Daniel Scioli come una porción pequeña de pastafrola, su torta predilecta. Toma un vaso de agua y se acomoda sobre el sillón de una sala del Centro de Convenciones de Córdoba, donde encabezó la primera asamblea del año del Consejo Federal de Turismo (CFT). Está de buen humor. Por momentos se pone efusivo. Otras tantas veces, pensativo. Va y viene entre la formulación de las respuestas.
El secretario de Turismo, Deportes y Ambiente está protagonizando una nueva etapa en su vida política. Sorpresiva para el mundo peronista. Es parte del gobierno de Javier Milei. Defiende su postura y su decisión ante todas las críticas. “Estoy convencido de estar actuando de buena fe”, sostiene. Se prende el grabador y Scioli inicia el diálogo con Infobae. Se ríe suavemente apenas escucha la primera pregunta. Habla y cuenta.
-¿Por qué tomó la decisión de estar en el gobierno de Milei después de tantos años en el peronismo y de haber sido candidato presidencial por el PJ el año pasado?
- Porque yo sentí que en mi trabajo en Brasil había cumplido los objetivos de reconstruir la relación en un momento muy difícil, por la distancia política e ideológica entre el presidente argentino y Bolsonaro. Dejé proyectada una agenda muy concreta para integrar cada vez más a nuestros países en materia energética, agroalimentaria y de infraestructura. Con el presidente Milei tuve un vínculo de respeto, simpatía y cordialidad a lo largo de los años. Fue muy generoso con mi trabajo en Brasil. Vi como estaba interpretando una demanda de la sociedad argentina, de un cambio. Cuando gana hace una convocatoria amplia, generosa, a quien quiera comprometerse y ayudar. Con sentido de responsabilidad, no podía ser indiferente sabiendo que podía ayudar.
-¿En un principio quería que se quede en la embajada argentina en Brasil?
-Si, no eran solo palabras. Enviaron mi plácet que fue aprobado por el gobierno de Lula Da Silva en tiempo récord. Yo no esperé que se me renueve eso y me puso a trabajar desde el primer día que había dejado de ser embajador. A mí no me gusta especular. Siempre fui para adelante. Es mi temperamento y personalidad. Hablé con el Presidente y le dije que si me quedaba en Brasil, iban a pensar que si me convenía me sumaba al Gobierno y si no me quedaba como embajador. Milei es un hombre muy pasional y emocional. Y es racional en el sentido de la responsabilidad del mandato popular que tiene. En campaña dijo una cosa y ahora lo está ejecutando. Lo que a mí me dio confianza y motivación. ¿Si yo quiero servir a mi país en este momento y puedo hacer mucho en turismo y deporte, por qué me voy a quedar en Brasil esperando a ver que pasa? Vengo y me comprometo. Eso fue lo que hice y es lo que estoy haciendo.
-¿Pero no le chocó en su decisión que el programa político de Milei sea diametralmente opuesto al del peronismo?
-Todos hablaban de que había que alcanzar el equilibrio fiscal en el país. Que debía existir un sinceramiento. Brasil me abrió la cabeza al mundo y yo observaba eso. La nafta en Argentina estaba a 30 centavos de dólar y en Brasil a un dólar. Estoy convencido de la capacidad de recuperación de la Argentina, porque estoy convencido que sale adelante más temprano que tarde. Confío en que va a suceder.
-¿En este gobierno?
-Si. Yo la veo. La veo y soy coherente. Acá está el que me salvó la vida -señala a Jorge Barbero, el jefe aeronáutico que lo rescató en el accidente de lancha que tuvo el 4 de diciembre de 1989, y que lo suele ver cada vez que pasa por Córdoba- y me llevó agonizando hasta Rosario. En la reunión que tuvimos con Milei y Francos hace unos días, les conté lo doloroso de mi recuperación. Hay que sufrir para después estar mejor. Sufrir por sufrir, no. Es lo que les conté del accidente. En este momento del país es conmovedor que la gente, a pesar de los problemas que tiene, le pone el hombro, hace el sacrificio y sabe que hay que atravesar estas dificultades. Las medidas están generando una percepción positiva en todo el mundo.
