En plena conmoción por la escalada de violencia narco en Rosario, en el PRO aceleran las negociaciones políticas para definir las autoridades del partido de cara a la elección interna del 19 de marzo. Mauricio Macri será ungido como presidente mientras que Patricia Bullrich presiona para lograr el 50% de los lugares en la lista para conservar poder de incidencia. Se espera que esta semana haya novedades respecto a los nombres que integrarán que integrarán espacios preponderantes. Los gobernadores, intendentes y referentes parlamentarios del PRO pujan para tener representación. El debate de fondo estriba en su reforzar la identidad y autonomía o ser absorbidos por La Libertad Avanza, sello de Javier Milei.
Es la primera vez en las dos décadas de existencia que el PRO tiene elecciones internas como las de este año. El partido nació como un sello vecinal y creció en todos los rincones del país. Hoy tiene personería en las 24 provincias, gobernadores, intendentes y dirigentes nacionales que reclaman espacios de poder. Sumado a contar con una figura como Bullrich, de peso propio, que intenta desafiar la hegemonía del ex jefe de Estado en el control del partido.
El 19 de marzo es la fecha límite para presentar las candidaturas ante la Justicia electoral. El PRO renueva todas las autoridades. Están en juego la presidencia del partido y la Asamblea, dos vicepresidencias, 25 consejeros, vocales y la secretaría general, como los lugares más sobresalientes.
Macri tomó la decisión a finales del año pasado de asumir la presidencia del PRO. Pese a ser el fundador del partido, nuca había sido su presidente. Hasta 2019, cuando Cambiemos perdió la elección presidencial, su liderazgo partidario nunca había sido cuestionado. Desde entonces, el partido entró en un proceso de internas y crisis que devino en la derrota electoral de 2023. Después de largos meses de armado político y preparación de equipos de Gobierno, la coalición que integró el PRO quedó relegada a un tercer lugar, afuera del balotaje entre Milei y Sergio Massa.
El ex mandatario se siente en una posición incómoda. Apostó por Bullrich en la interna con Horacio Rodríguez Larreta. Estaba convencido que la ministra de Seguridad se impondría. Pero no pudo anticipar que Milei iba a crecer del modo que lo hizo al punto de superar a la candidata a de Juntos por el Cambio (JxC). Por estas horas, Macri está convencido de que el PRO debe apoyar a Milei y garantizarle la gobernabilidad, aunque sin disolverse ni perder incidencia. Sin pagar los costos políticos de los posibles errores del programa libertario. Desafío complejo. La Libertad Avanza le arrebató al PRO buena parte de su electorado sin necesitar sus dirigentes. ¿Por qué el Jefe de Estado debería sumarlos ahora a su Gabinete?
Estas fueron algunas de las reflexiones que Macri compartió ante los presidentes del PRO del interior del país, en una reunión de dos horas que encabezó el viernes en Rosario. Los referentes federales lo respaldan para asumir la conducción, aunque exigen presencia en las listas. La idea original era que Gabriela Gonzalez Riollo, dirigente de San Luis, ocupara la vicepresidencia primera. Esa opción fue desestimada. Macri no convalidó esa posibilidad.
Los nombres en danza
Los dirigentes provinciales impulsaban, entonces, a Francisco Quintana, dirigente histórico del PRO ligado a Macri y a Rodríguez Larreta, actual presidente de la Fundación Universitaria del Río de la Plata (FURP), como secretario general del partido. Pero desde el macrismo señalaron que era prudente que tal espacio lo ocupara un dirigente propio de las provincias. En estos momentos, el nombre que suena es el de Facundo Pérez Carletti, concejal de Santiago del Estero, de buen vínculo con Macri y que en 2023 integró el armado electoral del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad. No obstante, todavía no está definido. Las negociaciones continúan para destrabar el armado de una lista de unidad.
Bullrich insiste en tener incidencia y evitar que Macri hegemonice el PRO. Pretende conservar poder interno y encaminar el partido hacia una fusión con La Libertad Avanza. Los dos están de acuerdo en respaldar el Gobierno. Aunque el ex mandatario hace críticas fuertes a la gestión y a la implementación de políticas públicas. Es una forma de señalar la falta de equipos y cuadros técnicos que tiene Milei, algo que el PRO -en la visión de Macri- podría aportar. Es un punto que el ex Jefe de Estado venía manifestando en privado, pero la semana pasada lo sostuvo en público, tanto en Rosario como en su visita a ExpoAgro.
Para la secretaría general del partido, Bullrich tiene en mente dirigentes de su confianza. Un nombre posible es el de Damián Arabia, diputado nacional y uno de sus armadores políticos más cercanos a ella. En tanto que la vicepresidencia es otro lugar disputado. En el macrismo resuena María Eugenia Vidal, mientras que desde el bullrichismo deslizan la figura de Laura Rodríguez Machado, diputada nacional y referente del partido en Córdoba. Tampoco está resuelto.
Los tres gobernadores del PRO, Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Nacho Torres (Chubut), también pretenden incidir en las negociaciones y proponen nombres. Quienes también buscan alzar su voz en las decisiones partidarias son los intendentes de mayor peso, donde sobresalen Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Ramón Lanús (San Isidro) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
Bullrich y Macri delegaron las negociaciones en sus asesores
Por estas horas, Bullrich está completamente enfocada en la ejecución del plan para combatir en narcotráfico en Rosario. La escalada de la violencia por parte de las bandas narcos durante el fin de semana ocupó toda la agenda de la ministra de Seguridad, que esta mañana viajó a Santa Fe para dar una conferencia junto a Luis Petri, ministro de Defensa, y Maximiliano Pullaro, gobernador local.
Para no descuidar la situación partidaria, la funcionaria instruyó a Pablo Walter, Juan Pablo Arenaza y Arabia a hacerse cargo de las negociaciones. Sus operadores políticos participarán esta tarde en una reunión clave con Fernando De Andreis y Humberto Schiavoni, dirigentes de extrema confianza de Macri. Se espera que haya avances en la confección de la lista.
De no mediar dificultades, al final de la semana se definirán los nombres y el reparto de espacios de poder. De haber acuerdo, difundirán el fin de semana un comunicado unificado con las nuevas autoridades del partido.