Javier Milei enfrenta a Nicolás Maduro por sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos y decidió proteger a seis opositores al régimen caribeño que se encuentran alojados en la embajada de Argentina en Venezuela. Milei protege a los dirigentes de la oposición apoyado en la Convención de Viena, frente al sabotaje ejecutado por un grupo de tareas de Maduro que arrancó los fusibles de la luz de la residencia diplomática ubicada en la ciudad de Caracas.
En este contexto, el Gobierno dio a conocer el siguiente comunicado oficial:
“La República Argentina, arraigada en su histórica vocación de fomento y salvaguarda de los derechos humanos fundamentales, y ejerciendo su compromiso efectivo en tal sentido, expresa su inquietud ante el deterioro de la situación institucional y los actos de hostigamiento y persecución dirigidos contra figuras políticas de Venezuela. Con el respaldo de la inviolabilidad consagrada en el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, de la cual ambas naciones, Argentina y Venezuela, son signatarias, ha acogido a líderes políticos de la oposición en la Residencia Oficial de la Embajada argentina en Caracas.
En este sentido, la República Argentina manifiesta su preocupación por el incidente ocurrido ayer, que resultó en la interrupción del suministro eléctrico en la residencia oficial en Caracas, y advierte al gobierno de Venezuela sobre cualquier acción deliberada que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático argentino y de los ciudadanos venezolanos bajo protección, recordando la obligación del Estado receptor de salvaguardar las instalaciones de la misión diplomática contra intrusiones o daños y preservar la tranquilidad y dignidad de la misma.
Finalmente, el Presidente Javier Milei insta al socialista Nicolás Maduro a asegurar la seguridad y bienestar del pueblo venezolano, así como a convocar a elecciones transparentes, libres, democráticas y competitivas, sin proscripciones de ningún tipo”.
Los refugiados serían Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González y un sexto dirigente cuyo nombre aún no trascendió. Todos los protegidos por el gobierno argentino pertenecen a la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que es liderada por María Corina Machado.
Los políticos opositores que responden a Machado ingresaron a la embajada argentina hace cinco días y desde ese momento fueron resguardados por la administración de Milei. Se vive un clima de tensión en la residencia diplomática que anoche desembocó en un corte deliberado de luz causado por militantes que responden a Maduro.
Frente a este explícito hecho de violencia política, El presidente apeló al artículo 22 de la Convención de Viena para exigir al régimen populista que respete las normas de convivencia entre dos estados que mantienen vínculos diplomáticos.
El artículo 22 de la Convención establece:
“1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
2. El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
3. Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución”.
El comunicado oficial fue redactado en la Cancillería y viajó varias veces a la Casa Rosada. Milei, Nicolás Posse y Diana Mondino intercambiaron opiniones sobre su wording y respecto a las ideas que se pretendían comunicar en su texto de tres párrafos al margen de la prosa formal que impone la diplomacia.
No fue casualidad que al finalizar el comunicado se haya utilizado el adjetivo “socialista” para mencionar a Maduro y que se exija al líder populista que garantice un proceso electoral sin fraude y respetando los derechos de la oposición, dos reclamos básicos de la comunidad internacional que hasta ahora no ha hecho.
El último párrafo del comunicado sostiene: “Finalmente, el Presidente Javier Milei insta al socialista Nicolás Maduro a asegurar la seguridad y bienestar del pueblo venezolano, así como a convocar a elecciones transparentes, libres, democráticas y competitivas, sin proscripciones de ningún tipo”.
Desde esta posición política, la Cancillería hará lo necesario para preservar la vida y la seguridad de los seis refugiados y diseña una estrategia diplomática para lograr que puedan abandonar Caracas rumbo a Buenos Aires. Será una tarea compleja porque Maduro ya está en campaña electoral y no tiene intenciones de ceder ante los planteos que formalice Argentina.
El régimen caribeño convocó a elecciones presidenciales y su decisión es lograr que Maduro triunfe con la mayor cantidad de votos posibles. Esa decisión implica que está prohibiendo a los líderes opositores y bloqueando la posibilidad de un control institucional ejercido por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que pugnan por la transparencia electoral.
La principal coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) denunció impedimentos para acceder al sistema e inscribir a su candidata, la historiadora Corina Yoris, elegida ante la inhabilitación dictada contra María Corina Machado para competir por cargos públicos hasta 2036.
Y finalmente, vencido ayer el plazo para presentar a Yoris como candidata del PUD, el régimen bloqueó esa nominación para beneficiar las chances electorales de Maduro. Machado aseguró en Caracas no apoyará ningún candidato que no sea Yoris.
“El país tiene derecho a conocer toda la verdad y el resultado de lo que ha ocurrido es que anoche, a las 12 de la noche, a la Plataforma Unitaria no se le permitió inscribir su candidatura. El régimen impidió que se inscribiera a la doctora Corina Yoris. Lo que advertimos durante muchos meses terminó ocurriendo. El régimen escogió a sus candidatos”, dijo Machado ante la proscripción de su candidata presidencial.
En cambio, Maduro formalizó ayer su candidatura para aspirar a un tercer mandato de seis años en las elecciones del 28 de julio. Se trata de una batalla asimétrica: el régimen protege a su dictador y a la vez prescribe a los líderes de la oposición.
A través de un comunicado conjunto, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay expresaron su preocupación ante la imposibilidad de Yoris de inscribir su candidatura.
“Esta situación, junto a las inhabilitaciones previas que han sido de dominio público, agrega cuestionamientos sobre la integridad y transparencia del proceso electoral en su totalidad. Estas restricciones impiden el avance hacia elecciones que permitan concretar un proceso de democratización en la hermana Venezuela”, señala el comunicado.
El comunicado exhibe el aislamiento de Maduro y deja en soledad a Lula da Silva y Gabriel Boric, que evitaron sumarse a una posición diplomática que repudia la estrategia del dictador caribeño ante los próximos comicios. Brasil y Chile son funcionales al régimen populista cuando la persecución de los opositores es un hecho político a prueba de desmentidas oficiales.
La posición diplomática de Milei no es una novedad para Maduro. El Presidente evitó la designación de un embajador en Caracas -ahora hay un encargado de Negocios-, reclama por la democracia en Venezuela en todos los foros internacionales y decidió entregar a la justicia de los Estados Unidos el Boeing 747 de Emtrasur que estaba vinculado a grupos terroristas apoyados por Irán.
La embajada argentina ya fue refugio de decenas de opositores al régimen populista. En tiempos de Mauricio Macri, el encargado de Negocios Eduardo Porreti hizo una silenciosa tarea diplomática en favor de dirigentes de la oposición que estaban en la mira de los servicios de inteligencia de Venezuela.
Pero esta decisión política fue enterrada por el gobierno anterior cuando designó en Caracas a Oscar Laborde, un exdirigente del Partido Comunista que es amigo personal de Maduro. Con Laborde retirado en Buenos Aires, Milei volvió a autorizar la concesión de asilo a los opositores perseguidos por el régimen chavista.
Una postura presidencial ha colocado en extrema tensión al vínculo diplomático entre Argentina y Venezuela. En Casa Rosada ya aguardan la reacción política de Maduro, que está en permanente campaña electoral sin adversarios que puedan poner en riesgo su permanencia en el poder.