El vocero presidencial Manuel Adorni consideró que en Rosario se desató una guerra contra bandas criminales que asesinan personas inocentes con el objetivo de dejar un mensaje extorsivo a las autoridades instituidas y destacó el compromiso del primer mandatario Javier Milei para enviar recursos y personal para enfrentar la amenaza narcoterrorista en la tercera ciudad más importante de la Argentina.
El funcionario concedió una entrevista a Infobae en su despacho de la Casa Rosada, donde también se refirió a la marcha de la economía y los plazos para que, efectivamente, la inflación “caiga como un piano” y el cepo puede levantarse, definiciones que pronunció el jefe de Estado días atrás.
Además, Adorni se refirió a la polémica en torno al aumento del orden del 48% que se otorgó al presidente y a los principales funcionarios del gobierno nacional por un decreto que terminó siendo anulado y derivó en el despido de Omar Yasín, el secretario de Trabajo, a quien responsabilizó Milei por la firma de ese documento que generó una mini crisis en el Gobierno.
–En la conferencia de prensa matutina usted habló de que en Rosario hay una guerra contra el narcotráfico. ¿Por qué usó ese término?
–Lo que pasa en Rosario es muy grave. No se puede permitir que maten por matar. Al margen de la solicitud del gobernador Pullaro, del reclamo social para que vuelva el orden y la paz a Rosario, no se puede permitir que le peguen un tiro en la cabeza a un ciudadano inocente para dejar un mensaje. Por eso hablo de una guerra. Cuando asesinan personas que no tienen nada que ver con el problema del narcotráfico, el Estado no lo puede permitir. Lo dijo el Presidente: es ellos o nosotros, y va a ser nosotros. Cuando las cosas se ponen en término de “sos vos o soy yo”, eso es una guerra.
–Una guerra implica aniquilar a un enemigo. Acá hay gente cometiendo delitos horrendos...
–No están solo cometiendo un delito cualquiera. Acá están matando gente de manera mafiosa para dejar un mensaje a la política, a los jueces, al Servicio Penitenciario, a quien sea. Es una guerra contra gente que no es parte del sistema republicano democrático. No sólo están cometiendo un delito, están matando inocentes por el simple hecho de matar.
–Si hay una guerra la acción y el objetivo no es detener al agresor.
–Son cuestiones semánticas. Entre alguien que mata por matar y un ciudadano inocente, siempre se va a elegir al ciudadano. Eso es una obviedad, es una discusión de otra época que nosotros no vamos a dar. Nunca vamos a transformar a la víctima en victimario. Si vamos a exterminar el narcotráfico, por supuesto a pedido del gobernador Pullaro, estamos decididos a hacerlo. Vamos a terminar con un montón de cosas, entre otras, con estas acciones criminales del narcotráfico.
–¿Van a destinar a los militares a más tareas aparte de la logística?
–La seguridad es uno de los motivos por los cuáles la gente votó a Javier Milei. Uno de los pilares donde se asienta la victoria del Presidente es la seguridad y el otro es la economía. Donde se nos pida colaboración, como pasa en Rosario con el tema narcotráfico, ahí vamos a estar apoyando, ayudando y colaborando con los recursos que tengamos a disposición, pero siempre todo dentro de la ley, por supuesto.
La economía, el otro desafío
–Me da pie para cambiar de tema. El presidente planteó que “la inflación se va a caer como un piano” ¿eso qué significa? ¿cuándo volveremos a tener tasas “normales”?
–Entendemos que efectivamente la inflación de un dígito está cerca. De hecho, muchos plantean que la desaceleración de la inflación se da en términos mucho más veloces que los que se dieron después de aquel marzo-abri de la Ley de Convertibilidad de 1991. La inflación se está derrumbando mucho más rápido.
–El tema es cuándo.
