“Axel es el futuro presidente de los argentinos, no hay otro candidato de nuestro espacio”. La frase que lanzó en las últimas horas el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, no sorprende pues uno de los jefes comunales más encolumnado detrás de la figura del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Sin embargo, se da en un contexto en el que el peronismo -y desde la provincia de Buenos Aires- intenta iniciar un proceso de rediscusión de liderazgos y construcción tras las elecciones del 2023. En este esquema, el rol del mandatario provincial no escapa de las conversaciones.
El jefe comunal del distrito costero fue entrevistado por el portal Minuto G a propósito de sus diez años al frente del gobierno local. En ese marco, dijo sobre Kicillof -además de que no hay otro candidato- que “obviamente tiene una proyección muy importante”, y que “como están las cosas hoy, aquel que puede encauzar la república en un camino del trabajo, de la industrialización, de las PyMEs, de que todos vivamos un poco mejor y no unos pocos, es Axel”.
El posicionamiento del mandatario gesellino no es aislado. Hay otros intendentes que también empiezan a dar señales en el mismo sentido. Uno de los más tajantes, por el peso político que refiere, fue el de Jorge Ferraresi de Avellaneda, quien más allá de plantear que Kicillof debía ser el candidato a la presidencia y que hay que empezar a construir esa candidatura también aseguró que “hay que construir en un lugar distinto”; en un mensaje dirigido a La Cámpora y la figura de su jefe y titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. Los dichos de Ferraresi habían sido en un encuentro en el municipio de Lanús, donde gobierna el camporista Julián Álvarez.
En La Plata tomaron distancia del planteo de Ferraresi. Ante la consulta de Infobae, un dirigente cercano al gobernador aclaró que en el entorno de Kicillof “no es una preocupación, ni prioridad una candidatura”, sino que la atención está puesta “en el desastre que está haciendo Milei”, pero que “está bien que los compañeros discutan política”.
Meses atrás, el intendente del Partido de la Costa, Juan De Jesús, también había insinuado con una postulación futura de Kicillof al cargo máximo. En el marco de lo que fueron las conferencias de verano, De Jesús lanzó que los distritos de la costa bonaerense debían “ser un polo pesquero, un polo agrícola. Tenemos campo, sierra, mar y turismo”. Seguidamente miró a Kicillof y lanzó: “Quisiera verlo antes de que termines tu gobierno y puedas seguir con otras aspiraciones más grandes que seguramente te va a dar el pueblo”. Ese mensaje del jefe comunal de la Costa sorprendió en su momento, ya que el hijo De Jesús, el diputado provincial y ex intendente del distrito, Juan Pablo, forma parte del esquema político que supo construir el ex Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde. Un sector que estaba más cerca de la estructura de Máximo Kirchner con el PJ bonaerense, que de un eventual kicillofismo.
Desde que Javier Milei es presidente, el peronismo ha entrado en un escenario incierto en cuanto a liderazgos, con pases de facturas internas y argumentaciones fácticas; como la que esgrimen en los sectores más cercanos a Máximo Kirchner y La Cámpora: que en la provincia de Buenos Aires el peronismo ganó, que Unión por la Patria recuperó veinte municipios y que de esos veinte nuevos distritos que gobierna, doce intendentes son de La Cámpora. En actos públicos, Kicillof suele repetir que “el pueblo de la provincia no votó ajuste” y que el peronismo ganó en la instancia de las PASO, las generales y el balotaje.
Durante la última semana de marzo, el último Congreso del PJ a nivel nacional -donde el gobernador bonaerense es vicepresidente- se aceptó la licencia de Alberto Fernández como presidente partidario y se planteó la creación de una comisión política denominada “Comisión para el modelo argentino”. Aún no hay mayores acuerdos sobre quién la integrará y eso lo definirá el consejo partidario.
En ese encuentro, en el Microestadio de Ferrocarril Oeste, hubo posiciones díscolas que lanzaron dirigentes de la provincia de Buenos Aires, como el senador bonaerense y ex ministro de Seguridad, Sergio Berni o el intendente de Esteban Echevarría, Fernando Gray. A grandes rasgos reclamaron una autocrítica y cuestionaron las últimas decisiones de la estrategia electoral que tomó el peronismo. Ninguno puso en cuestionamiento la figura de Kicillof.
Por su parte, el mandatario bonaerense había sido uno de los oradores de ese acto. Fue el encargado de dar a conocer la creación de la comisión política. Planteó también que “en estos 100 días de gobierno Milei hizo mucho daño. Tenemos una responsabilidad ante esta situación. Cuando estas cosas pasan, el peronismo se articula y se amplía. Tenemos la obligación de generar una alternativa para volver a gobernar la Argentina”. Fue aplaudido.