Saneamientos Argentinos (AYSA), Malena Galmarini, cuestionó la dureza del ajuste impulsado por el Gobierno de Javier Milei, y volvió a mostrar de manera autocrítica con el peronismo, sobre el que insistió que debe “reinventarse”, aunque extendió el análisis hacia el resto de los sectores políticos y sociales. “Creo que toda la dirigencia de la Argentina se convirtió en acomodaticia”, definió.
La dirigente del Frente Renovador señaló que el Gobierno “nos empeoró a todos en muy corto tiempo”, y que “los ciudadanos están entre azorados y preocupados” porque “no tienen cómo llevar adelante” el impacto de las medidas. “Es una trampa horrible la de decir te pido todo a cambio de nada. Quizás tenga que ver con la propia psicología del personaje, pero uno no puede pedirle a la gente que haga sacrificios inútiles”, indicó, en relación a la dirección de la política macroeconómica libetaria.
“Hay que acomodar, ir sacando los subsidios y levantando un poco las tarifas. Acomodar lo que está desacomodado”, sugirió Galmarini. “La pregunta que me haría es cuál es el futuro y que nos deparará con la luz. Si nos aumenta el 350% el gas, si sigue aumentando la luz y además internacionalizan y dolarizan la tarifa. Todos los meses, es un cachito más. Ya es un momento que ni se puede comer”, graficó.
Según la referente del municipio de Tigre, el ex ministro de Economía, Sergio Massa, proponía efectuar los cambios económicos “de otra forma” en las elecciones presidenciales de 2023, y que “era previsible lo que iba a pasar cuando se desregula todo”. “Si se desregulan sectores del mercado que tienen 3 o 4 dueños, la lógica es que aumenten hasta donde puedan”, agregó. Y afirmó que eran necesarias algunas modificaciones, como la reforma de la Ley de Alquileres. “Yo no estaba de acuerdo, me parecía un horror la ley. De ahí a liberar todo y que pasen de cobrar de $60.000 a $350.000... No hay forma de dónde ir a vivir. Había otro camino, se podía hacer de otra manera”, ejemplificó.
Al analizar el ascenso político de Javier Milei, Galmarini descartó que el fenómeno solo “fuera un problema del peronismo”, aunque subrayó: “Creo que el peronismo tiene que reinventarse y hacer una autocrítica”.
“Uno se va a acostumbrando a lo que queda cómodo. Cada uno le pondrá el inicio donde la parezca, pero lleva un par de décadas que en todos lados estábamos cómodos. Todos puteaban contra los planes sociales y sabíamos que no era una salida, que era transitorio, pero ninguno se animó a sacarlos. Cristina (Kirchner) se fue con 300 mil planes, llegó (Mauricio) Macri y los subió a $770.000, y llegaron diciendo basta de planes y cortes. Ahora pasa lo mismo, se los sacamos a fulano y se los damos a mengano”, puntualizó en una larga entrevista con el periodista Ernesto Tenembaum, por radio Con Vos.
En la misma tesitura, Galmarini deslizó que ella misma en su gestión en AYSA durante el gobierno anterior podría haber ajustado más: “Cuando veo que en AYSA están echando gente... yo sabía que con 300 o 400 empleados menos por ahí la empresa podía trabajar. Ahora es muy difícil echar cuándo vos no sabes adonde va a ir la gente”.
Atomizado en sus referencias, el peronismo continúa en un estado de desorientación que se profundizó tras la última derrota electoral en el balotaje de noviembre contra Javier Milei. En los últimos días, se profundizaron las declaraciones cruzadas y reproches internos sobre los errores del pasado reciente y qué liderazgo seguir de cara a lo que viene.
El centro de la discusión está en el peronismo con base en la provincia de Buenos Aires, desde prácticamente el cierre de listas del año pasado. De un lado, funcionarios provinciales y dirigentes cercanos al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Del otro, La Cámpora y el universo cristinista. Mientras tanto, el massismo manda señales de que el ex ministro de Economía sigue vigente.