-¿A qué se refiere?
- En Alemania me contaron el compromiso con el que están promoviendo el turismo argentino. Me marcaron dos cosas: la circulación en la vía pública y la economía. Respecto a la primera, los turistas se quejaban mucho por los piquetes. Y con el tema económico resaltan que está casi unificado el tipo de cambio. Tenían muchos problemas para cambiar los dólares. Por encima de todo está la Argentina. Siento que puedo ayudar a mi país con mi experiencia. ¿Por qué no lo voy a hacer? ¿Por pensar que alguno me puede criticar? Si la convocatoria fue amplia. A los que la ven y yo la veo; a los que quieren ayudar y yo quiero ayudar; a los que quieren poner el hombro y yo quiero poner el hombro.
-¿Qué es lo que no está viendo la oposición y que Milei dice estar viendo?
-Con los resultados que se van alcanzando....el Presidente tiene algo muy particular. No se sobregira en expectativas. No te dice que vamos a alcanzar el equilibrio fiscal el mes que viene. Después van llegando las cosas antes de lo que lo había anticipado. La convergencia del tipo de cambio y la baja de la inflación. Hay que atravesar momentos duros si vos estás haciendo cosas que valen la pena. Yo puteaba a los médicos. Y un día me rehabilité y volví a la vida. Yo sé que no es lo ideal. El Presidente no quiere que la gente sufra. Está buscando estabilizar el país. Está tomando medidas de fondo. Argentina tiene sectores estratégicos que van a ser generadores de dólares genuinos.
-¿Cómo se definiría usted en esta nueva etapa? ¿Es un peronista dentro de un gobierno libertario?
-El gobierno libertario ha hecho una convocatoria amplia. De hecho hay gobernadores peronistas que están apoyando y hay distintos referentes del peronismo que están en el gobierno. Acá no hay hipocresía. No le dije al Presidente: “Javier no voy porque me van a criticar”. Estoy yo en el frente de batalla. Con mi trayectoria, comprometiéndome y sin ningún tipo de especulación política. Ni presente ni futura. El Presidente lo sabe, mi carrera política electoral terminó. Lo que no significa que yo no quiera ayudar, servir y trabajar. Porque me hace bien trabajar. Tengo 67 años. ¿Cuánto tiempo puedo hacer de deporte por día? Una hora y media. A mi me encanta trabajar. Podría estar en otro lugar más tranquilo, pero me apasiona todo esto que se está encarando. Mi vida está inspirada en los desafíos.
-Usted sabe que cuándo tomó la decisión de trabajar en este gobierno, se exponía a la crítica del peronismo. ¿Cómo le cayeron e influyeron los cuestionamientos de dirigentes con los que compartió espacio político hasta hace poco?
-El tiempo es un gran ordenador. Y las cosas se van a ir comprendiendo desde lo humano, más allá de lo político. Soy una persona que tiene un punto de vista y respeto la opinión del otro. Jamás construí mi carrea política en base a atacar a nadie. Fueron siempre sentimientos positivos y mi compromiso entrañable con el país. Cada vez que estaba seguro de poder cumplir un rol, lo encaré. A mi no me vas a escuchar responder a los que me criticaron. Estoy convencido que estoy actuando de buena fe y con un fuerte compromiso. Y con gratitud a Guillermo Francos. Ahí tenes un ejemplo.
-¿Por qué?
-Porque estaba como representante ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se podía haber quedado. Y vino y se comprometió a los 73 años. Si tengo un amigo que está dando testimonio de eso, ¿Qué le voy a decir?, ¿Qué me quedo tranquilo en Brasil por si me critican? Le dije que le diga al Presidente de mi voluntad y ahí fue que me llamaron. Milei es emocional. Cuando hablo con él y lo miro a los ojos, me transmite lo que necesito para tomar las decisiones y hacer lo que estoy haciendo.
-Francos y usted suelen resaltar la construcción de consenso. El Gobierno ha confrontado incansablemente en los primeros meses de gestión.
