La Asociación Bancaria acordó un aumento salarial equivalente a la inflación del trimestre enero-marzo de 2024 y consiguió que los trabajadores del sector cobren un anticipo del 9% para este mes. De esta forma, el gremio que lidera Sergio Palazzo firmó con las cámaras empresariales una recomposición salarial que está en sintonía con la pauta salarial del Ministerio de Economía.
El entendimiento contempla que el incremento del 9% para marzo de 2024 será acumulativo a lo percibido en febrero sobre todas las remuneraciones mensuales brutas, normales, habituales y totales, remunerativas y no remunerativas, incluyendo los adicionales convencionales y no convencionales.
Además, según el acta rubricada por ambas partes, se decidió que “en caso de resultar mayor la inflación a lo ya percibido en enero-febrero y este adelanto del presente mes, se ajustarán retroactivamente los salarios al mes de marzo, abonando esa diferencia junto a los salarios de abril”. También se actualizó en el mismo porcentaje el bono correspondiente al Día del Bancario, que se celebra cada 6 de noviembre y es no laborable, que hasta ahora alcanzaba los $883.752,33.
En un comunicado de prensa, el sindicato resaltó con el adelanto del 9% los ingresos de los trabajadores bancarios se incrementó en un 50% con relación a diciembre de 2023.
Empresarios y dirigentes gremiales habían acordado a fines del mes pasado una actualización del 0,6% para enero, lo que cubrió la diferencia inflacionaria del mes, según preveía el acta-acuerdo. “Sobre la base de los sueldos de enero último y esa actualización, se incorporó un adelanto del 14% acumulativo a lo percibido el mes anterior para todas las remuneraciones y adicionales convencionales y no convencionales”, sostuvo el gremio. El incremento salarial para febrero fue en concepto de adelanto, ya que si la inflación superaba el 14% se ajustará de forma automática, por lo que las entidades bancarias deberán de manera inmediata aplicar la diferencia retroactiva correspondiente.
La Asociación Bancaria se sumó así a los sindicatos que vienen firmando acuerdos salariales en forma mensual. A fines del mes pasado, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) cerró con el sector empresarial un aumento salarial del 17,6% que regirá desde febrero y que permitió que el sueldo básico arranque en los $658.000 brutos. A ese porcentaje de incremento, que partió de las remuneraciones mínimas del cierre del año pasado, se le agregaron las sumas remunerativas y una mejora adicional del 11%, según el gremio que lidera Armando Cavalieri.
De la misma forma, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) cerró a mediados de este mes un acuerdo en las paritarias con un aumento del 14% para marzo que fue firmado con la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y la Federación Argentina de Entidades de la Construcción (FAEC). Así, el gremio conducido por Gerardo Martínez acumula un incremento del 34% en lo que va del año, contra una inflación del 36,6% en el primer bimestre.
En las últimas semanas se alcanzaron otros acuerdos salariales, como el de la Unión Personal de Seguridad de la República Argentina (UPSRA), conducida por Ángel Alberto García, que rubricó con la Cámara de Empresas de Seguridad e Investigación una mejora salarial cercana al 73% para marzo, abril y mayo, por lo que será el quinto mes del año en que el salario bruto alcanzará los $840 mil.
La suba será aplicada en tres tramos: para marzo, el sueldo bruto de la categoría testigo, Vigilador General, alcanzará los $635 mil, incluyendo viáticos, cifras no remunerativas y adicionales varios. Luego, en abril ascenderá a $742 mil, y finalmente en mayo llegará a los $840 mil.
En el sector estatal, el gobierno nacional otorgó esta semana un aumento de salarios del 8% en marzo para los empleados de la administración pública nacional y los organismos públicos, aunque los dos sindicatos de la actividad tuvieron una actitud distinta ante el incremento: fue aceptado por la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que lidera Andrés Rodríguez, y rechazado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), dirigida por Rodolfo Aguiar.