En las últimas semanas se reportó la fuga de once detenidos que se encontraban alojados en comisarías de la Ciudad de Buenos Aires. El último episodio sucedió el lunes por la noche, cuando cuatro detenidos en una dependencia de Caballito intentaron escaparse. Los agentes policiales frustraron la fuga de dos de ellos, mientras que los otros dos aún siguen siendo buscados por las fuerzas de seguridad.
“Se han recapturado tres hoy, entonces ha bajado el número pero es una situación compleja que el Gobierno nacional hereda de la anterior gestión de Alberto Fernández”, apuntó el secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Kravetz, para después señalar que la superpoblación carcelaria se convirtió en uno de los temas de mayor preocupación de la administración porteña y nacional actual.
En este sentido, el funcionario público explicó que desde que se prohibió el ingreso de los presos al Sistema Penitenciario Federal durante la pandemia, el número de detenidos en comisarías y alcaidías de CABA se multiplicó durante los últimos años. “Las comisarías y alcaldías que alojaban a 60 presos pasaron a incrementarse paulatinamente hasta llegar a más de 2.000 el día de la fecha”, remarcó.
“Esto es un tema muy grave, un tema que no es de fácil solución porque la forma más fácil sería dejar de detener gente que comete ilícitos en la calle. Eso nosotros no lo vamos a hacer”, ponderó Kravetz durante un diálogo con el programa Somos Buenos, por TN, en donde anticipó que el Gobierno de la Ciudad comenzó a trabajar en un proyecto para crear nuevos módulos de detención transitorios.
“Estamos en plena construcción de cuatro edificios modulares para poder sacar parte de los detenidos”, destacó el secretario, para luego indicar que el programa estaría a cargo del jefe de Gobierno, Jorge Macri, y el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff. Asimismo, puntualizó que parte de la partida presupuestaria será invertida en la ampliación que tendrá como objetivo aliviar la situación, mientras que los presos que ya fueron condenados son trasladados a los penales.
Si bien admitió que en comisarías y alcaidías había al menos 300 detenidos que ya fueron condenados por sus delitos, señaló que éstos no fueron derivados a cárceles para evitar la superpoblación en el Sistema Penitenciario. “Hoy estamos discutiendo por un lado los cupos que es la cantidad de presos que el Sistema Penitenciario Federal nos permite llevar por semana”, subrayó al indicar la necesidad de que éstos sean trasladados para purgar sus sentencias, sin que sus derechos como presidiarios sean corrompidos, ya que en la dependencias no pueden garantizarles que salgan al exterior sin que se corra el riesgo de fuga.
De hecho, Kravetz reiteró que los módulos de detención que están en construcción bajo ningún concepto funcionarán como cárceles al manifestar: “Nosotros no queremos salir de la lógica de que un detenido nuestro sea un detenido que purgue su condena en comisaría o cárceles modulares porque eso está mal”. Incluso, apuntó que el personal de la Policía de la Ciudad no está instruido para tratar y asistir a los reos que fueron sentenciados.
“Hoy nosotros tenemos 1.500 policías abocados a cuidar detenidos sin haber tenido la formación para eso”, informó el secretario al anticipar que podrían crear un sistema formativo que ayudara a evitar que los presos alojados en comisarías y alcaidías se escapen durante su estadía en las dependencias policiales de CABA. A pesar de que reconoció que el proceso “va a llevar un buen tiempo”, se mostró optimista al considerar que “con una buena predisposición de las partes vamos a llegar a buen puerto”.
Previo a esto, el jefe de Gobierno porteño analizó la situación en una entrevista para Radio Continental, en donde reconoció: “Tenemos más gente detenida de la que deberíamos”, tras apuntar que el problema surgió porque desde el Sistema Penitenciario Federal dejaron de retirar a los detenidos. En este sentido, remarcó que “una comisaría es un lugar preparado para que alguien esté detenido unas horas, no están preparados para que estén detenidos por días”.
“Hay que entender que el 94% de los detenidos son de la justicia nacional o federal. No son competencia de la Ciudad de Buenos Aires”, criticó Macri al apuntar que “muchos de ellos tienen pena firme porque están condenados”. Frente a esto, contó que mantiene un diálogo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para poder solucionar la cuestión y que se tomó la decisión de judicializar la causa para que el Sistema Penitenciario Federal se encargue de derivar a los presos que deberían estar bajo su jurisdicción.