–Con el trabajo que se está haciendo y con las variables que manejamos, la inflación está en una desaceleración bastante importante, aclarando que es a partir de niveles insoportables, horrorosos y récord en el mundo por lo malo. En diciembre se esperaba una inflación en torno al 40%, después al 30% y se terminó acomodando en 25,6%. En enero el mercado esperaba una inflación por encima del 25% y terminó siendo de 20%. Ahora no lo sabemos pero creemos que será en torno de 15%, que incluye ajustes de tarifas y precios controlados. Cuando se hace el trabajo de quitarle ese efecto, la inflación ya está en torno de un dígito.
–¿Pero cuándo se va a dar ese resultado?
–Si hay algo que aprendimos es a no dar plazos, porque no podemos controlar todas las variables, pero a este ritmo de 25%, 20% y 15%, no estamos muy lejos de que eso de que eso se cumpla. De todas maneras son números espantosos.
–¿Y con respecto a la posibilidad de eliminar el cepo, como anticipó en ExpoAgro Milei? ¿Cuándo estiman que puede ser posible?
–El Fondo Monetario estimó que iba a ser para mitad de año. Hoy hay brecha cero y el mercado está absolutamente tranquilo. Prácticamente todos los días se quitan regulaciones. De a poco vamos hacia esa liberación final del mercado de cambios. Por supuesto que la acumulación de reservas es clave y se sigue dando. De hecho, todas las variables son mucho más promisorias y mucho más positivas de lo que esperábamos. No esperábamos tan rápidamente una brecha cercana a cero.
–¿Van a pedir 15 mil millones de dólares al FMI como parte de un nuevo acuerdo? En el último reportaje, Milei mencionó esa cifra..
–Lo que queremos hacer es reformular el acuerdo para que efectivamente nuestro flujo de pagos nos permita demostrar que cada vez somos más solventes y que no vamos a estar en algún momento atados a altos vencimientos, nada más.
–Y siguiendo en temas económicos. Hay críticas sobre el nivel de restricción del gasto público. ¿Es sustentable estar sin actualizar jubilaciones y salarios públicos, sin pagar a Cammesa, pisando transferencias?
–El déficit financiero cero no se negocia y no importa qué es lo que pasa en el medio. Hasta que este país no crezca de manera que permita mejorar ingresos vía crecimiento, hasta que este país no modifique su esquema tributario, las provincias no equilibren sus cuentas y hasta que no pasen todo un montón de eventos que deben ocurrir, vamos a seguir con los recortes que estamos haciendo. Lo avisamos, dijimos que si la “Ley Bases” no se aprobaba íbamos a ajustar más a las provincias. Planteamos siempre que la “Ley Bases” y el DNU es una parte del plan de gobierno y del camino a transitar y, de hecho, es independiente en el corto plazo de lo que nosotros hagamos en materia económica, porque el rumbo está definido y lo mantenemos a pesar de todo.
–A ver…
–Pasaron dos episodios que algunos analistas interpretaron como problemas de gobernabilidad. Fueron cuando decidimos retirar la Ley Ómnibus y cuando los gobernadores se pusieron de acuerdo con el de Chubut y amenazaron con dejar el país sin gas y petróleo. Fueron muy fuertes, muy graves en materia de gobernabilidad pero no impactaron en la economía. El mercado ni se inmutó. A diferencia de lo que pasa hace 30 años en Argentina, se entendió que el plan económico y la promesa de déficit cero no se va a romper bajo ningún aspecto.
–Repito la pregunta: ¿van a seguir pisando gastos para mantener el déficit cero?
–Sí, claro. Se va a mantener el mismo rumbo. Es innegociable.
Más política
–Se anunció un virtual cierre temporario del INCAA, se suma al cierre de Télam y del INADI. ¿Van a seguir con este camino? ¿Cuál es el organismo que sigue?
–El presidente lo dijo en campaña, cuando asumió y en la apertura de sesiones: todo lo que se pueda privatizar se va a privatizar. Se va a cerrar lo que deba hacer y achicar todo lo que se pueda.
