El conflicto entre el Gobierno y el Sindicato de Camioneros seguirá escalando en las próximas horas y llegará a un punto de difícil retorno. A la amenaza de Pablo Moyano de lanzar un paro nacional si este lunes el Gobierno no homologa su último acuerdo salarial, el ministro de Economía, Luis Caputo, le contestó con artillería pesada. Advirtió que la Casa Rosada no va a convalidar la paritaria del gremio de los Moyano y se preguntó: “¿por qué vas a homologar algo que no tiene ningún sentido?”.
Pero la ofensiva oficial irá más allá: desde la Secretaría de Trabajo, que dirige Julio Cordero, dijeron a Infobae que, en caso de concretarse el paro, Pablo Moyano “perjudicará a todos los argentinos para presionar en obtener un dictamen favorable para él, y esto es violentar el Estado de Derecho”, por lo que advirtieron: “Si la medida de fuerza se lleva adelante, la consideraremos ilegítima”.
“Creemos en un Argentina sin violencia, donde las instituciones funcionan, como están funcionando, y no hay aprietes ni dirigentes que por la fuerza busquen doblegar al otro y mucho menos al Estado”, resaltaron en la Secretaría de Trabajo, donde hicieron una exhortación: “Le pedimos a Moyano que se mantenga dentro del marco de la ley. La gente votó un cambio profundo, ahora las reglas se cumplen y nadie está por encima de la ley, por más poderoso que se crea algún sindicalista”.
El gremio, de todas formas, no sólo amenaza con paros. Hace 72 horas, la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, que lidera Hugo Moyano, invitó a los empresarios del sector a reunirse el jueves 11 para hablar sobre el nuevo aumento salarial, aplicable desde el 1° de mayo, e incluso el secretario Gremial de esa organización, Pedro Mariani, envió un mensaje a las cámaras que fue interpretado como intimidatorio: según una imagen que circula entre los directivos empresariales, les pidió “en forma urgente el listado de empresas que pagaron el aumento como adelanto de sueldos, el envío de los recibos de sueldo y el listado de empresas que no pagaron el aumento” objetado por el Gobierno (que es del 45% en dos tramos: 25% para marzo y el 20% para abril).
Hay empresarios que aseguran que ese tipo de solicitud, y expresada en esos términos, no tiene antecedentes. Sin haber logrado homologar el último aumento, los Moyano ya quieren hablar del próximo y, para colmo, exigen información a las empresas con un sesgo amenazante sobre el pago de la mejora salarial. “Están desesperados porque está caído el acuerdo para marzo y abril y quieren compensarlo negociando ya un incremento para mayo”, deslizó el dueño de una pyme.
La última maniobra de Pablo Moyano para rescatar la última paritaria fue pedirle un salvavidas a Axel Kicillof, que le garantizó la homologación del 45% de aumento en la provincia de Buenos Aires a través de una resolución del ministro de Trabajo bonaerense, el sindicalista ultra-K Walter Correa. El dirigente de Camioneros lo agradeció en un mini-acto con sus fieles, en el que se jactó de haber podido “romper” el techo que puso el Gobierno a la paritaria. De paso, no ocultó su simpatía por el kirchnerismo: dijo que, “si Dios quiere, (Kicillof) será el futuro presidente de la Nación” y que ”tiene muchas posibilidades de ser el nuevo conductor del peronismo” (¿lo compartirá su papá Hugo?).
En la Secretaría de Trabajo aclararon que “la homologación no es un acto automático, como plantea Moyano” y que “el Estado tiene una función que cumplir que es garantizar el orden público, es decir, que no se afecten derechos de terceros a los cuales se les va a imponer este convenio si se homologa”. Y recordó que “el convenio por el que están presionando ha tenido impugnaciones graves por parte de integrantes de cámaras y hasta que no se resuelvan, no se puede homologar”.
Las impugnaciones fueron presentadas por la Cámara de Transporte de Santiago del Estero (CATSE), la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (APROCAM), la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (CEDAC) y la Unión Propietarios de Camioneros de San Juan (UPROCAM). Las cuatro asociaciones integran la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), una de las firmantes de la paritaria, el 23 de febrero pasado, pero impugnaron el acuerdo ante Trabajo al considerar que en el convenio se incorporaron “de manera inconsulta” el pago de adicionales y un aporte extraordinario para la obra social que “termina favoreciendo a las grandes empresas y afecta a todas las pymes del país”.
Aunque el área jurídica de Trabajo analiza desde hace semanas las impugnaciones, el aumento ya fue incluido (en muchos casos como anticipo) en los sueldos de marzo, pagados a comienzos de este mes. Aun así, sin la homologación, el sector patronal no está obligado a pagar la mejora y mucho menos a reconocer el “aporte extraordinario” a la obra social de Camioneros de $10.000 por trabajador “para solventar el déficit del sindicato” (en un universo de 200.000 afiliados a Camioneros, asciende a un total de 2000 millones de pesos por mes para las arcas gremiales, que ahora el sindicato de los Moyano quiere aumentar a partir del acuerdo que se pacte para mayo).
