La decisión del gobierno de Javier Milei de cambiarle el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK) generó una gran ola de controversias en la política local.
Al ser consultado por Infobae sobre cuál será el nuevo nombre, Adorni apuntó: “No está definido, cuando lo definamos, por supuesto que se los vamos a comunicar. Pero la decisión está tomada en virtud de que no exista más como tal”. Igual, se refirió al espacio como el “ya hoy ex CCK”.
Quien alzó la mano para hacer su aporte fue la diputada del PRO Silvia Lospennato, apenas el vocero presidencial informó que el CCK “dejará de llamarse como tal y efectivamente se le dará paso a un nuevo nombre”.
La diputada del PRO propuso “que se llamara CCBorges”, con relación al Centro Cultural Borges, omitiendo que a tan solo seis cuadras del Palacio de Correos y Telecomunicaciones (también denominado Correo Central) y, desde 1995, ya existe un histórico espacio con esa denominación, sito en Viamonte 525, en el edificio perteneciente a las Galerías Pacífico.
Por el otro, Lospenatto hizo referencia a un proyecto que presentó para implementar “un mecanismo transparente y participativo para elegir el nombre de un edificio público tan importante”. Por ambas cuestiones, la legisladora nacional recibió varias críticas.
“Ya existe Silvia, se nota que la cultura es tu pasión”, le recriminó un usuario en X como tantos otros que le recordaron la existencia del CCBorges. En tono neutro o más vehemente, desde las redes no le dejaron pasar tamaño error a la legisladora PRO. “Propongo CC Rojas”, dijo otro con ironía, mientras que también se le recordó que el nombramiento en noviembre de 2012 del Centro Cultural del Bicentenario había sido por ley.
Ampliando en la presentación de Lospennato, según ella, surge con el propósito de fortalecer los principios democráticos y la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con la denominación de espacios públicos, bienes muebles e inmuebles del Estado Nacional en la República Argentina.
“La participación activa de la ciudadanía en la elección de nombres para espacios públicos es esencial para construir una sociedad más inclusiva y comprometida”, sostuvo.
En palabras de Lospenatto, “la democracia, entendida como la participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones, se ve fortalecida cuando se involucra a la sociedad en la designación de elementos simbólicos que forman parte del entorno colectivo”.
¿Por qué se le cambiará el nombre al CCK?
Fuentes de Casa Rosada ampliaron que la motivación principal de esta decisión tiene que ver con que el nombre del expresidente está vinculado a la “corrupción”; como alternativa de reemplazo apuntan a “alguien que sea de la cultura”.
La denominación del CCK siempre fue motivo de disputa entre el kirchnerismo (en su momento oficialismo) y diversos sectores de la oposición que más de una vez fantasearon con rebautizarlo.
En 2017, la administración que encabezaba Mauricio Macri amagó con avanzar en ese sentido y se generó un enorme revuelo. En ese marco, el por entonces titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, tuvo que salir a aclarar que la iniciativa que buscaba rebautizar el edificio como Gustavo Cerati no había surgido del Gobierno.
Sin embargo, cuando le preguntaron si le gustaba la denominación del Centro Cultural Kirchner, el funcionario respondió: “Creemos que puede haber mejores”.
El macrismo llegó a presentar en el Congreso un proyecto para que no se pueda poner nombres de personas a los edificios públicos hasta que no hayan pasado 20 años de su muerte.
Una de las propuestas parlamentarias fue realizada por el radical Miguel Nanni (ya exdiputado), quien sugirió rebautizarlo como Centro Cultural del Bicentenario Argentino, con el argumento de que “no corresponde que el nombre de una persona que despierta tanta pasión y tanta resistencia” como el fallecido expresidente sea utilizado “en semejante obra”.