Martín Lousteau tuvo tiempo para decidir su voto para el tratamiento de la validez del DNU que envió Javier Milei que busca desregular la economía. Tuvo tiempo y tenía alternativas, como por ejemplo, la abstención, como lo hizo su correligionario Maximiliano Abad. “Es un tema de convicciones”, le respondió el economista a su entorno en los días previos a lo que fue -finalmente- su rechazo, que le costó fuertes críticas dentro de la UCR y acusaciones de vínculos con el kirchnerismo. El presidente del Comité Nacional está convencido de que el partido centenario debe ser oposición y construir una alternativa de Gobierno con valores e ideales que, en el actual contexto, choca con los deseos de la gran mayoría de los gobernadores y un importante grupo de legisladores.
Su voto negativo fue carne de cañón para sus principales adversarios: Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés. Ambos gobernadores son los líderes de Causa Federal (ex Grupo Malbec) y quienes apoyan un “cambio” en el país y exigen una “UCR moderna”. Ambos se enfrentaron a Lousteau en las elecciones por el Comité Nacional y, ante la derrota, se enfocaron en hacerse fuertes desde el Congreso para imponer las necesidades de sus territorios. Junto con Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy) firmaron un comunicado en un claro rechazo a la decisión del líder de Evolución.
El documento contó con el apoyo de los jefes de bloques, Rodrigo de Loredo y Eduardo Vischi. “Yo no me asusto porque así es mi partido”, respondió el cordobés a la salida de la reunión con Guillermo Francos en la Casa Rosada, consultado por los tiempos turbulentos por los que transita la UCR. De hecho, su alejamiento de la trinchera de Evolución ya es un hecho.
No es la primera guerra de comunicados que protagoniza el partido centenario. Desde que asumió Milei, algunos radicales buscan desesperadamente despegarse de las decisiones que toman las autoridades para fijar posición y, de paso, evitar ser el blanco de ataque del Presidente y su ejército de seguidores en redes sociales. Tanto los gobernadores -como los legisladores que les responden- también son representantes de la voluntad popular de sus provincias, donde la imagen del mandatario se mantiene en números auspiciosos.
Una voz de peso dentro de la UCR, que nunca comulgó con el liderazgo de Lousteau, sorprendió con una advertencia en diálogo con Infobae: “No es verdad que dentro del radicalismo todos lo putean a Martín. Hoy está recogiendo más apoyos que rechazos, incluso en dirigentes a los que no cae simpático”. Es que, llamativamente para muchos correligionarios, el economista logró capturar el sentimiento de militantes y dirigentes que ponderan la moderación y evitar los extremos.
“El tipo defendió sus convicciones”, rescató un radical sorprendido por las repercusiones entre sus colegas, esos que no llegan a los micrófonos del Congreso ni de los medios de comunicación - al menos en estos tiempos- pero con una larga trayectoria en la UCR. De hecho, le reconocen a Lousteau que logró revertir cierta resistencia en el espacio, pero con sus consecuencias: “Lousteau llegó al partido con mucha popularidad afuera y poco anclaje en el partido. Ahora se da un fenómeno a la inversa: afuera lo putean por estar enfrentado a Milei pero adentro de la UCR cosecha adhesiones”.
En Evolución no tienen dudas: los gobernadores tienen que defender su caja y no pueden darse el lujo de oponerse a las medidas que impulsa el Poder Ejecutivo. De hecho, según pudo reconstruir este medio, en la reunión de bloque previa a la votación, los radicales iban a votar divididos. Lousteau no iba a ser el único en rechazar el DNU, pero el llamado de los gobernadores a sus senadores cambió la ecuación.
El único que salió ileso de la contienda fue Maximiliano Pullaro. “Se está ocupando 100% de la situación del terrorismo de las bandas narco”, responden en su entorno. Tiene la excusa perfecta para no quedar enredado en la interna radical, donde el más atacado es el dirigente que fue clave para arrebatarle la provincia de Santa Fe al peronismo. De todos modos, según pudo reconstruir Infobae, el gobernador no llamó a ninguno de los senadores que representan a su territorio, por ejemplo, Carolina Losada, con quien recompuso su vínculo luego de una feroz campaña electoral.
“Milei no tiene nada que ver con nosotros”, resaltan aquellos que comulgan con Lousteau y que, además, creen que la actitud de los gobernadores y algunos legisladores responde más a una especulación con miras a la elección del 2025. De hecho, a la hora de pensar en una estrategia para los próximos comicios, en Evolución creen que para ser una alternativa de poder no pueden ser aliados de un Gobierno que va en contra de las banderas que promulga el partido centenario. “Queremos estar posicionados acá, aunque nos llenen la cara de dedos”, concluyen en referencia a los ataques que hoy recibe el presidente de la UCR.