En un nuevo capítulo del plan “motosierra” que viene aplicando en distintos organismos del Estado, hoy se conoció una nueva resolución del Gobierno nacional con los recortes que se aplicarán en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
Publicada en el Boletín Oficial con el título de “Suspensión de Erogaciones Económicas en el marco de racionalización de recursos”, comprendida en la emergencia pública que se enumeró en el mega DNU 70, incluye la baja de todos los contratos que se vencen el 31 de marzo de este año, la suspensión en el pago de horas extras, de aportes económicos y aportes institucionales, la quita de apoyo económico a las provincias, eliminar los adicionales en concepto de Seguridad en todos los edificios del Instituto y también suspender los viajes del personal, los gastos de telefonía celular, la compra de comida y el pago de traslados de sus empleados.
En una reunión que habían mantenido el martes de la semana pasada los delegados gremiales del INCAA con el director designado por el gobierno, Carlos Luis Pirovano, les habían comunicado que no se reincorporaría a la gente ya despedida -unos 90 trabajadores estables y más de 80 que eran tutores de los proyectos presentados- que habría nuevos despidos, que se iba a cerrar la plataforma digital y audiovisual Cine.ar, que se iba a clausurar y a poner en venta el cine Gaumont - se encuentra a unos 200 metros del Congreso de la Nación- y que se iban a desfinanciar festivales como el de Mar del Plata.
Pirovano es un economista ligado al PRO y a uno de los principales asesores del presidente Javíer Milei, Federico Sturzenegger. No tiene experiencia en el mundo del cine pero fue designado allí para establecer un plan de ajuste y racionalización de gastos, algo similar a lo que ocurrió en otras dependencias estatales.
El INCAA depende de la Secretaría de Cultura que conduce Leonardo Cifelli, que depende del ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello. Posee 645 empleados y unos 500 son de planta permanente. Sus actividades se financian, en gran parte, a través del Fondo de Fomento Cinematográfico, que incluye impuestos a la cultura: uno es el 10% sobre el precio de las entradas de espectáculos cinematográficos en todo el país, otro es el 10% sobre el precio de venta o locación de videogramas grabados y además, recibe un porcentaje de la facturación bruta por publicidad en los servicios de comunicación audiovisual y porcentajes de las películas que se reproducen en el sitio Cine.ar.
Así como ocurrió en otros organismos que el Gobierno pretende sanear y achicar sus gastos, como el SENASA y la agencia estatal de noticias, Télam, por citar dos ejemplos, en el Instituto del Cine analizan implementar retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, revisión de concursos y reestructuración de algunos sectores.
Según le relató a Infobae una de las empleadas que fue despedida ya que facturaba sus servicios como monotributista “tuvimos una reunión con Pirovano y al día siguiente nos enteramos que no seguiríamos. Antes, esperamos 3 meses sin que nadie nos hable ni tengamos trabajo que hacer”. Este medio quiso tener la opinión del director pero sus voceros dijeron que no iba a hablar “ni en off, ni en on”.
“(Pirovano) Cuando se presentó, contó sus impresiones y nos dijo que había venido a mejorar la imagen del Instituto. Y que todos sabíamos que no tiene buena fama desde hace 30 años”, amplió.
Desde el sindicato ATE Capital señalaron que las últimas determinaciones son “una declaración de guerra al cine nacional” y que por eso se declararon “en estado de alerta y movilización”. En el área de Cultura se vencen 3.600 contratos a fines de este mes y sospechan que no serán renovados. Por eso el miércoles 13 convocaron a las 14 a una Asamblea general en el Centro Cultural Kirchner.
En el programa de Mirtha Legrand por El Trece, el sábado por la noche, la canciller Diana Mondino, ante la preocupación de la conductora por un posible cierre del INCAA, sostuvo que (esas dependencias) “se han convertido a lo largo de los años en agujeros negros de dinero y eso es una de las cuestiones donde uno tiene que tener prioridades. No alcanza para todos. ¿En dónde cortar? ¿Cortar a los jubilados o hacemos películas que nadie ve, con honorarios que no se pueden controlar?”.
El actor Joaquín Furriel, por su parte, luego de ganar el premio Biznaga de Plata el Festival Internacional de cine de Málaga, España, este domingo fue uno de los primeros en advertir sobre la situación que atraviesa el INCAA.
“Venimos de diferentes desilusiones, con diferentes dirigencias políticas y actualmente estamos, la cultura, sobre todo, siendo atacada permanentemente con noticias falsas, por ejemplo, sobre el INCAA. El INCAA no le saca un solo peso a los jubilados que le están pasando tan mal, no es nuestra responsabilidad, tampoco le saca un solo peso a ninguna de todas las personas que viven en nuestro país, al contrario. La cultura existe para poder armar nuestra identidad, sin cultura no hay identidad y eso es el beneficio de los ignorantes que muchas veces nos gobiernan. Así que este premio va para mi querido país, hemos salido tantas veces y hay una palabra que es resiliencia”, aseguró el actor que obtuvo el premio como protagonista de la película “Descansar en paz”, de Sebastián Borensztein.