Ex boxeador amateur, Maximiliano Pullaro asegura que no está dispuesto a retroceder y que la pelea contra las bandas narcoterroristas que pegan fuerte en Rosario va a continuar hasta el final. Son días duros, después de una semana en la que hubo casi una muerte cada 24 horas. Dos taxistas, un colectivero y Bruno, un joven playero que tenía 25 años y toda una vida por delante, fueron acribillados por sicarios a órdenes de narcos que orquestaron matar por matar.
El gobernador de Santa Fe habló con Infobae y contó cómo está la situación en su provincia después del desembarco de tropas federales de fuerzas de seguridad y de todo un país que tiene la mirada puesta allí. Fue una charla extensa y, sobre el final, revela que recibió hoy dos amenazas de muerte más de bandas que exigen volver al estadio previo, cuando eran amos y señores de las cárceles y desde allí organizaban sus bandas narcos y ordenaban un sinfín de delitos.
También se refirió a uno de los temas que puso en agenda el presidente Javier Milei, con quien Pullaro todavía no tuvo una conversación directa y personal, pero le reconoció su compromiso y la ayuda enviada. Dijo que está de acuerdo con que los militares se involucren en los operativos que realizan las fuerzas del orden. “Hoy la Ley de Seguridad Interior permite que participen solo ante actos de terrorismo y lo que hay en Rosario es precisamente eso, actos de terrorismo”, afirmó.
A continuación, la entrevista
-¿Qué piensa de la idea que tiene el Gobierno de cambiar la Ley de Seguridad Interior para que los militares puedan intervenir en operativos contra el narcotráfico?
-Lo veo bien. Acá, en el caso de Rosario específicamente lo que hay son hechos terroristas, no son hechos de inseguridad o peleas entre bandas. Son hechos terroristas que pretenden quebrar una decisión del Estado. Esto que estoy planteando ahora lo plantee en una entrevista que usted me hizo antes de las elecciones primarias. El año pasado dije que una de las medidas principales que iba a tomar era recuperar el control de las cárceles. Estas son reacciones que ocurren ante la recuperación del control de la cárcel que hicimos. De hecho, los mensajes, las amenazas, los pedidos de hábeas corpus, todos van en esa dirección.
-¿En qué contexto estaría usted de acuerdo en que participe, por ejemplo, el Ejército? ¿De qué manera debería hacerlo?
-En el contexto en que lo permita la ley. Hoy la Ley de Seguridad Interior lo permite solo en hechos de terrorismo, con lo cual yo creo que puede actuar. Algunos tienen algún tipo de duda, pero si hay dudas, hay que modificar el artículo 27 de la Ley de Seguridad Interior.
La intervención sólo se podría dar ante hechos de terrorismo y estos lo son claramente, están tipificados: el hecho de terrorismo se define porque con determinados hechos delictivos graves como los asesinatos se pretende generar pánico y conmoción social para quebrar una decisión de un gobierno constitucional. Según mi criterio no haría falta cambiar la legislación, pero admito que las Fuerzas Armadas fueron tan castigadas que algunos pueden creer que es necesario que haya alguna modificación legal.
-¿Cómo está la situación hoy en Rosario, después del baño de sangre que hubo los últimos días y con personal federal instalado allí?
-Estamos viviendo una situación de extrema gravedad porque por primera vez, las organizaciones narcos para quebrar una decisión del gobierno atacaron a población civil inocente, personas que nada tenían que ver con la cuestión del narcotráfico. Esa línea solamente la había cruzado el terrorismo y ahora los narcos.
-¿Este accionar fue parte de una coordinación entre las bandas? ¿Se pusieron de acuerdo para atacar de esta manera?
-Es una de las hipótesis que se está investigando. Pero a ver Facundo, esto no empezó hoy, sino que empezó el 12 de diciembre. Ahí se dieron las primeras amenazas que me hicieron con disparos de arma de fuego, con mensajes intimidatorios. Empezaron el 12 de diciembre pidiendo lo mismo que ahora y amenazando que esto iba a ocurrir si nosotros seguíamos ajustando el Servicio Penitenciario.
-Y llegamos al día de hoy.
-Llegamos al día de hoy y nosotros no retrocedimos ni vamos a retroceder.
-¿Qué significa “No vamos a retroceder”?
-Que vamos a hacer cumplir la ley en la cárcel, cosa que no sucedió hasta ahora.
-Los presos de alto riesgo van a seguir incomunicados.
-Exacto, que es lo que más le molesta porque pierden el poder de la conducción de su organización.
-Están están preparados para enfrentar un recrudecimiento de la violencia?
-¿Preparados en qué sentido?
-Si cuentan con todos los recursos materiales, los recursos humanos para evitar una nueva escalada de violencia.
