El DNU de Milei se debatirá este jueves en el Senado: qué necesita para ser rechazado

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 llegará esta mañana al recinto del Senado de la Nación, luego de que la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, lo incluyera en la sesión especial convocada para este jueves.

La norma entró en vigencia el viernes 29 de diciembre. El DNU 70/2023 establece una amplia desregulación de la economía a partir de la modificación y derogación de cientos de leyes. Titulado “Bases para la reconstrucción de la Economía argentina”, se trató de la primera primera decisión política de vasto alcance del mandatario, y fue presentado en cadena nacional el pasado 20 de diciembre.

En la madrugada del jueves 21 fue publicado en el Boletín Oficial, pero si no se establece una aclaración específica se requiere un plazo de ocho días para que tenga una plena implementación.

Los DNU tienen fuerza de ley por orden del Presidente. Por lo tanto, la única forma de que sean rechazados es a través del Congreso, que debe conseguir la mayoría necesaria para derogar la medida en sus dos cámaras. Si la oposición logra los votos para imponer su postura en el Senado, el decreto continuará vigente hasta que también se vote en Diputados su rechazo.

Este jueves, luego de varios pedidos de los bloques de la oposición, la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a una sesión especial en su rol de titular del Senado para tratar el controversial decreto. La discusión que probablemente surja en el recinto es bajo qué condiciones se puede hacer caer el DNU y qué mayoría de legisladores se necesitan.

“Hay dos posturas, una es la que establece la Ley 26.122, que regula el trámite y los alcances de la intervención del Congreso respecto de decretos que dicta el Poder Ejecutivo. En sus artículos 20 y 21, la ley señala que cuando no hay una comisión bicameral que haya dictaminado sobre el DNU, las cámaras pueden hacer un tratamiento del decreto de oficio. Esto es conforme a la Constitución Nacional, el Congreso está obligado a aceptar o rechazar in totum el decreto”, sostuvo a Infobae el abogado en derecho constitucional, Diego Armesto.

“La otra postura que va a forzar el oficialismo seguramente es que, al no tener dictamen de una comisión, por el artículo 147 de la Cámara de Senadores se necesitan los dos tercios de los votos emitidos para llevar adelante una votación. Esto se aplica para todo proyecto sin dictamen de comisión”, agregó el letrado.

En el primero de los casos, el rechazo del DNU requeriría apenas de una mayoría simple de 37 senadores, mientras que en la segunda situación se requeriría de una mayoría agravada de 48 legisladores.

Según Armesto, la interpretación correcta para este caso sería la un piso necesario de mayoría simple. “Como la 26.122 es una ley especial que reglamenta los DNU, las leyes tienen supremacía sobre los reglamentos en nuestro sistema. Y esa ley no dice nada sobre la mayoría agravada si no hay dictamen”, consideró.

Desde la vigencia del DNU, el Gobierno pudo avanzar en la implementación de la mayoría de sus puntos y artículos, entre ellos, aquellas que contemplan el fin de las leyes de Alquileres, las de Tierras y de Abastecimiento, la desregulación de las prepagas y las condiciones para el cierre o privatización de empresas públicas, entre varias reformas que fueron explicitadas en los 366 artículos del documento de 83 páginas.

El único fallo firme contra el DNU es el conseguido por la Confederación General del Trabajo (CGT), que logró invalidar en la Justicia toda la reforma laboral que establecía la norma.

Si el DNU es aprobado, ya no se requeriría su tratamiento en el otro cuerpo legislativo. Tanto el Senado como Diputados tienen que rechazarlo mayoritariamente para que caiga uno de estos decretos. Ahora bien, si la Cámara Alta decide avanzar derogar la norma, la Cámara de Diputados quedaría en condiciones de tratarlo “en cualquier sesión”. “Si los números te dan y vos te animás”, resumió Armesto.

“El plan de trabajo lo define la comisión de Labor parlamentaria, donde los presidentes de las cámaras y los bloques definen”, puntualizó Armesto.

“En Diputados podría llegar a pasar lo mismo que en la Cámara de Senadores, que en alguna sesión se incorpore el tratamiento del DNU sobre tablas y ahí van a necesitar el truquito de los dos tercios. Pero si define Labor Parlamentaria, nadie puede rehusarse a tratarlo. Es el caso de ahora en el Senado, donde hubo cuatro pedidos de sesión especial, y una sesión especial no es una tratamiento sobre tablas; ahí aplican los artículos 19 y 20 y quienes fijan el temario son los senadores”, concluyó el abogado.