En su oficina del piso 3 del Congreso, Oscar Zago tiene sobre su escritorio una foto del fallecido presidente Arturo Frondizi, padre del desarrollismo en la Argentina junto con Rogelio Frigerio (abuelo del actual gobernador de Entre Ríos, de mismo nombre), teoría económica sobre la cual se fundó en el país el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), partido en el que se formó y al que sigue perteneciendo.
Orgulloso de sus orígenes, el ahora jefe del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados también conserva una remera con la imagen de un león, de la época en la que militó para Javier Milei en la Ciudad de Buenos Aires, además de un cuadro de Boca Juniors, aunque confiesa que ya no tiene tiempo para ver fútbol.
En diálogo con Infobae, el dirigente, que también pasó por las filas del PRO en la Legislatura porteña, asegura que el espacio al que representa ahora necesita llegar a un acuerdo parlamentario con el partido que conduce Cristian Ritondo, con el que asegura que tiene buena relación.
Aunque remarca que el consenso para aprobar las reformas que pretende Milei va a surgir “de las reuniones con los gobernadores y los representantes de los distintos sectores”, sostiene que el Presidente está “muy contento con el trabajo que se viene haciendo” con ese sector de la oposición.
-¿Cómo vivió todo el proceso de la ley ómnibus, la presentación, la negociación y la caída?
-Bueno. Primero conformamos las tres comisiones para poder funcionar en plenario: se formó una Comisión de Constitucionales, se formó Presupuesto y se formó Legislación General, para darle un marco general a la discusión. Tenemos 40 y pico de comisiones que vamos a empezar mañana (por el viernes) a confirmarlas. Hoy (por el jueves) vamos a tener una. Nos correspondían siete comisiones, o sea que todavía nos quedarían cuatro. Conformamos las tres comisiones como para empezar a trabajar, porque si no, cada punto del proyecto, tanto seguridad, como justicia, educación, cultura, desarrollo, legislación de trabajo, legislación general, ambiente, energía, todo lo que fue, todo lo que es, digamos que si no toca, roza algunas de esas comisiones. Por eso avanzamos con las tres comisiones, si no teníamos que conformar 20, por lo menos, el 50% de comisiones, o todas, para poder tocar todo, pero si hacíamos eso, íbamos a discutir recién en diciembre la ley.
-¿Por qué se presentó, entonces, si no estaban todas las comisiones listas?
-Bueno, se presenta porque hay una urgencia del Gobierno para acompañar el DNU, porque muchas cosas que las tenés dentro del DNU, tocan también de un lado o del otro a las comisiones. ¿Cuál fue el sentido? Fue decir “bueno, trabajemos, nosotros queremos la ley, no queremos el DNU”. Lo que te sirve a vos es la ley, porque si no, después el DNU es criticado como está siendo criticado el día de hoy.
-¿Por qué cree que al principio hubo apoyos que después no se reflejaron en votos?
-Ya los apoyos venían en parte con alertas. Cuando te dicen “firmo en disidencia”, ya sabés que te están diciendo “te voy a discutir esta parte más adelante, cuando la tratemos, cuando vaya al recinto”. Entonces, no solo en Diputados, también en Senadores, cuando viene el expediente de la comisión, cuando te ponen firma del despacho en disidencia, te están alertando que te van a discutir.
-¿Es parte de la negociación?
-No. No sé, es... como decir “no termino de resolver con vos el artículo este, no nos ponemos de acuerdo, estoy de acuerdo con el punto diez, que es la apertura de comercio internacional, pero hay tres puntos con tres incisos que los quiero discutir”. Me estás apurando, yo te lo firmo, pero lo voy a discutir. Sí estuvieron de acuerdo con el proyecto en lo general. Por eso en lo general después sacamos 144 votos, nos terminan acompañando todos. Después empieza la negociación, están los compromisos de los gobernadores, de los intendentes, de los diputados que representan a las distintas provincias.
-¿Estuvo de acuerdo con que el oficialismo haya decidido retirar el proyecto cuando vio que no tenía apoyo en una de las partes, principalmente en los fondos fiduciarios?
-Bueno, yo te voy a decir la escena de ida y vuelta. Pedimos un cuarto intermedio, yo le dije a Bornoroni, que se sienta al lado mío, que lo pidiera, porque sabía cómo venía la mano. La intención nuestra era que un capítulo que tiene 20 o 10 artículos, lo votáramos en general, y no era porque nosotros quisiéramos hacer trampa, ¡no! No queríamos estar una semana discutiendo todo. Yo se lo dije a una diputada kirchnerista, “de los 664 artículos, ¿no hay ni uno solo que te guste?”. Querían discutir todo. Agarré a mis diputados y les dije “votemos, porque ustedes no los conocen, estos son 100 y se van a anotar todos para hablar, hasta el que no sabe mucho del tema”.
-¿Y por qué ahora sería diferente, cuando vuelvan a discutir el proyecto?
-Algunos se están dando cuenta, me parece, de que es en serio que tenemos una situación compleja. Y de que no es el capricho de un gobierno, porque la ley es acompañar el proceso que el Gobierno está haciendo con la rebaja de la tarifa, el esfuerzo que estamos haciendo por la tablita de los jubilados, que era una cagada y que en el día a día y en el mes a mes iban a perder. Esos cambios iban a estar y nosotros pensamos que eso tenía que haber salido en enero y hoy los jubilados, no te digo que estarían mejor, pero por ahí el bono no hubiese existido.