-Los actos terroristas son muy difíciles de prevenir en todo el mundo. No hay inteligencia criminal que los pueda prever y mucho menos tener una prevención. Sí nosotros demostramos en cuatro días dar con los autores materiales y estamos avanzando sobre los autores intelectuales de estos crímenes.
-Entiendo...
-...pero preparados con la infraestructura y los recursos humanos para que no ocurran actos terroristas es muy difícil. Ni Estados Unidos se puede evitar esto.
-Cuénteme un poco de la investigación de estos cuatro episodios. ¿Cómo están las causas y qué es lo que falta?
-Tenemos individualizados, en principio, a los autores materiales de los cuatros crímenes y estamos avanzando sobre los autores intelectuales.
-¿Tienen alguna pista de eso?
-Sí, sí, claro. Pero no puedo avanzar, porque es una tarea que le corresponde a la Justicia.
-¿Y qué mensaje le transmitiría a la gente de Rosario y a todo el país?
-Yo vivo en Rosario, con lo cual soy parte de la sociedad. Estamos frente a una lucha que es entre ellos y nosotros, entre la sociedad y la mafia. Si quiebran esta decisión del Estado que se tomó, va a continuar todo como venía, con muchas muertes de inocentes por año. No es la primera muerte de inocentes: el año pasado las organizaciones criminales para mandarse mensajes entre ellas mataron a un muchacho, Jimmy Altamirano, mataron a una bailarina que era Virginia, que estaba esperando el colectivo con su mamá. Mataron a un chico de 16 años en San Lorenzo. Teníamos que lamentar entre 20 y 30 víctimas civiles inocentes por años en esta violencia que teníamos.
Esta decisión lo que pretende es quebrar esa escalada y esa espiral de violencia que veníamos teniendo en la provincia de Santa Fe y particularmente en Rosario desde 2012. Y vamos a seguir adelante porque entendemos que este dolor que estamos pasando tenemos que superarlo. Si a nosotros nos quiebran, le vamos a estar entregando la conducción del Estado a las organizaciones criminales y las decisiones del Estado a las organizaciones criminales.
-Pero es un escenario muy difícil...
-Hoy piden aflojar las condiciones de detención y mañana nos piden que les cambiemos un fiscal y pasado nos piden que todos los comerciantes de una zona les den plata porque a ellos se les ocurre. Acá hay que redoblar el esfuerzo y lograr desarticularlos y que sepan los delincuentes que el Estado tiene los recursos para hacerlo.
Es muy difícil adelantarse a la prevención de un hecho o uno no lo logra saber. El lunes detuvimos a tres personas que iban armadas por la calle con armas de fuego. No sabemos si iban a cometer un delito o no. Tal vez nos adelantamos o tal vez no. Uno solamente sabe el hecho cuando se consuma. Ahora de todo lo que pasó, de los crímenes que hubo las investigaciones van a dar sus frutos y vamos a lograr mostrar quiénes fueron los autores materiales y, posteriormente, intelectuales.
-¿Está conforme con la reacción del gobierno, los recursos humanos y materiales que enviaron o necesitan más?
-Uno siempre pide en buenos términos que puedan haber más, pero siento el respaldo del Gobierno nacional en esto y siento el respaldo de los gobiernos provinciales también.
-¿Y de Milei, personalmente?
-Con Milei no hablé, pero claramente mostró una posición política mandando a dos de sus ministros, al de Defensa y al de la de Seguridad.
-¿Quiere que vaya a Rosario?
-Eso depende de él. Veo voluntad y se manifestó positivamente para resolver la situación. No tengo nada que reclamar, al contrario. Y la ministra estuvo ayer y el ministro Petri estuvo. Y eso sí es para destacar, porque son momentos duros.
-¿Están seguros de poder vencer a estos grupos narcos tan violentos?
-Sí, absolutamente. Si no nos quiebra la decisión, los vamos a vencer.
-¿Qué significa que les quiebren la decisión?
-Que ganen ellos es que se terminen los pabellones de alto perfil, que vuelvan los privilegios a las cárceles, que puedan volver a controlar las organizaciones criminales desde esos lugares. Pero no va a ser en mi gobernación. Eso lo aseguro.
-¿No tiene miedo?
-Personalmente no tengo miedo, pero sí da miedo lo que pasa y lo que está viviendo la sociedad. Si es por mí, el miedo es algo que nunca tuve en mi vida.
-Pregunto por todas las amenazas que hay contra tu vida, contra la vida de tu familia. Por eso pregunto.
-Hoy entraron dos amenazas más.
-¿Contra usted?
-Sí, contra mí. El sábado colgaron una bandera con amenazas. Son cosas que están pasando. Desde el 12 de diciembre a hoy debo haber recibido en estos 90 días 50 o 60 amenazas. Algunas con disparos de arma de fuego y otras con carteles, otras en diferentes lugares. Todas las amenazas piden lo mismo: que afloje las condiciones de detención de los presos.