-Para que haya consenso y acuerdo, tiene que haber voluntad de las dos partes. Si uno habla una cosa y después, cuando se llega al ámbito de discusión, pasa otra...Había ingresado la Ley Ómnibus con más de 600 artículos. Fueron sacando varios hasta que el Presidente tomó una decisión. La Argentina es un país presidencialista. Milei tiene capacidad de escuchar pero tiene que decidir. No hay plata, no es un slogan. Es la realidad. Es tóxico seguir emitiendo. Es suicida desde el punto de vista financiero. Está tomando decisiones que en este momento el mundo las está mirando.
-¿No cree que el Presidente se extralimitó en la confrontación y sus expresiones? Por ejemplo con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
-Él dio sus explicaciones. Además, yo fui gobernador. Cuando vos firmás esos créditos, te lo pueden descontar. En su momento firmamos uno que teníamos que hacer la renovación todos los meses. Desde el punto de vista técnico lo podían descontar. El gobernador Torres ha bajado. Y todos tenemos que encontrar la manera de encausar la situación. La reunión de los gobernadores con Francos y Posse, más la convocatoria al 25 de mayo, llevan tranquilidad y expectativa. La sociedad votó un cambio pero también para que se pongan de acuerdo. El Presidente marcó objetivos claros como el equilibrio fiscal y reducir la emisión. En la campaña dijo lo que iba a hacer. Y los argentinos, con una decisión clara y contundente, decidieron ese camino. Y hoy lo está ejecutando. Lleva 90 días de Gobierno nada más.
-Fue muy crítico del gobierno de Mauricio Macri. ¿Qué diferencia le encuentra a ese gobierno de Cambiemos de este de Milei y La Libertad Avanza?
-Hay un escenario distinto desde el punto de partida del país. Macri había llegado con una coalición. Y ahora veo a Milei ejercer su liderazgo decidido. Avanzando rápidamente con los cambios que se necesitan. Antes fue un camino más de gradualismo. Hay circunstancias donde tenés que elegir entre lo ideal y lo posible. ¿O pensás que el Presidente no sabe la dificultad de los jubilados y la clase media? Lo sabe pero ve la salida.
-Usted defiende la inclusión de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). ¿Por qué? ¿Cuál es el beneficio que le encuentra?
-¿Por qué no darle la libertad a los hinchas y los socios de los clubes para que puedan elegir que ingresen capitales privados? Podría mejorar la infraestructura de los clubes, los deportes que se abandonan y que son arrastrados por la crisis del fútbol profesional. Que tengan un porcentaje de la inversión comprometida en un servicio de salud. Lo están haciendo Brasil, Colombia y Uruguay. Seguramente haya clubes que no tomen ese camino. Pero hay otros, en la circunstancia que están, que podrían hacerlo. Me consta el interés que hay de Estados Unidos y países árabes. Yo sé que este tema genera polémica, pero dejemos la libertad en manos de los socios.
-La mayoría de los clubes de Primera División y el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, rechazaron la inclusión de las SAD en el fútbol argentino. Fue un rechazo contundente.
-Muchas veces puede haber otras razones detrás de esos rechazos.
-¿Cuáles?
-No quiero entrar en polémicas. El sentido común me dice por qué no abrir esta posibilidad y que decidan los socios. Tenés el ejemplo de Talleres de Córdoba, manteniendo su identidad, su pasión y sus colores. Optativo. La libertad de los hinchas de definir esto. Pueden convivir la sociedad civil con la sociedad anónima. Sé que hay una resistencia al cambio. En la práctica hay gerenciamientos encubiertos. Entonces, por qué no damos la libertad para que los socios y los hinchas definan esta alternativa, y cuando esté la propuesta, la evalúen.
-¿Habló con Tapia del tema?
-Hablé con él hace unos días. Lo conozco hace mucho tiempo. Me nombró la posición de los clubes y que hay dos fallos. Son dos fallos locales. Acá no es una cuestión de fallos. Está en la voluntad del Presidente, entre los cambios que está haciendo, que los socios, que los hinchas, puedan tener esta alternativa. Con una expectativa de ingreso de dólares, que va a superar todas las proyecciones. En una Argentina que su economía se estabiliza y se ordena, a los clubes que tienen dificultades, los puede mejorar.