Luego de la caída de la Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei mencionó cuáles serán los proyectos de ley que enviará al Congreso durante estas sesiones ordinarias. Se trata de ocho iniciativas que presentó como parte de un “paquete anticasta” ante la Asamblea Legislativa.
Durante su discurso frente a los legisladores de la Nación, el mandatario mencionó todas las reformas que impulsó desde que llegó al Poder Ejecutivo y enumeró otra lista de medidas que entrarán en vigor a partir de hoy.
“Sin embargo, todos estos logros primerizos representan únicamente la superficie de los grandes cambios que venimos a implementar en Argentina”, planteó Milei antes de presentar varias de sus iniciativas. “Para profundizar en nuestra misión de terminar con los privilegios de la política y sus amigos estamos enviando al Congreso un paquete de leyes anticasta y quiero compartir con ustedes algunos de sus componentes”, comenzó presentando el mandatario.
De esta manera, enumeró:
- eliminar las jubilaciones de privilegio para presidente y vicepresidente;
- obligar a los sindicatos a elegir a sus autoridades a través de elecciones periódicas libres y supervisadas por la Justicia electoral que limitará los mandatados a 4 años y establecerá un tope de una sola reelección posible;
- los convenios colectivos específicos que realicen en asociación libre los trabajadores de una empresa o grupos de empresas primarán por sobre los convenios colectivos del sector. Sobre este punto, aclaró: “Vamos a terminar con esa locura de imponerle a la gente las condiciones laborales que define detrás de un escritorio un señor que no trabaja hace 30 años”;
- las personas condenas por corrupción en segunda instancia no podrán presentarse como candidatos en las elecciones nacionales. Además, todo ex funcionario público con condena firme en segunda instancia por delitos de corrupción perderá automáticamente cualquier beneficio que tenga por haber sido funcionario;
- reducir drásticamente la cantidad de contratos para asesores de diputados y senadores de la Nación. Algo que presentó como “una práctica común de la política que los representantes del pueblo armen pymes de 30/40 asesores cada uno, dilapidando los recursos de los argentinos”;
- se descontará la jornada de trabajo a los empleados del Estado que hagan paro;
- eliminar el financiamiento público de los partidos políticos;
- penalizar por ley al Presidente de la Nación, al ministro de Economía, a los funcionarios del BRCA diputados y senadores que aprueben un presupuesto que contemple financiar déficit fiscal con emisión monetaria para terminar de una vez y para siempre con este acto criminal. Al respecto, desatacó: “Propondremos que esto esté a la altura de un delito de lesa humanidad de manera tal que se imprescriptible para que tarde o temprano paguen el costo de sus acciones”.
De igual forma, Milei aclaró que “estas son solo algunas de las reformas que se van a implementar”. Pese a que no mencionó grandes reformas económicas, aseguró que desde el Gobierno no cesarán con la idea de llevar adelante estas modificaciones. “Avanzaremos ya sea a través de proyectos de ley, decretos o modificando regulaciones en el proceso de desregulación de la economía, porque si seguimos con este modelo de país Argentina no tiene futuro”, aclaró el Presidente.
En ese momento, Milei se refirió a la caída de la Ley Ómnibus y al rechazo que recibió la iniciativa en el arco político. “Los proyectos que hemos promovido han sido recibidos con recelo y desconfianza por buena parte de la política argentina por no decir con abierto rechazo”, aseguró.
“Lo que pasó con el capítulo laboral del DNU y con la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que reflejaban algunos de los cambios en los que queremos avanzar demuestra cabalmente el punto. Una ley que tiene como norte volver a abrazar el modelo de la libertad, inspirada en las ideas de Alberdi y en la generación del 37, que viene a liberar las fuerzas productivas de los argentinos, a devolver libertades, a terminar con los privilegios de la casta fue manoseada y rechazada por una parte de la clase política que se resiste a cambiar”, planteó antes de apuntar contra la oposición al decir: “No nos debemos engañar, hay un sector importante de la dirigencia política que no quiere terminar con los privilegios del antiguo régimen”, dentro de ese grupo incluyó a los sindicalistas, a los “diputados que pidieron el voto apoyando el cambio, pero que pretendieron traicionar su mandato mientras nadie veía”, así como también mencionó a Sergio Massa, Juan Grabois, Máximo Kirchner y la ex presidenta Cristina Kirchner.