–Pero en el Congreso no pudieron aprobar ninguna privatización…
–Es que la política no entendió lo que votó la gente. Acá no hay una agenda diferente a la que se había propuesto, como pasa habitualmente con la política argentina. Acá se propuso una cosa, se lo votó a ese candidato y se lo llevó a la presidencia por lo que había prometido y ahora está cumpliendo lo que prometió. Y se va a seguir haciendo porque entendemos que es lo que quiere la gente.
–La política, principalmente la oposición, no está de acuerdo con esto.
–A una parte de la política le falta todavía la vuelta de tuerca de entender lo que la gente votó. No votó necesariamente por Milei, sino porque hay un cambio de época donde la gente entendió que hay un Estado de un determinado tamaño que se sostiene con los impuestos del que labura. El que labura dijo “a mí me parece que este Estado ya no lo quiero mantener más”. Entonces vamos a cumplir con el mandato de la gente que es “Señores, yo no quiero mantener este estado, este estado ineficiente y tamaño elefante”, y estamos cumpliendo con eso.
–En los últimos tres meses hubo un derrumbe muy fuerte de los salarios y de las jubilaciones. ¿Se va a tomar alguna medida? ¿Qué política de ingresos tiene el Gobierno?
–Cuando dicen “ustedes se olvidaron de los jubilados” es un planteo muy injusto. En los últimos 20 años las jubilaciones perdieron un 33% del poder adquisitivo. Esto no se gestó en los últimos dos meses, la estafa a los jubilados se gestó hace dos décadas. La fórmula jubilatoria, con bonos adicionales para compensar, está hace años, no lo inventamos nosotros.
Estamos compensando dentro de la restricción presupuestaria lo mejor que podemos para tratar de que no pierdan más contra la inflación. ¿Cuál era la alternativa? ¿Aumentar un 50% las jubilaciones? No se puede por una cuestión presupuestaria. Pero en todos estos años se estafó a todos, a los de la mínima, a los de la máxima y a los que están en el medio. Se pulverizó a todos.
–¿Fue un fusible Yasín? ¿Por qué lo echaron?
–Yasín tenía algunas diferencias de criterio con el resto de los funcionarios.
–¿Con la ministra Pettovello o con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse?
–No puedo dar detalles porque no los tengo, pero puedo decir que había diferencias de criterio y este episodio fue uno más. El presidente había dado una orden en su momento, que fue para enero, de no aplicar aumentos a ministros, secretarios y al propio Presidente. Obviamente era una orden que dio para el resto de los periodos, mientras el Presidente así lo considere. Se desoyó una orden del Presidente, independientemente de que no haya sido adrede, y él consideró que Yasín debía dar un paso al costado. Pero tampoco es tan dramático.
–Puede ser preocupante es que el presidente haya firmado un decreto que no tenía conciencia de su contenido.
–No estoy de acuerdo. El presidente de la Nación es el presidente de la Nación y tiene colaboradores. Sino para qué tener ministros, secretarios y subsecretarios si él debe hacer todo, leer todo y ser responsable de todo. El Presidente considera que Yasín cometió una equivocación. Pero tampoco es tan terrible. Se da un paso al costado porque el presidente deja de confiar en determinado funcionario.
–¿Pero no hubo también un error de parte del jefe de Gabinete, de la ministra y del mismo Presidente al firmar ese decreto?
–No importa lo que opine yo. Es lo que opina el Presidente y yo coincido con él. Acá hubo un error. Me preguntaron “¿no es responsable el secretario de Legal y Técnica?”. El secretario Legal y Técnica da el visto legal y técnico, no tiene nada que ver con que el contenido no haya sido el que el presidente dio la orden.
–¿Y sobre lo que sugirió Milei de suspender los beneficios a Cristina Kirchner, que cobra 14 millones de pesos por mes?
–Es extraño que el cuestionamiento por un aumento de sueldo inapropiado que el presidente lo revirtió lo plantea como una falta de ética y moral una persona que no solo está condenada por corrupción, sino que cobra 14 millones de pesos entre sus haberes previsionales cuando una jubilación mínima es de 200.000. Que sea ella la que cuestione una falta de ética de un presidente que hace tres meses que asumió es extraño.