Javier Milei abrirá un nuevo período de sesiones ordinarias en el Congreso el viernes próximo y toda la oposición estará atenta al discurso del primer mandatario ante la Asamblea Legislativa, tras casi tres meses de gestión libertaria, fuertes cruces con casi todas las fuerzas políticas e, incluso, internas dentro del propio oficialismo. A días que ocurra esto, el radicalismo ya empezó a reclamar la asistencia a Diputados o al Senado de uno de sus funcionarios de máxima confianza y también uno de los más silenciosos del Gobierno: el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Quien realizó la solicitud fue el diputado radical y ex vicepresidente, Julio Cobos, quien señaló: “El 10 de diciembre asumió el presidente Javier Milei. Sin embargo, al día de la fecha su jefe de gabinete, Nicolás Posse, ha evitado dar declaraciones públicas. Informar sobre la marcha del gobierno es un deber republicano establecido constitucionalmente”.
Según argumentó el legislador mendocino, “tomar nota sobre el accionar, los proyectos y los programas que el Poder Ejecutivo Nacional impulsa es también una necesidad ciudadana que no sólo debe asumir la forma de la publicidad oficial, sino también la de brindar respuestas e informes periódicos por parte de los principales funcionarios”.
En la iniciativa que firmó Cobos junto a otros integrantes de la Unión Cívica Radical en la Cámara baja, como Pamela Verasay (Mendoza), Atilio Benedetti (Entre Ríos) y Fernando Carbajal (Formosa), entre otros, se fundamentó el pedido en que “la Constitución Nacional, en su artículo 101, establece taxativamente que jefe de Gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 71″.
“La presente iniciativa busca una mayor transparencia de la gestión de gobierno. Contar con la información necesaria para el ejercicio de nuestras responsabilidades en el marco de las facultades y deberes que corresponden al Poder Legislativo. Y que la urgencia para ello justifica la citación presencial que estamos haciendo”, agregaron los legisladores del centenario partido.
Por último, los diputados radicales expresaron: “A través de este proyecto esperamos que se retome esta saludable práctica democrática que, además de contribuir a la publicidad de los actos de gobierno, resulta indispensable para que los legisladores y la ciudadanía podamos conocer y evaluar con mayores elementos la marcha de los asuntos de Estado”.
Las presentaciones de los jefes de Gabinete en el Congreso se volvieron un dolor de cabeza para casi las gestiones presidenciales de los últimos 28 años. De hecho, en un cuadro publicado de cumplimiento de informes escritos y orales sobre los esperados entre 1995-2020 de Cippec, quien se acercó a la mejor marca -segundo gobierno de Carlos Menem- fue el macrismo, pero ambos lejos del ideal.
Aún peor le fue al gobierno kirchnerista de Alberto Fernández, con funcionarios que estuvieron muy lejos de estar a la altura de las circunstancias como Santiago Cafiero -la ex vicepresidenta Cristina Kirchner ni siquiera se quedaba a escucharlo en el recinto cuando iba a disertar a la Cámara alta- y Juan Manzur. Sólo Agustín Rossi mostró indicios de mejores intenciones -también se quedó en el camino- en cuanto a cumplir con el mandato de la Constitución.
En las últimas semanas, Posse comenzó a estar en la lupa de la oposición por su sugestivo silencio y la poca vocación para generar puentes con sectores que se autocalifican de “dialoguistas”. También quedó en la mira de un sector del oficialismo debido a supuestos jugueteos con situaciones personales de integrantes de La Libertad Avanza ajenas a la gestión. No obstante, el jefe de Gabinete es de la línea de máxima confianza del Presidente.