El padre del presidente Javier Milei, Norberto Horacio, de 80 años, permanece internado en observación en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por un cuadro de anemia, según informaron fuentes oficiales de la Casa Rosada. En el centro médico lo acompaña su hija Karina, secretaria General de la Presidencia. Todavía no se sabe si también el jefe de Estado irá a visitarlo.
Karina no participó esta mañana de la reunión de Gabinete que se realizó en la Casa Rosada. Su padre empezó a sentirse mal en la noche del miércoles y eso obligó a su traslado al sanatorio.
El mes pasado, el lunes 19 de febrero, había estado internada en el mismo lugar la madre del Presidente, Alicia Luján Lucich. Había sufrido un pico de presión alta. La madre del Presidente, de 73 años, estuvo en observación, permaneció estable durante todo ese día. Le dieron el alta esa misma noche. Pese a esa situación, el primer mandatario no suspendió sus actividades y viajó a la provincia de Corrientes donde disertó en el aniversario de un club que adhiere a las ideas del liberalismo.
Milei mantuvo una relación conflictiva con sus padres hasta antes de la pandemia. Su hermana, a quien él llama “El Jefe” y que es su principal consejera y asesora, posibilitó un acercamiento. Por eso sus padres estuvieron en el Congreso de la Nación, cuando el 10 de diciembre asumió su cargo, junto a Fátima Florez, pareja del titular del Ejecutivo. Antes habían estado en la presentación de uno de sus libros en la Feria del Libro, titulado “El fin de la inflación” y también cuando se impuso en el balotaje, el 19 de noviembre del año pasado, frente al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa.
En una nota televisiva Milei los describió como “mis progenitores”, en una muestra de la distancia que estableció en su relación con ellos. Contó, además, que tanto en su infancia como en su adolescencia sufrió maltratos de parte de su padre y que su hermana Karina se transformó en su protectora.
“De chico había maltrato físico y estamos hablando de una persona de 1.90, no eran palizas normales. Después cuando estudiaba siempre fue muy despectivo para mi carrera, siempre me dijo que era una basura, que me iba a morir de hambre y que iba a ser un inútil toda la vida”, relató en una entrevista en 2018 con la actriz, modelo y conductora Nicole Neumann por el canal KZO.
“Con mis papás llevamos casi diez años sin hablarnos. Vos no llegás a una decisión así porque sí. Yo considero que debes vincularte con la gente que te da vínculos sanos. Es un accidente de la vida el vínculo sanguíneo. Por eso, en ese sentido, para mí no es tan dramático. La gente tóxica te la sacas de encima”, decía Milei por entonces, cuando todavía no se estaba lanzado a la puja por acceder al sillón de Rivadavia.
“A mí me tocó que mis padres sean muy tóxicos. Pero creo que todos los maltratos que me tocaron vivir, ya sean físicos o psicológicos, hicieron que eso haya afectado mi personalidad. Porque te imaginaras que cuando yo digo las cosas que digo son bastante pesadas... Pero del otro lado, cuando yo digo las cosas que pienso, también hay gente pesada que me dice cosas y todo eso a mí no me causa miedo. Seguramente será por las palizas que recibí”, amplió en el mismo programa. Un tiempo más tarde se produjo la reconciliación.
Mientras su mamá fue ama de casa, su padre Norberto Horacio, trabajó mucho tiempo como chofer de colectivo en las líneas 111 y 21. Cuando nació su primer hijo, Javier, compró su primera unidad de colectivo en la línea 21 y a partir de allí se convirtió en un importante empresario del transporte.