En su larguísimo discurso ante la Asamblea Legislativa, Javier Milei citó sólo a grandes rasgos las reformas con las que quiere avanzar en el tramo de sesiones ordinarias del Congreso, pero omitió definir los plazos y las instancias en los que impulsará cada una. Y si bien el Gobierno ya avisó que convocará a los gobernadores este mismo viernes para empezar a discutirlas, todavía no definió qué medidas incluirá en la Ley Ómnibus renovada; si las presentará junto al paquete fiscal; si incluirá iniciativas que no figuraban en la primera versión; y cuáles quedarán para junio, cuando se haya avanzado, eventualmente, con el ya famoso “Pacto de Mayo”.
De hecho, aseguran que es posible que los 10 puntos del eventual acuerdo que presentó Milei el viernes ni quiera se aborden en esta primera sesión. “Seguramente nos concentremos en los temas más urgentes. No desechamos ningún tema pero falta para eso”, dijeron. Más temprano, Francos había asegurado en TV que un tema no condiciona al otro, pero, por lo bajo, en Gobierno admiten que los proyectos inmediatos están estrictamente relacionados con el pacto. “Es todo parte de la misma idea de que necesitamos herramientas para sacar al país adelante”, consideraron.
Por lo pronto, en Balcarce 50 advierten que todos los detalles de la nueva batería “están en evaluación” y que esperarán a escuchar a los mandatarios para tomar cualquier decisión. El capítulo fiscal, por ejemplo, podría estar incluido en el próximo paquete de leyes, o bien tratarse por separado. Y si bien advierten que podrían agregar ejes que no estaban en el proyecto original, como la reforma laboral y/o la penal y/o la previsional, no descartan que se traten estrictamente los 300 artículos que quedaron en la versión modificada en enero.
La táctica de “escucha” a priori, es un vuelco en comparación con la estrategia que habían adoptado los libertarios en el primer tramo de la gestión, cuando privilegiaron la firmeza y la confrontación ante el poder federal. “Esos eran los primeros rounds. Nos estábamos midiendo. Hoy creemos que de los dos lados ya sabemos que todos tenemos poder de fuego y nos necesitamos mutuamente”, evaluó un funcionario.
En medio de las dudas, sí hay varios puntos “de mínima” sobre los que creen que hay consenso suficiente; y puntos que serán excluidos de manera definitiva. Así, la ley “Bases” incluiría sin falta la entrega de facultades extraordinarias para Milei; la privatización de empresas estatales; la reforma del Estado y el impulso de un nuevo régimen de grandes inversiones. En el capítulo fiscal incluirían Ganancias, blanqueo, moratoria y el adelanto de Bienes Personales. Y no insistirían con aumentar las retenciones.
Más allá de esos puntos sobre los que -estiman- hay acuerdo, en las provincias prima la incertidumbre sobre la propuesta del Gobierno, luego de que el Presidente sentara las bases, a grandes rasgos, de sus intenciones para las sesiones ordinarias. Y algunos mandatarios dialoguistas, desconfiados, no dejarán de plantear el reclamo por la restitución de los fondos que Economía les recortó como represalia por la falta de apoyo para su proyecto fundacional. En la Casa Rosada dicen que escucharán cualquier reclamo, pero advierten, a priori, que no están dispuestos a correrse de las metas fiscales.
Además de la indefinición sobre la agenda para cada etapa, no está claro si será el primer mandatario quien los reciba el viernes, aunque parece ser que delegará la conversación en los ministros de las áreas pertinentes. Esta mañana, Francos, principal encargado del diálogo con los Ejecutivos provinciales, dijo que quizá Milei “pase a saludar”, pero que no encabezaría el encuentro. Lo cual ya generaba algunos resquemores incipientes entre los gobernadores dialoguistas. “Hace ruido (que no esté). Convoca, pide apoyo para la Ley Ómnibus y luego pacto fiscal. Pero manda a los ministros a la reunión. Va a generar lío”, esbozaron en una provincia.
En Gobierno no consideran necesario que Milei, tras la convocatoria general, forme parte de una primera aproximación. “Los presidentes no suelen estar en las partes más técnicas, se suman para la parte política, para la firma”, justificaron. Y destacaron que el jefe de Estado está mostrando “compromiso” y “voluntad” a los gobernadores al ordenar que se sumen a la negociación al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y al ministro de Economía, Luis Caputo.
Hasta ahora el principal encargado de los contactos con el resto de los partidos había sido Francos y, por momentos -aunque de manera reservada- el asesor presidencial Santiago Caputo. Pero Posse y Luis Caputo, que habían tenido intervenciones muy puntuales durante el primer debate legislativo, se preparan para ocupar un rol de mayor protagonismo. Por caso, la Presidencia anunció la convocatoria para el viernes después de una reunión de ambos junto con Francos en Casa de Gobierno; y antes, el viernes, el ministro coordinador había recibido por primera vez al bloque libertario, en una señal de que se involucrará de manera más directa en la discusión parlamentaria.
“Es una señal de la seriedad con la que nos estamos tomando esta nueva etapa de la relación”, deslizaron en Gobierno, después de que los gobernadores y diputados de peso de las bancadas dialoguistas se quejaran por la falta de definiciones de parte de los interlocutores que enviaba Milei para intentar establecer acuerdos.