El Gobierno decidió reforzar la seguridad en varios puntos sensibles del país como aeropuertos, instituciones religiosas y culturales vinculadas con la colectividad judía y las sedes de algunas embajadas luego de conocerse el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que sentenció que el ataque contra la embajada de Israel que ocurrió en marzo de 1992 y la bomba que hizo explotar la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994 “respondieron a un designio político y estratégico” de la República Islámica de Irán y ambos atentados fueron ejecutados por la organización terrorista Hezbollah.
“No hubo amenazas concretas, simplemente fue por protocolo”, le aseguró una alta fuente del ministerio de Seguridad a Infobae sobre la decisión que se adoptó esta mañana. Luego hubo una reunión que mantuvo la titular de esa cartera, Patricia Bullrich, con su secretario Vicente Ventura Barreiro, ante la posibilidad de que se produzca algún atentado terrorista.
Entre las embajadas sobre las que se prestaría especial atención se encuentran las de Estados Unidos y la de Israel.
El fallo de Casación Penal consideró que la voladura del edificio de la AMIA ubicado sobre la calle Pasteur de la que se cumplirán 30 años, se trató de un crimen de “lesa humanidad” y por eso existe la posibilidad de que nuestro país pueda iniciar una demanda formal ante los iraníes.
La sentencia contra el Estado Islámico de Irán que se conoció este jueves por la noche fue dictada por los jueces Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Angela Ledesma.
Mahiques, esta mañana en una entrevista por radio Mitre, reiteró la importancia de la decisión judicial, y aprovechó para resaltar la figura del exfiscal Alberto Nisman, quien murió en enero de 2015 luego de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por encubrir a Irán en su supuesta responsabilidad en el atentado contra la AMIA por el Memorándun de entendimiento con ese país firmado en 2013, algo que finalmente no prosperó ya que no fue avalado por el Parlamento iraní.
El juez afirmó que “el ex fiscal Nisman continuó e intensificó” la línea de investigación que señalaba a Irán y a la organización terrorista Hezbollah como responsables de los ataques, y aseguró que si hubiera logrado finalizar con su camino, podría haber llegado antes a las mismas conclusiones de las que llegó la Cámara ayer.
“(Nisman) Tenía muy en claro que todas estas circunstancias estaban en el origen del atentado a la AMIA, lo cual, llevado hasta sus últimas consecuencias, podría haber tenido antes de este fallo resultados palpables”, sostuvo.
“El acto tiene una matriz entre ideológica y religiosa, y responde también a un programa escatológico, apocalíptico, que pretende instalar una especie de califato universal. A partir de allí surge claro que hay una interdependencia. Hezbollah no es un organismo estatal, aunque gobierna en El Líbano. Tiene un brazo militar y una expresión política. Pero también fue el brazo armado y la organización que respondió a designios de la política de la Revolución Islámica. Hay un lazo muy demostrado entre la conducción entre el Gobierno de Irán de ese tiempo y Hezbollah. Y ahí uno llega a la conclusión de que Hezbollah no pudo haber hecho n atentado como el de la AMIA sin el el financiamiento, la planificación, el armamente, del Estado Islámico de Irán”, contó el magistrado.
Además, aseguró que se eligió a Argentina como blanco de esos ataques “porque ofrecía vulnerabilidades desde el punto de vista de su seguridad, de su inteligencia”.
“Son varios los factores. Quedó claro que Irán estaba detrás de esos atentados y Hezbollah detrás de la ejecución”, añadió.
El juez también reiteró que la situación en materia de Seguridad e Inteligencia que vivía la Argentina en aquellos años “no ha mejorado mucho”, y resaltó que en el fallo hay “una serie de exhortaciones y órdenes y directivas para que se replanteé desde el punto de vista de la seguridad pública, el concepto de seguridad nacional”, con el fin de evitar nuevos atentados en el territorio.