El ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, destacó hoy la requisa sorpresa al estilo “Bukele” realizada el sábado pasado en cuatro pabellones de la Unidad Penitenciaria N°11 de Piñero, la cárcel principal para los narcos de Rosario donde se encuentran detenidos varios sicarios y operadores de las segundas líneas de las bandas de la ciudad. “Las medidas van a ser cada vez más enérgicas”, advirtió.
“Buena parte de la criminalidad que azota a Rosario se produce desde el interior de las cárceles. Ha sido nuestro diagnóstico desde antes de asumir el gobierno. Un punto muy importante de controlar las calles es controlar las cárceles”, dijo el funcionario sobre los nuevos operativos que lleva a cabo el gobierno provincial.
La requisa en cuestión se produjo horas después del ataque a tiros en la zona de Circunvalación a un micro que trasladaba a penitenciarios, que terminó con un herido de bala, en medio de un endurecimiento de las medidas de control a presos ordenado por el gobernador Maximiliano Pullaro, algo que motivó más amenazas y atentados. Allí, se secuestraron facas, celulares y chips de teléfonos celulares que fueron puestos a disposición de la Justicia.
“El colmo es cuando balean un colectivo que transportaba personal penitenciario. Esto es un antes y un después. El Estado no puede permitir que los delincuentes le ganen”, completó el funcionario.
En declaraciones a radio Mitre, Pablo Cococcioni aclaró que este tipo de procedimientos son para los pabellones con internos de “alto perfil” y de “máxima peligrosidad”. Se trata de delincuentes y acusados de delitos graves y vinculados al narcotráfico que anteriormente “recibían el mismo régimen de visita que la población carcelaria común”. Todo ese tratamiento para la ejecución de la pena se modificó con el cambio de gestión. Lucia Masneri, secretaria de Asuntos Penales de la Provincia de Santa Fe, agregó en radio La Red que “hasta ahora los internos podían hacer home office en las cárceles, eso no está más tolerado”.”Hemos sacado hasta routers adentro de las unidades penitenciarias” contó.
“Hemos dicho basta y empezamos a trabajar en un régimen penitenciario de dos velocidades”, señaló el ministro de Seguridad santafesino. La primera marcha es el interno de baja o mediana peligrosidad, que de no continuar con su actividad delictiva tendrá talleres, herramientas de resocialización y educación. Y la segunda es para la categoría de reclusos que tienen un compromiso muy fuerte con las organizaciones criminales, que tienen un régimen más severo cuya severidad se va a ir incrementando”, apuntó Cococcioni.
“El que no lo entienda o tiene un compromiso criminal muy fuerte, vamos a actuar muy fuertemente en contra de eso”, prometió.
Consultado sobre las fotos en la que los presos de Piñero aparecieron esposados con el torso desnudo, en fila y sentados en el suelo -con un método similar al que implementa el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para combatir a los pandilleros en su país-, el ministro de Seguridad indicó que solo se trata de un “procedimiento de requisa estandarizado y que es una medida de seguridad” para el personal penitenciario, ya que los reclusos suelen responder de manera agresiva a dichos operativos donde tiran “agua hirviendo” o “lavandina”.
Además, Cococcioni se mostró confiado en que no habrá denuncias por violaciones de derechos humanos sobre la requisa llevado a cabo el fin de semana. “Entendemos que no habrá. Son medidas que se justifican estrictamente en motivos de seguridad. Quienes se ven con el rostro cubierto son miembros de un grupo de operaciones especiales muy profesionalizado. Controlamos estrictamente para que no haya ningún exceso y poder garantizar la integridad física de los reclusos”, aseguró.
La cárcel de Piñero tiene una historia reciente sumamente turbulenta. En el pasado, había alojado a los máximos capos de Rosario, como Esteban Lindor Alvarado, hoy condenado a prisión perpetua. Un ataque con ametralladoras al penal en agosto de 2021 dedicado a liberar a detenidos, que terminó con varios delincuentes muertos, forzó el traslado de varios presos de alto perfil al Servicio Penitenciario Federal.
El gobernador Maximiliano Pullaro prometió que el combate al narcotráfico y a la inseguridad como uno de sus objetivos prioritarios para su gestión. Desde las redes sociales, destacó la acción llevada a cabo en la cárcel de Piñero: “Tenemos un plan de Seguridad, sabemos cómo llevarlo adelante y estamos trabajando para eso. Desde las cárceles salen las órdenes para hacerle la vida imposible a los santafesinos”, se señaló en un comunicado. Para el gobierno santafesino, “se terminó el tiempo de home office liberado, sin control y con empleados penitenciarios que eran apercibidos si molestaban a los presos”.
“No vamos a retroceder ante las amenazas. Tenemos el mandato del pueblo santafesino para restaurar la tranquilidad de los vecinos. Los presos están presos, no vamos a aceptar ninguna extorsión y si no lo entienden, cada vez la van a pasar peor”, concluyó en el mensaje publicado por Pullaro.