El Gobierno reveló que detectó en el PAMI una serie de irregularidades, entre las que se destacan recetas truchas, órdenes para prestaciones médicas dudosas, y una serie de gastos políticos que pusieron a la obra social de los jubilados con un déficit operativo que la dejó, según manifestaron oficialmente, “al borde de una debacle financiera”.
El vocero presidencial Manuel Adorni, en la conferencia de prensa diaria en Casa Rosada, habló sobre el “despilfarro” y la “desidia” de la gestión anterior en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y destacó que desde el 10 de diciembre se recortaron 90 mil millones de pesos en “gastos políticos, en gastos innecesarios o en gastos provenientes de la ineficiencia”.
En el informe que presentó el funcionario detalló que la dirección ejecutiva de PAMI, que está a cargo de Esteban Leguízamo, recortó 90 mil millones de pesos en gastos políticos, que afectó la eliminación del 75% de las secretarías, el 33% de las gerencias y subgerencias y la eliminación total de las coordinaciones locales.
De acuerdo con el informe al que accedió Infobae, en marzo del año pasado el PAMI registró un déficit de 6 mil millones de pesos y en mayo también volvió a registrar un déficit por otros 6 mil millones de pesos, pero desde el mes de septiembre el déficit del organismo se multiplicó por 8, llegando a los 51 mil millones de pesos. Esa tendencia se incrementó conforme avanzó el año, al punto que en noviembre el déficit fue de 92 mil millones de pesos.
Entre los desmanejos que señaló la obra social de los jubilados se destacó “la venta de recetas truchas por parte de algunos profesionales que se aprovechaban de la falta de rigurosidad del sistema”. También se informó que el PAMI también sufrió un hackeo del sistema informático que dejó expuesta una base de datos personales de más de 5 millones de afiliados. “Datos de jubilados que, por supuesto, quedaron a merced de ser víctimas de estafas telefónicas y otros delitos”, dijeron a Infobae fuentes oficiales.
“Si este esquema de despilfarro continuaba vigente, el PAMI iba a estar al borde del abismo en mayo”, subrayó un informe y agregó que ese escenario se evitó. El mensaje coincidió con lo que dijo Manuel Adorni en la conferencia de prensa matutina: “Habiendo hecho los recortes necesarios, se evitó la catástrofe también en el PAMI”.
En un comunicado oficial, la dirección ejecutiva de PAMI confirmó que puso en marcha una serie de relevamientos cuyos resultados preliminares arrojaron que la obra social se encuentra en un estado de alta vulnerabilidad financiera. “Los datos iniciales indican que, de no haberse tomado medidas inmediatas, el PAMI habría entrado en una debacle financiera y estarían en riesgo las prestaciones que el Instituto brinda a sus afiliados”, estableció la obra social.
“El PAMI es un paciente que está en una situación crítica”, aseguró Leguízamo y agregó que el instituto viene arrastrando un presupuestario negativo que se fue saldando con ahorros. “La gestión actual recibió una situación de extrema fragilidad económica como consecuencia de la falta de control y el gasto discrecional e indiscriminado de los aportes de los jubilados argentinos”, se indicó en el parte de prensa.
Finalmente, aclararon que el programa de medicamentos gratuitos continuará activo y que, como todos los años, el convenio está en proceso de negociación con la industria farmacéutica para asegurar la cobertura para todos los afiliados. Es que el PAMI es el principal “cliente” que tiene el sector. “En el PAMI no hay plata, estamos en una situación crítica. Desde hace muchos meses se está gastando más plata de la que ingresa, por eso se están tomando medidas de manera inmediata porque si no, la situación económica del Instituto va a empeorar drásticamente”, concluyó el informe oficial que difundieron las autoridades del organismo, que depende del ministro de Salud, Mario Russo.