Javier Milei profundizará hoy la ofensiva diplomática contra Nicolás Maduro por su resolución arbitraria de prohibir los vuelos nacionales sobre el espacio aéreo de Venezuela, tras la decisión del gobierno argentino de entregar a la justicia de Estados Unidos el avión de Emtrasur que estaba vinculado al régimen terrorista de Irán.
La Cancillería Argentina y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela chocarán en la Organización de Aviación Internacional (OACI), un foro multilateral que pertenece a las Naciones Unidas y que fue creado en 1944 para respetar las reglas básicas de cooperación aérea establecidas en el Convenio de Chicago.
Maduro prohibió los vuelos de Aerolíneas sobre territorio local en represalia a la decisión de Milei de permitir que Estados Unidos secuestre y desguace un Boeing 747 de Emtrasur incautado por la justicia de Argentina debido a su oscura relación comercial con las fuerzas terroristas que operan bajo las órdenes de Teherán en Medio Oriente.
Ante la escalada diplomática protagonizada por el régimen venezolano, la Cancillería exigió que Maduro cancele su posición ilegal. Pero el dictador caribeño decidió profundizar la ofensiva y solicitó presentar su caso en la sesión de la OACI que hoy delibera en Montreal (Canadá).
En nombre del estado nacional, el cónsul general Gerardo Bompadre responderá a Venezuela que la entrega del avión de Emtrasur fue una decisión del Poder Judicial que la Casa Rosada cumplió sin dilaciones.
A su vez, el cónsul Bompadre explicará en la OACI que Caracas sólo prohíbe los vuelos de la Argentina y que esa decisión unilateral viola la normativa básica del Convenio de Chicago. “Maduro no aplica esa medida ni con Estados Unidos, y utiliza el secuestro del avión de Emtrasur para hacer campaña electoral”, comentó un funcionario clave del Palacio San Martín.
Las relaciones bilaterales entre Argentina y Venezuela están en su momento más complejo. Milei decidió que no haya embajador en Caracas, y aprovechará todos los ámbitos internacionales para denunciar al régimen caribeño. El Presidente comparte la perspectiva geopolítica de la Casa Blanca y considera que Maduro es un peligro para la estabilidad democrática de América Latina.
Pero Milei no hará nada para romper los vínculos diplomáticos con Venezuela. Instruyó a la Cancillería sobre el tono político que debería tener hoy la presentación del cónsul Bompadre y -por ahora- soportará las formas de Stella Lugo, embajadora de Maduro en Buenos Aires.
Lugo es un cuadro de la nomenclatura del régimen chavista y mueve sus piezas apoyadas por las facciones sobrevivientes de Unión por la Patria. La embajadora fue citada a la Cancillería, escuchó los reclamos de la Argentina y regresó a su residencia oficial sin contestar un sólo planteo de la Argentina.
“Fuimos informados de un acto vil, criminal, indignante: en un aeropuerto de Miami, en la Florida, el imperio gringo vengativo, perverso, con toda su maldad, procedió a descuartizar el avión de Emtrasur, el avión de Conviasa que nos habían secuestrado”, dijo Maduro durante una movilización en Caracas.
El líder venezolano dilató la decisión de la justicia argentina por sus vínculos personales con Oscar Laborde, embajador argentino en Caracas durante la gestión de Alberto Fernández. Laborde fue un dirigente comunista que cruzó al peronismo para seguir a Cristina Fernández de Kirchner, y esa lealtad política lo convirtió en representante del país en Venezuela.
Con la llegada de Milei a Balcarce 50, se rompió el status quo impuesto por el peronismo y se ordenó al Ministerio de Justicia que entregue el Boeing 747 a los Estados Unidos. La OACI, en definitiva, deberá ordenar a Maduro que suspenda su decisión de prohibir los vuelos de Aerolíneas Argentina sobre territorio de Venezuela.