El ministro del Interior, Guillermo Francos, recibirá mañana, a las 16, a una delegación de la CGT en la Casa de Gobierno. Será la primera reunión oficial entre ambas partes y el Gobierno intenta bajar las tensiones para desactivar el nuevo paro general de la central obrera, que será debatido este jueves.
El encuentro será a “agenda abierta”, aseguran en ambas partes, aunque uno de los temas sobre los que más se avanzó en encuentros reservados entre Francos y el sector dialoguista de la CGT es sobre el nuevo impulso a la reforma laboral de Javier Milei, que ahora podría ser incluida en la Ley Bases, a partir de un proyecto de la UCR, pero sin dos de los puntos que más irritan al sindicalismo, como la limitación de las cuotas solidarias y de la ultraactividad de los convenios colectivos.
Al encuentro en la Casa Rosada irían los cotitulares de la CGT Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), más el secretario adjunto, Andrés Rodríguez (UPCN), y dirigentes como Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Sola (seguro) , aunque se descuenta que no concurrirá Pablo Moyano (Camioneros), irreductible contra el Gobierno.
La sorpresiva convocatoria de Francos llega en el peor momento de la relación entre el Gobierno y el sindicalismo, con tensiones en ascenso por la no homologación de algunas paritarias, como la del Sindicato de Camioneros; los despidos en el Estado y la falta de acuerdo salarial de gremios clave como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), entre otros.
Apenas Javier Milei ganó el balotaje, Francos inició contactos secretos con el sector dialoguista de la CGT, que lideran “los Gordos” (Daer y Armando Cavalieri, de Comercio) y los independientes (Rodríguez Martínez y Lingeri) para tratar de consensuar la reforma laboral que impulsaban los libertarios.
En esas reuniones, el designado ministro del Interior les dio garantías a los líderes cegetistas de que los cambios laborales no pondrían en riesgo al poder sindical, pero cuando Milei dictó el DNU 70 los dirigentes gremiales se sorprendieron porque incluía artículos que afectaban sus intereses.
Es que la última revisión del DNU 70 estuvo a cargo del asesor gubernamental Federico Sturzenegger, que endureció su contenido con artículos que irritaron a la CGT. Después de conocido el DNU, la central obrera impugnó su capítulo laboral ante la Justicia por considerarlo inconstitucional y se abrió una etapa de fricciones con el Gobierno que incluyó el paro con movilización del 24 de enero pasado y que este jueves, en una reunión de la conducción cegetista, podría llevar a una huelga de 24 horas.
El sector más combativo de la CGT impulsa un paro general antes de la movilización a la Plaza de Mayo proyectada para conmemorar el Día del Trabajador, el 1° de mayo, pero la fracción dialoguista es partidaria de concretar una huelga recién después de esa concentración callejera para “medir la fuerza real” del malestar de los trabajadores contra las políticas dispuestas por el Gobierno.
Ahora, como anticipó Infobae, Francos retomó el diálogo reservado con una parte de la CGT en busca de desactivar el paro y, como contrapartida, en la mesa de negociaciones entró la propuesta del Gobierno de bajar dos artículos de la reforma laboral objetados por el sindicalismo en busca de lograr un mayor consenso político para acelerar su aprobación parlamentaria dentro de la Ley Bases.
En realidad, la estrategia del oficialismo es avalar un proyecto de reforma laboral que elaboran el bloque de diputados de la UCR, que contendría todo o una parte del capítulo laboral del DNU 70 que frenó la Justicia. “Si al Gobierno lo satisface, se integraría a la Ley Bases”, admitió una fuente del radicalismo. La iniciativa cuenta con el apoyo del PRO y Hacemos Coalición Federal, que, junto con la UCR, serán la llave para destrabar y avanzar con la agenda legislativa que le interesa al Presidente.
Ahora, en los nuevos contactos entre el Gobierno y la CGT, revelados por el periodista Jorge Duarte, los negociadores libertarios se mostraron dispuestos a sacar de la Ley Bases los artículos de la reforma laboral que figuran en el DNU más resistidos por el sindicalismo. Uno es la limitación de las cuotas solidarias, el recurso más eficaz para el financiamiento de los sindicatos a través de los descuentos compulsivos de una suma pactada en los convenios colectivos de trabajo, que el Poder Ejecutivo propuso que debían contar con el “consentimiento explícito” del trabajador para ser descontada.
Otro punto del DNU que critica la CGT es el que diluye la ultraactividad de los convenios colectivos, principio que obliga a mantener su vigencia hasta no negociar uno nuevo, algo que los sindicalistas defienden a rajatabla como una forma de “preservar los derechos de los trabajadores” y evitar una “negociación a la baja”. El decreto de Milei, frenado por la Justicia, contempla que “una convención colectiva de trabajo cuyo término estuviere vencido solamente mantendrá subsistentes las normas referidas a las condiciones de trabajo establecidas en virtud de ellas (cláusulas normativas) y hasta tanto entre en vigencia una nueva convención colectiva o exista un acuerdo de partes que la prorrogue”. Y agrega: “El resto de las cláusulas (obligacionales) podrán mantener su vigencia sólo por acuerdo de partes o por la específica prórroga dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional”.
¿Alcanzará para que el Gobierno consiga un guiño de la CGT? Los sindicalistas también reclamarán una solución a la falta de homologación de las paritarias que se apartan de la pauta oficial. Por eso en la reunión de este miércoles en la Casa Rosada también estará el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien puede aportar soluciones a uno de los puntos que integran la larga lista de reclamos sindicales.