Un rato después de que El Vaticano difundiera un video con un mensaje de Francisco para los rosarinos, en medio de la escalada narco que vive la ciudad santafesina, el vocero presidencial admitió que el Gobierno tiene diferencias “en un montón de puntos” con el Papa, aunque expresó que ambos quieren “lo mejor para la Argentina”.
Manuel Adorni fue consultado por Infobae durante la habitual conferencia de prensa brindada en la Casa Rosada por el mensaje de Francisco difundido hoy, en particular por lo que expresó respecto a lo que el Papa entiende como un silencio del Estado respecto a la prevención en la lucha contra el narcotráfico.
“Siempre decimos lo mismo: al Papa lo respetamos como tal, su opinión es sumamente importante y respetable, y en un montón de puntos probablemente no estemos jamás de acuerdo con el Papa, y está bien que así sea”, respondió Adorni.
El vocero agregí que “él es un líder espiritual, nosotros gobernamos la Argentina, y en esa distancia que hay entre ambas funciones es razonable que en muchas cuestiones estemos de acuerdo y en muchas otras no”, y añadió: “Nos da la sensación que los dos queremos lo mejor para la Argentina, cada uno desde sus funciones y sus responsabilidades”.
Las declaraciones de Adorni sobre las diferencias de miradas que existen entre el Ejecutivo y el Papa se dieron apenas un par de horas después del mensaje público de Francisco sobre la situación que vive Rosario, en el que marcó la complicidad de los diferentes sectores con el narcotráfico.
En el registro, publicado en el canal de YouTube de Vatican News, el Pontífice aseguró que “en un momento de crisis” es comprensible “la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, pero alertó que el drama que atraviesa la ciudad tiene otras aristas.
En ese contexto, aseguró: “Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario, es necesario rehabilitar la política, que es una altísima vocación”.
Además, Francisco advirtió por el “silencio del Estado” en cuanto a la demanda de drogas, que “solo naturaliza y facilita la producción del consumo y comercialización de las mismas”.
No es la primera vez que la Rosada admite públicamente sus diferencias con Francisco. El 28 de febrero, apenas un par de semanas después del encuentro privado entre el presidente Javier Milei y el Papa, el mismo vocero presidencial había mostrado el desacuerdo del Ejecutivo con algunas frases que se habían conocido del Pontífice respecto a la Justicia social.
“Con algunas de las frases no estamos de acuerdo y está muy bien que así sea. El papa es un líder espiritual y nosotros gobernamos la Argentina, una Argentina con problemas en absolutamente todos lados. El Estado, hay que ver cuál es la definición de un Estado”, dijo el vocero aquella vez.
Putualmente, el vocero rechazó las afirmaciones sobre la importancia que tiene el Estado, según el Papa, para la vida cotidiana de los ciudadanos. “Eso no es así, lo ha dicho el Presidente en más de una oportunidad entendiendo que la Justicia Social, en esta lógica de sacarle a unos compulsivamente a criterio del funcionario de turno, ha logrado en Argentina y entiendo que en el resto del mundo en donde se utilizó el Estado como se utilizó en Argentina, ha lo que hoy estamos viviendo, que es un 50% de pobres”, advirtió Adorni.
Milei se reunió a principios de febrero más de una hora con el papa Francisco en una audiencia privada realizada en el Vaticano, en el corolario de una gira presidencial que incluyó una visita a Israel.
Pese a las fuertes palabras que había tenido para con la máxima autoridad de la Santa Sede durante la campaña electoral, el Presidente se quedó con un pequeño récord: fue el jefe de Estado que más tiempo estuvo con el Pontífice en su primera reunión.
“Se mostró satisfecho por el programa económico y su contención social” implementado por el Gobierno a partir del 10 de diciembre del año pasado, aseguró Milei tras el encuentro.