El ex senador Eduardo Menem comparó esta mañana el gobierno de su hermano Carlos con el del presidente Javier Milei. “Prefería el diálogo y la búsqueda de consenso”, dijo con respecto al fallecido ex mandatario riojano y lo distanció del líder libertario a quien lo ve con “un estilo más agresivo”. Además, en declaraciones a Futuröck, se explayó acerca del cuadro de Carlos Menem que la gestión oficialista colgó en el nuevo Salón de los Próceres.
“Son estilos de gobierno distintos. Menem tuvo que tomar medidas de fondo. Venía de ser tres veces gobernador de La Rioja y de ganarle una interna a Cafiero. Milei, en cambio, viene con cuatro años de experiencia política”, especificó. Para luego hacer hincapié en las formas de relacionarse con los gobernadores y la oposición: “Tendría que haber conversado con ellos desde el principio”.
Más allá de que evitó criticarlo, ya que su hijo Martín es el actual presidente de la Cámara de Diputados y hombre de confianza de Milei, Eduardo aseguró que “tiene un estilo confrontativo” que no comparte”. Sin embargo, admitió: “Milei es como es y así llegó a la presidencia”.
Al momento de describir la gestión presidencial, el ex senador dijo que “es un gobierno que está enfrentando una situación difícil dejada por el peor gobierno de la historia: el de Fernández y el kirchnerismo”. Y además se lamentó que tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner “dejaran un país en la miseria, no solo en lo económico sino también en el desequilibrio de poderes”. Frente a este escenario heredado de la administración pasada, remarcó: “Tengo esperanza en el gobierno de Milei”.
La estatua de Carlos Menem y la Ley Ómnibus
Con respecto al cuadro del ex mandatario, que se colocó en el Salón de Próceres, junto al de otras importantes figuras políticas nacionales, Eduardo avaló esa decisión oficial. “Tengo la convicción basada en temas subjetivos de que fue uno de los mejores presidentes desde el retorno de la democracia”.
Y luego, argumentó sus dichos: “Menem recibió un país devastado económicamente y tomó medidas drásticas. Sufrió picos de hiperinflación, pero a partir del 91 empezó a aplicar la ley de convertibilidad y entregó el país con inflación cero. Argentina creció en todos los aspectos, la política exterior fue exitosa, reinó la paz y terminó con los golpes militares”.
Por último, se refirió al hipotético aumento de sueldo -que luego anuló Javier Milei- que hubieran recibido los legisladores; extensivo al presidente, la vicepresidenta y sus ministros. “Me sorprendió pero todo se debe a esa cláusula de enganche que hace que cuando suceda esto también se aumentan los cargos jerárquicos”, especificó sobre esa resolución tomada hace 14 años por Cristina Kirchner.
Luego, al referirse a la Ley Ómnibus, celebró la decisión que tomó Milei: “Esta bien la solución de dejarla sin efecto”, afirmó y destacó que “tiene muchos aspectos valiosos”, aunque advirtió que “no fue acertado hacerla tan extensa”. “Tendrían que haberla hecha por partes, con varias leyes“ y sugirió que “desde el principio la debería haber conversado con los gobernadores, que es lo que están haciendo recién ahora”.
“El camino es construir un consenso político, como lo hizo Menem. Esa esa la buena política, Menem nunca insultó ni descalificó a un adversario”, aclaró Eduardo al referirse a los exabruptos reiterados del Presidente con los políticos opositores.
De todas maneras, minimizó el impacto negativo que puedan tener esas conductas en la opinión pública: “Milei tiene otro estilo y la gente ya conocía cómo era. No fue una sorpresa”.
Más allá de la caída de los salarios, la suba del precio de los alimentos, las tarifas y los servicios, el exsenador le pidió paciencia a la ciudadanía. “Hay que apoyar al Gobierno para que lleve adelante el propósito de estabilizar la economía y tener eficiencia en el Estado. Espero que la forma sea dialogar y consensuar”, resaltó en todo optimista.