-¿El nuevo proyecto que se enviará va a ser más acotado?
-No sé si va a ser un poco más acotado, ¿eh? Porque ya el gobierno dijo que quiere sacar el paquete fiscal primero, que se había sacado. Está dispuesto a meterlo todo completo. Esta ley está trabajada en un 80%. Se supone, vamos a estar para un lado, para el otro, con algún tipo de reducción de impuestos, quizás... Esto está trabajado, en un 80%, vinieron más de 200 expertos, entre cámaras, ONG, empresas privadas, organizaciones gremiales, tanto la CGT como la CTA. Hay un punto donde ya está trabajada y la gran mayoría conoce y que, te gusta o no, ya sabe de qué se trata.
-¿Y usted cree que ahora sí hay un cierto consenso como para que la ley salga?
-No. Eso solamente se va a poder acordar en las reuniones con los gobernadores, con los empresarios, con el campo, con este la siderúrgica, con la energía, con el litio, y todos esos sectores rozan a los gobernadores.
-¿Es necesario, para que la ley salga, que haya antes del tratamiento un acuerdo con el PRO?
-Sí.
-¿Y usted cree que vamos camino a ese acuerdo parlamentario?
-Sí, sí, sí. No sé si un interbloque, pero de la misma manera que venimos funcionando, funcionamos muy bien y nosotros consideramos que sí.
-¿Cómo se lleva con Cristian Ritondo?
-Lo conozco. Éramos legisladores juntos en la ciudad de Buenos Aires. Me llevo muy bien. No solo me llevo muy bien con él, con Diego (Santilli), a los dos lo tuve como vicepresidente primero de la Legislatura y a los dos los tuve como presidente de bloque. Me cagaron siempre, pero bueno (se ríe).
-¿Le gustaría presidir un eventual interbloque de los dos espacios?
-Sí, si tengo que tener ese rol, no tengo ningún tipo de problema. Ojo, tampoco tengo problema en dar un paso al costado para que el país tenga una mejor unificación y para que todos tiremos del mismo carro. No me ata ningún cargo, me ata la lucha para que todo salga bien, para que todos estemos, digamos, tirando del mismo carro. Creo que tenemos que estar a la altura de las circunstancias y tenemos que dar un paso al costado para la unificación. Porque cuando mirás para el lado, para la derecha, para la izquierda o miras para adelante, la sociedad te reclama que no haya más grieta.
-¿Qué les transmitió el presidente Javier Milei cuando los recibió en Casa Rosada antes de dar el discurso de apertura de la Asamblea Legislativa?
-Primero nos felicitó, a pesar de que no pudimos lograr la Ley Bases, pero por haber trabajado y haber conseguido 144 votos en general. Eso es porque hicimos un buen trabajo. Nos felicitó a todos, lo felicitó a Martin (Menem), me felicitó a mí y al conjunto del bloque. También nos dijo que había entendido que este trabajo, tanto mío como de Martín, se logró porque llevamos muy bien el acuerdo con el PRO y que para él eso lo veía muy bien. Estaba muy contento también con el PRO, con cómo habíamos trabajado y cómo nos había acompañado. Nobleza obliga a reconocerlo. Por eso, después de que nosotros nos fuéramos, almorzó con Cristián.
-¿Está de acuerdo con el aumento del 30% del sueldo de los diputados?
-Primero, no es un aumento. No es por esquivar el bulto, pero hay una resolución del 2011 que establece que todos los salarios están enganchados. Lo que firmaron Victoria Villarruel y Martín Menem es el aumento de los trabajadores. Cuando le aumentan al trabajador, y no me refieron al director, sino que le aumentan al mozo o al que es de categoría a seis, le aumentan a la categoría uno y automáticamente el diputado salta para estar por encima de ese monto. De todas maneras, como está todo este revuelo, yo dije “bueno, sinceremos todo, muchachos, vayamos a sincerar todo, incluso la Justicia”. Imagínate que los jueces ganan 12 palos, los fiscales ganan ocho. Dije “bueno, sinceremos, si el diputado no debería ganar dos palos, hagamos un salario unificado para todos los funcionarios, los del Poder Ejecutivo, los del Poder Legislativo y los del Poder Judicial, e incluso los de los organismos descentralizados que dependan del Estado.
-¿Esto va a ser un proyecto?
-Yo lo voy a proponer. Me van a decir “no te podés meter con el Poder Judicial”. Bueno, muchachos, bailemos todos. Nadie quiere bailar con la más fea, bailemos todos con la más fea.
-¿Ya está preparando el proyecto?
-Hay un bosquejo. No lo van a querer hacer ni nada. Si ya el Poder Legislativo es una cosa, el Poder Judicial es otro. Sí, claro, pero la plata sale del Estado y la responsabilidad es la misma. O sea, tu responsabilidad de ser juez después te la doy yo. Yo soy tan responsable como vos. Entonces, o ganamos todo para abajo o ganamos todos bien. En el Estado, la plata sale siempre del mismo lado, de los impuestos. Entonces, los judiciales no son distintos a nosotros. Los jueces no son distintos a los diputados.
*Fotos: Adrián Escandar.