Durante una reunión de Gabinete, enojado por la falta de apoyo para la Ley Ómnibus, Javier Milei sentenció: “Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”. El mensaje era contra los gobernadores por lo que el Presidente entiende como una traición porque no lograron encolumnar a los legisladores provinciales para que voten en el Congreso a favor del oficialismo.
Esa amenaza que después se tradujo en otras, como que no iban a llamar a la paritaria docente complicando el inicio de clases en las provincias y las advertencias para que dejen de financiar las fiestas populares y recitales en sus provincias. Luego, le sumó adjetivos calificativos, como por ejemplo al de Córdoba, Martín Llaryora, que una diputada libertaria lo renombro como “Martín ya llora”, algo que el mandatario festejó.
Pero, más allá de la pirotecnia dialéctica, la realidad es que la Casa Rosada está llevando adelante un fuerte ajuste que incluye secar de fondos a los distritos. La quita de subsidios viene acompañada por los recortes en las transferencias discrecionales. “No hay plata”, repiten.
La “vieja-nueva” política del látigo y la billetera está siendo utilizada por quienes toman las decisiones en Balcarce 50, pero el látigo viene siendo más usado que la billetera. Y eso queda a la vista no solo con los reclamos de fondos de las provincias, sino cuando se analizan los números de las transferencias de los fondos nacionales a los distritos provinciales.
La Casa Rosada pisó las transferencias discrecionales y hay algunos distritos que recibieron cero pesos desde que La Libertad Avanza desembarcó en Balcarce 50.
Según datos publicados en la web del Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo, al 19 de febrero de este año, en lo que se refiere al ítem de transferencias presupuestarias a las provincias, el total de la columna “devengado” asciende a $61.579 millones. Sin embargo, en la columna de lo pagado a las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires sólo figuran 3.521 millones de pesos.
A la hora de mirar cómo se direccionaron los recursos, las datos oficiales muestran que Chubut y Corrientes recibieron el 71,74% del dinero discrecional que transfirió Milei desde que asumió. En el caso de la provincia patagónica, la explicación se encontraría en ayuda por los incendios que sufrieron este año.
Las provincias gobernadas por los dirigentes del PRO y de la UCR Ignacio Torres y Gustavo Valdés fueron los distritos que más recibieron. Del total de $3521 millones que Milei transfirió, $2526 millones lo hizo a esos distritos. En tercer lugar aparece Chaco, gobernada por un radical aliado de Valdés, Leonardo Zdero.
Según el último censo, Chubut es una de las provincias con menos población del país, es el distrito número 18 en cantidad de habitantes, con 592.621 personas, en tanto que Corrientes es la décima, con 1.212.696, bastante menos que en Buenos Aires, el distrito más poblado con 17.523.996 habitantes.
Si se analiza el dinero recibido per cápita, los chubutenses cobraron $2.822 y los correntinos 872 pesos. El Tesoro Nacional se comprometió a girarle a Chubut $3.362 por habitante y en el caso de Corrientes, el compromiso fue por $2.556. La diferencia entre el compromiso y lo efectivamente girado se llama “deuda flotante” y deberá ser cancelada dentro del año.
Si esto se compara con la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, se observa que la administración nacional decidió “secar” los envíos a la administración de Axel Kicillof. Buenos Aires recibió por cada uno de los habitantes de la provincia apenas 7 pesos. Córdoba recibió 20 pesos y Santa Fe sólo 12 pesos por cada uno de sus habitantes.
En el otro extremo, La Rioja y Tierra del Fuego aún no cobraron un sólo peso, mientras que Río Negro, Catamarca y Formosa, acreditaron un millón. El dato surge de comparar información oficial de los 24 estados subnacionales.
De las cinco provincias con mayor población del país, solo la Ciudad de Buenos Aires aparece entre las primeras cinco beneficiadas. Así como la gobernada por Kicillof aparece sexta, el segundo distrito en habitantes y una de las provincias que es blanco de los enojos de Mieli, como Córdoba, es la décima en el ranking de dinero discrecional recibido por el Gobierno. Santa Fe, otra gobernación enfrentada a la Casa Rosada por los subsidios y la tercera con más habitantes, es la número 12 en fondos discrecionales. Mendoza es la decimosexta en fondos por habitante a pesar de la afinidad que su gobernador, Alfredo Cornejo, muestra con el presidente Milei.
La amenaza que aseguran Milei dijo en la reunión de Gabinete frente a todos sus ministros parece estar siendo llevada adelante y a buena parte de los distritos del país los está dejando “sin un peso”.