Las malas noticias para el clan Moyano también provienen de su interna. Su principal opositor interno, Sergio Aladio, jefe del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, que representa a 24 mil choferes, anunció que no se sumará a la huelga anunciada por Pablo Moyano: “No tiene sentido un paro -enfatizó-. Se empieza a mover la actividad en el sector agroexportador y necesitamos que los trabajadores y las empresas puedan recuperar algo de terreno ante la mala situación económica que estamos atravesando”. Y resaltó que, aun sin homologación, el aumento salarial del 45% para marzo-abril ya se pagó “en un muy alto porcentaje de las más de 4.500 empresas de la provincia”.
El escenario del conflicto entre la Casa Rosada y los Moyano está afianzado y este lunes puede estallar la guerra en una semana clave: la CGT definirá el jueves 11 la fecha y la modalidad de la nueva medida de fuerza para protestar contra el gobierno de Javier Milei. Y en esa reunión del Consejo Directivo cegetista repercutirán los dichos de Caputo sobre la homologación de las paritarias porque afecta no sólo a Camioneros sino a todo el sindicalismo, que se despabila para resistir el ajuste.
¿Qué dijo Caputo en la entrevista con Jonatan Viale, en LN+, acerca de las paritarias?
- “No vamos a homologar eso (el acuerdo de Camioneros) porque tiene que tener una lógica la paritaria”.
- “Las paritarias son libres, pero después, como regulador, la Secretaría de Trabajo tiene que homologar eso porque no vas a a homologar algo que no tiene ningún sentido; vos mismo te generás un problema”.
- “(Trabajo) Lo va a homologar en tanto le parezca razonable. Si homologa el 25% de suba en febrero cuando la inflación fue del 13, o de 20% en marzo cuando la inflación va a ser 10, bueno, el próximo que venga puede decir ‘yo también quiero, dame 30 en abril, dame 40 en mayo’. Vos tenés que dar algo que sea razonable y compatible con lo que estás haciendo. Es parte del equilibrio general”.
- Acerca de cuál es el porcentaje que acepta el Gobierno para homologar: “Si das cualquier cosa, pasa lo que decíamos cuando teníamos la consultora, entrás en una carrera nominal. Si convalido cualquier cosa (por un aumento salarial), vos convalidás cualquier precio y entonces yo subo la tasa y la tasa le quiere ganar al dólar. Así entrás en una carrera como le pasó al gobierno anterior”.
- “Esto (por las paritarias) tiene que tener una lógica. Si vos me decís 1 o 2 puntos por encima de lo que es la expectativa de inflación, bárbaro. Me decís 15 puntos arriba y no tiene ningún sentido”.
Es la primera vez que un ministro explicita algo que siempre existió, pero que nadie admitió: las paritarias tienen límites puestos por los gobiernos de turno. Por eso fue una señal decisiva la que dio este viernes el dialoguista Sindicato de Comercio, que lidera Armando Cavalieri: cerró un acuerdo salarial para un trimestre (marzo, abril y mayo) que consiste en un aumento a tono con las pautas libertarias, de una suma fija de 40 mil pesos para marzo, un 8% para abril y un 7% para mayo, porcentajes que encajan en las previsiones de una inflación a la baja que maneja Caputo.
¿La paritaria de Cavalieri marcará la tendencia del resto de los acuerdos que vencen este mes o que deben revisarse? En el fondo, parece darse una puja entre dos viejos adversarios sindicales: Comercio ya pactó un 8% para abril que será homologado, mientas Camioneros logró un 20% para ese mes que no será homologado. Ahora comenzará a pesar el pragmatismo de los dirigentes sindicales. En otros gobiernos, sobre todo peronistas, se aceptaba negociar por la inflación futura aun a costa de perder poder adquisitivo. En 2007, Hugo Moyano y gremialistas cercanos al presidente Néstor Kirchner accedieron a firmar las paritarias con un 16,5% de aumento cuando estaba previsto que lo hicieran por un 19%. El líder de Camioneros incluso extendió la vigencia del acuerdo por 15 meses. “Esto es una reiterada manifestación de confianza en el Presidente, en el modelo y en el país”, destacó.
Es evidente que Moyano no confía en el actual Presidente ni en su modelo. En este momento, firmar paritarias según la inflación futura para controlar la inflación puede beneficiar a un enemigo como Javier Milei. ¿Pesará el “jueguito” para la tribuna o la necesidad de asegurar un aumento sustentable para los trabajadores y en favor de la estabilidad económica? El sindicato de los Moyano atraviesa otro dilema: entre marzo de 2018 y julio de 2023, Camioneros registró una caída salarial del 26%, según un estudio de la consultora Analytica. Fue el que lideró el ranking de los retrocesos de ingresos reales frente a la inflación, seguido de lejos por Comercio, con el 14,1%, y Gastronómicos, con el 13,9%.
Otro de los indicios de que la “patria camionera” no es la que era antes. Tras la confirmación de Caputo de que el aumento no será homologado, ahora podrá comprobarse qué pasará con la amenaza de Pablo Moyano de que este lunes “no se va a mover una hoja” por el paro de su gremio. Y, de la misma forma, se verá si el Gobierno acelera a fondo para declarar ilegal la protesta y desatar una guerra total en esta pulseada inquietante en la que se juega mucho más que las paritarias.